El XVIII fue un siglo de manifestaciones permanentes que van desde protestas espontáneas, efímeras y casi sin mayor trascendencia, hasta rebeliones que remecieron el régimen colonial en su conjunto.
Rebeliones indígenas del siglo XVIII
Las rebeliones indígenas del siglo XVIII fueron levantamientos populares dirigidos contra el incremento de las cargas fiscales, la explotación y la creciente pauperización de la población indígena en el contexto de las reformas borbónicas permitiendo el resurgimiento de los discursos milenaristas y mesiánicos.
Los propios indígenas no estuvieron en condiciones de liderar y llevar adelante una protesta autónoma. El régimen colonial fue muy sofisticado en su ordenamiento social, político y cultural, de otra manera no hubiese podido durar casi tres siglos.
Rebelión de Juan Santos Atahualpa
Una de las rebeliones más extensas, por el territorio y por el tiempo que abarcara, fue la conocida como de Juan Santos Atahualpa, quien se proclamó sucesor del último gobernante del Tahuantinsuyo. Se inició en 1742 en la selva central, en Tarma, y se expandió por un amplio territorio de la sierra.
Las fuerzas de Juan Santos Atahualpa estuvieron conformadas por aborígenes campas del Gran Pajonal, Perené, Cerro de la Sal; destruyeron 27 misiones religiosas. El gobierno virreinal envío dos expediciones contra los rebeldes sin lograr su objetivo.
Se sabe que en 1752 Juan Santos Atahualpa retomó la iniciativa asaltando los pueblos de Adamarca y Acobamba; pero no pudo ingresar a la sierra. Esta resistencia indígena no fue derrotada y su líder falleció hacía 1761 sin vences ni ser vencido.
Rebelión de Túpac Amaru II
La rebelión de Túpac Amaru II fue anticolonial. Estuvo dirigida por sectores de pudientes comerciantes vinculados a las haciendas y obrajes.
Por su composición, la resistencia indígena de Túpac Aramu II incluyó al menos dos niveles. Uno representado por la dirigencia (Túpac Amaru y sus aliados criollos); otro por una población campesina que desobedeció a la dirigencia. En el Alto Perú este segundo nivel fue mas pronunciado.
Objetivos de la rebelión
Buscó eliminar la mita, repartos, alcabala, aduanas internas que afectaban a esos sectores; en cambio, «olvidó» eliminar el tributo indígena que constituía la vía de reclutamiento de la mano de obra pasa esas empresas. No contemplaba transformaciones sociales profundas.
Fases de la rebelión
En el movimiento se distinguen dos fases. La primera fue la «cusqueña» o «quechua», dirigida por el propio José Gabriel Túpac Amaru, cacique de Pampamarca, Tungasuca y Surimana. La segunda fase inició con la captura del caudillo cuando la rebelión fue conducida por los familiares del rebelde, y luego, se articula con el movimiento que en el Alto Perú encabezaba el jefe aymara Julián Apasa Túpac Catar.
Desarrollo de la rebelión
Captura del corregidor Antonio de Arriaga
El 4 de noviembre de 1780 Túpac Amaru capturó al corregidor de la provincia de Tinta, Antonio de Arriaga; lo obligó a entregarle dinero, armas y bestias de carga de su tesorería. Además, lo obligó a firmar una convocatoria a los habitantes y caciques de la provincía a una reunión que se llevó a efecto en Tinta el 9 de noviembre. Túpac Amaru condenó a Arriaga a muerte, suprimió las alcabalas, mitas y aduanas. El acusado dijo que hacía todo esto por órdenes directas del rey de España. E! mismo hecho de haber ejecutado a un representante del poder vigente le imprime al movimiento un carácter irreversiblemente anticolonial.
La rebelión se propaga
La resistencia indígena se iba generalizando. Incluso el 16 de noviembre Túpac Amaru decretó la libertad de los esclavos para conseguir su apoyo. Del Cuzco enviaron tropas para aplastar el movimiento, ambas fuerzas se encontraron el 18 de noviembre en Sangarará. Este hecho fue crucial, demostró la fuerza de la rebelión y que la dirigencia no estaba en capacidad real de manejar la situación. Hubo masacres de blancos, mestizos y hasta indios vestidos a la usanza española.
