Las rebeliones indígenas tuvieron un carácter revolucionario, bélico, milenarista, mesiánico y reivindicador. En el siglo XVIII se produce el renacimiento de una tendencia mesiánica, utópica, la vuelta del Inca idealizada por Garcilaso y el retorno del Tahuantinsuyo.
Principales rebeliones indígenas del siglo XVIII en el virreinato
Todas estas rebeliones fracasaron pero demostraron que el pueblo indígena no era sumiso ni gemía en silencio; reaccionaron ante la presión, ante el abuso que espantaba incluso a las propias autoridades españolas como el Conde de Lemos que decía: “No es oro y plata lo que se lleva a España, sino la sangre y el sudor de los indios”.
Las principales rebeliones indígenas en el virreinato son:
1. Alejo Calatayud (1730) en Cochabamba.
2. Ignacio Torote (1737) en la selva amazónica (Gran Pajonal-río Perené), se enfrentó a las misiones franciscanas.
3. Andrés Ignacio Cacma Condori y Orco Huaranca (1737) en Azángaro.
4. Juan Santos Atahualpa (1742) en el Gran Pajonal (Ucayali).
5. Antonio Cabo y Francisco Inca (1750) en Huarochirí.
6. Diego Quispe Tito (1777) en el Cuzco.
7. Bernardo Tambohuacso (1780) Curaca de Plsac.
8. Dámaso, Nicolás y Tomás Katari (1781) ejecutaron al corregidor en Chayanta.
9. Túpac Amaru II (1780 – 81) en el Cuzco.
Características de las rebeliones indígenas
Fases de las rebeliones indígenas
Dentro de las rebeliones indígenas se distinguen dos fases. La primera fue la «cuzqueña» o «quechua», dirigida por el propio José Gabriel Túpac Amaru, cacique de Pampamarca, Tungasuca y Surimana. La segunda fase se inició con la captura del caudillo cuando la rebelión fue conducida por familiares del rebelde y, luego, se articula con el movimiento que en el Alto Perú encabezaba el jefe aimara Julián Apasa Túpac Catari.
Niveles de las niveles indígenas
Por su composición, la rebelión incluyó al menos dos niveles. Uno representado por la dirigencia (Túpac Amaru y sus aliados criollos); otro por una población campesina que desobedeció a la dirigencia. En el Alto Perú este segundo nivel fue más pronunciado.
Causas de las rebeliones indígenas
Los indígenas reclamaron lo siguiente:
- Supresión de los corregimientos.
- Supresión de los repartos mercantiles.
- Supresión de la mita de Potosí que afectaba al pueblo de Tinta. El visitador Areche había elevado el monto de los tributos.
- Creación de una Audiencia en el Cuzco debido a que las protestas de los Indios no eran bien atendidos porque no existía una audiencia cercana.
Consecuencias de las rebeliones indígenas
- Supresión de corregimiento y repartos mercantiles.
- Creación de una Audiencia en el Cuzco.
- Se prohíbe la difusión de los Comentarios reales.
Rebelión de Túpac Amaru II
El 4 de noviembre de 1780 Túpac Amaru capturó al corregidor de la provincia de Tinta: Antonio de Arriaga; lo obligó a entregarle dinero, armas y bestias de carga de su tesorería. Además, lo obligó a firmar una convocatoria a los habitantes y caciques de la provincia a una reunión que se llevó a efecto en Tinta el 9 de noviembre.
Túpac Amaru condenó a Arriaga a muerte, suprimió las alcabalas, mitas y aduanas. El acusado dijo que hacía todo esto por órdenes directas del rey de España. El mismo hecho de haber ejecutado a un representante del poder vigente le imprime al movimiento un carácter irreversiblemente anticolonial.
La rebelión se iba generalizando. Incluso el 16 de noviembre Túpac Amaru decretó la libertad de los esclavos para conseguir su apoyo. Del Cuzco enviaron tropas para aplastar el movimiento, ambas fuerzas se encontraron el 18 de noviembre en Sangarará. Este hecho fue crucial, demostró la fuerza de la rebelión y que la dirigencia no estaba en capacidad real de manejar la situación.
Hubo masacres de blancos, mestizos y hasta indios vestidos a la usanza española. La capital imperial del Tahuantinsuyo estaba indefensa y a merced de los rebeldes. Sin embargo, y pese a los consejos de sus allegados (entre ellos su esposa, Micaela Bastidas). Túpac Amaru decidió no tomar la ciudad, talvez porque en el Cuzco estaban los aliados criollos de Túpac Amaru. En vez de ello, las fuerzas rebeldes tomaron la ruta sureña del Collasuyo. El 9 de diciembre ocuparon Lampa, el 13 Azángaro; siguieron otros pueblos, tales como Coporaque y Yauri.
La rebelión crecía, hacia fines de diciembre se había propagado por Arequipa, Moquegua, Tacna y Arica. En el propio Cuzco nuevos lugares se incorporaban al bando insurgente (Calca, Pisac, Yucay, Lares y Urubamba). A fines de marzo de 1781 las tropas de Areche y de los caciques realistas le infringieron las primeras derrotas. En Llocllora y Mitamita fue vencido por Mateo Pumacahua, su más temido rival.
Debido a una delación, el 5 de abril fue hecho prisionero con sus más cercanos colaboradores, menos su primo Diego Cristóbal, su sobrino Andrés, su cuñado Miguel y su hijo Mariano. Los prisioneros fueron sometidos a torturas terribles para que revelaran sus relaciones ocultas en el Cuzco y sus supuestos vínculos con los ingleses. No los pudieron hacer hablar.
Muerte de Túpac Amaru II
El 18 de mayo se cumplió la sentencia de muerte para Túpac Amaru II y todos los demás detenidos, en especial, Micaela Bastidas quien declaró que “moriría donde muriese su marido’’ y Tomasa Tito Condemaita, cacica de Acos. Las fuerzas rebeldes de Diego Cristóbal Túpac Amaru y Mariano Túpac Amaru se concentraron en Azángaro, Carabaya y Puno.
Tomás Catari
En el Alto Perú, en julio de 1780, fue asesinado el líder Tomás Catari y en abril corrieron la misma suerte sus hermanos Dámaso y Nicolás Catari, quienes habían asumido la dirección de la rebelión en Chuquisaca. La insurrección se extendió a Cochabamba y Tapacarí.
Julián Apasa
En el Alto Perú surgió la figura de Julián Apasa. Asumió los apellidos de Túpac Amaru y Tomás Catari: Julián Apasa Túpac Catari. En coordinación con Diego Cristóbal impuso dos sangrientos asedios a la ciudad de La Paz (marzo y agosto de 1781), en tanto que Andrés Túpac Amaru tomó Sorata. El virrey Jáuregui recurrió a la maniobra de otorgar perdón a quienes participaban en la rebelión. Muchos creyeron en su palabra. Túpac Catari no aceptó y siguió la rebelión. Pero en noviembre de 1781 fue traicionado, apresado y descuartizado.
Papel de la mujer en las rebeliones indígenas
La mujer peruana, especialmente andina, participó activamente junto a su esposo o por sentimiento de compromiso en la rebelión de Túpac Amaru II. Muchas alcanzaron jerarquía de heroínas y de mártires como Cecilia Túpac Amaru. Bartolina Sisa, Gregoria Apasa, Manuela Tito Condori, entre otras.
Hacia abril de 1782 estaba apaciguado el sur peruano. Se inició la persecución y muerte de los líderes tupacamaristas que se habían acogido a la amnistía. Se prohibió la lectura de los Comentarios reales de Garcilaso de la Vega; es decir, se vetó la cultura andina.