Intento de tomar Cusco
La capital imperial del Tahuantinsuyu estaba indefensa y a merced de los rebeldes. Sin embargo, y pese a los consejos de sus allegados (entre ellos su esposa, Micaela Bastidas), Túpac Amaru decidió no tomar la ciudad, tal vez porque en el Cuzco estaban los aliados criollos de Túpac Amaru. En vez de ello, las fuerzas rebeldes tomaron la ruta sureña del Collasuyo. El 9 de diciembre ocuparon Lampa, el 13 Azángaro; siguieron otros pueblos, tales como Coporaque y Yauri.
Caída de la rebelión
Mateo Pucamahua
La resistencia indígena crecía, hacía fines de diciembre se había propagado por Arequipa, Moquegua, Tacna y Arica. En el propio Cuzco nuevos lugares se incorporaban al bando insurgente (Calca, Písac, Yucay, Lares y Urubamba). A fines de marzo de 1781 las tropas de Areche y de los caciques realistas le infringieron las primeras derrotas. En Llocllora y Mitamita fue vencido por Mateo Pucamahua, su más temido rival.
Encarcelamiento y condena de Túpac Amaru II
Debido a una delación, el 5 de abril fue hecho prisionero con sus más cercanos colaboradores, menos su primo Diego Cristóbal, su sobrino Andrés, su cuñado Miguel y su hijo Mariano. Los prisioneros fueron sometidos a torturas terrible para que revelaran sus relaciones ocultas en el Cuzco y sus supuestos vínculos con los ingleses. No los pudieron Hacer hablar.
Muerte de Túpac Amaru II
El 18 de mayo se cumplió la sentencia de muerte para Túpac Amaru II y todos los demás detenidos, en especial, Micaela Bastidas quien declaró que «moriría donde muriese su marido» y Tomasa Tito Condemaita, cacica de Acos. Las fuerzas rebeldes de Diego Cristóbal Túpac Amaru y Mariano Túpac Amaru se concentraron en Azángaro, Carabaya y Puno.
Muerte de los aliados
En el Alto Perú, en julio de 1780, fue asesinado el líder Tomás Catari y en abril corrieron la misma suerte sus hermanos Dámaso y Nicolás Catari, quienes habían asumido la dirección de la rebelión indígena en Chuquisaca. La insurrección se extendió a Cochabamba y Tapacarí.
Julián Apasa, el nuevo Túpac Amaru II
En el Alto Perú surgió la figura de Julián Apasa. Asumió los apellidos de Túpac Amaru y Tomás Catari: Julián Apasa Túpac Catari. En coordinación con Diego Cristóbal impuso dos sangrientos asedios a la ciudad de La Paz (marzo y agosto de 1781), en tanto que Andrés Túpac Amaru tomó Sorata.
El virrey Jáuregui recurrió a la maniobra de otorgar perdón a quienes participaban en la resistencia indígena. Muchos creyeron en su palabra. Túpac Catari no aceptó y siguió la rebelión. Pero en noviembre de 1781 fue traicionado, apresado y descuartizado.
Papel de la mujer en las rebeliones indígenas
La mujer peruana, especialmente andina, participó activamente junto a su esposo o por sentimiento de compromiso en la rebelión de Túpac Amaru II. Muchas alcanzaron jerarquía de heroínas y de mártires como Cecilia Túpac Amaru, Bartolina Sisa, Gregoria Apasa, Manuela Tito Condori, entre otras.
El fin de la rebelión in
Hacia abril de 1782 estaba apaciguado el sur peruano. Se inició la persecución y muerte de los lideres tupacamaristas que se habían acogido a la amnistía. Se prohibió la lectura de los Comentarios Reales de Garcilaso de la Vega; es decir, se vetó la cultura andina.