El caudillismo militar en el Perú es un período que se desarrolla entre los años 1827 – 1845, surge como consecuencia de la falta de una clase civil orgánica. Los caudillos representaron intereses regionales de hacendados y comerciantes a los que dispensaban favores y atención.
Presidentes del Caudillismo militar en Perú
- Mariscal José Domingo de La Mar y Cortázar (1827 – 1829).
- General Antonio Gutiérrez de La Fuente (1829 – 1829).
- General Agustín Gamarra Messía (1829 – 1833).
- General Luis José de Orbegoso y Moncada Galindo (1833 – 1836).
- Felipe Santiago Salaverry del Solar (1836 – 1836).
- General Andrés de Santa Cruz y Calahumana (1836 – 1839).
- General Agustín Gamarra Messía (1839 – 1841).
- Anarquía Militar (1842 – 1844).
Atento con el siguiente línea de tiempo sobre cada uno de los presidente del Caudillismo militar (1827 – 1845).
Caudillismo militar en el Perú (1827-1845)
En el nuevo congreso de 1827 volvía a influir la tendencia de Luna Pizarro. Dado que debía elegir un presidente, el congreso nombró al general La Mar (1827-1829) por ser, entre los pretendientes, en menos personalista y el más débil en cuanto a posibilidades de convocatoria política.
El congreso anuló la Constitución Vitalicia y dio una nueva antipresidencialista. La ausencia de un sector social políticamente dirigente o hegemónico dio cabida al caudillismo. El ejército se volvió el «gran elector». En dos décadas se tuvo incontables guerras internas y, al menos, una docena de gobiernos.
Agustín Gamarra Messía (1829 – 1833)
La nueva República tuvo que afrontar dos conflictos armados. El primero con Bolivia y el segundo con la Gran Colombia. En el sur las fuerzas de Gamarra eliminaron al régimen del mariscal Sucre en un intento por volver a peruanizar el Alto Perú. El Tratado de Piquiza pone fin a la influencia colombiana. A la Gran Colombia debía oponerse un Gran Perú. La guerra en el norte fue relativamente fácil. En su fase marítima se gana el combate de Mapelo (agosto 1828-enero 1829).
El puerto de Guayaquil retornó al Perú por breve tiempo, pero la campaña terrestre fue desfavorable. Tras las derrotas en Saraguro y Portete de Tarqui (18 y 27 de febrero de 1829), depuesto La Mar por Gamarra, la guerra termina con la firma del Tratado Larrea-Gual (1829).
Luis José de Orbegoso (1833 – 1836)
El 19 de diciembre de 1833 acabó legalmente el gobierno de Gamarra, quién «designó» a su sucesor: el general Pedro Bermúdez. Los sectores antimilitaristas del congreso eligieron al general Luis José de Orbegoso (1833-1835), hombre de escasa habilidad política.
Felipe Santiago Salaverry (1836 – 1836)
Se inició una prolongada, sangrienta y enredada guerra civil. Protagonizada inicialmente por Bermúdez y Gamarra contra Orbegoso, la guerra se complicó por la inclusión de otros caudillos; principalmente por el joven general Felipe Santiago Salaverry, quien durante 1835-1836 se proclamó jefe supremo de la república derrocando a Orbegoso.
La antigua unidad económica y política del sur andino seguía latente a inicios de la república, pese al desmembramiento ocurrido con la incorporación de Charcas al virreinato del Río de la Plata y la formación de la república de Bolivia en 1825. Tanto los líderes peruanos como los bolivianos aspiraban a restablecer la unidad bajo su hegemonía.
Andrés de Santa Cruz (1836 – 1839)
La guerra interna en el Perú provocó la intervención del general ahora boliviano Santa Cruz. Llamadas por el presidente legal del Perú Orbegoso, las fuerzas bolivianas cruzaron el Desaguadero y el 13 de agosto de 1835 vencieron a las tropas de Gamarra en Yanacocha. En diciembre Santa Cruz tomó la capital y el 7 de febrero de 1836 venció y Andrés de Santa Cruz y Calahumana (1836 – 1839)a Salaverry en Socabaya. Santa Cruz quedó como dueño del país.
Para asegurar el proyecto mantuvo la integridad territorial de Bolivia mientras que dividió en dos partes al Perú, el Estado Norperuano (Lima, Junin, Amazonas, La Libertad) y el Estado Surperuano (Arequipa. Cuzco, Ayacucho y Puno).
Los gobernantes chilenos entendieron el peligro que para su país representaba la aparición de una potencia política y económica en su vecindad. Chile se impuso la tarea de eliminar antes de su consolidación al Perú unificado. Chile organizó dos expediciones «restauradoras», con militares peruanos. La primera fracasó rotundamente.
En la segunda expedición participaron militares peruanos como Gamarra, Castilla, Gutiérrez de la Fuente y otros. Se inició en julio de 1838. Los peruanos tuvieron mayor autonomía, pero como jefe actuó el general chileno Manuel Bulnes. Luego del enfrentamiento en la Portada de Guía o Piñonate (21 de agosto), las fuerzas peruano-chilenas ocuparon Lima. El enfrentamiento decisivo se dio en el callejón de Huaylas; es decir, cerca de la retaguardia de los restauradores, donde Santa Cruz nuevamente fue derrotado en la batalla de Yungay (6 y 20 de enero de 1839) con lo cual llegó a su fin la experiencia de reunificación desde Bolivia.
Agustín Gamarra Messía (1839 – 1841)
En julio de 1840, el Mariscal Gamarra dejó de ser presidente provisional para convertirse en presidente constitucional según la nueva carta magna de 1839, la cual era conservadora, autoritaria y centralista pese a haber sido dada en Huancayo. Inmediatamente Gamarra preparó su campaña contra Bolivia. La aventura tuvo un final desafortunado. Las fuerzas militares y políticas bolivianas se unieron contra la invasión peruana que alcanzó La Paz el 15 de octubre de 1841.
Anarquía Militar (1842 – 1844)
El 18 de noviembre en la hacienda Ingavi se produjo un enfrentamiento entre ambos ejércitos. La muerte del presidente Gamarra durante la batalla puso punto final a la ambición peruana (y personal de Gamarra) por controlar la política boliviana. En Ingavi se aseguró la libertad y la soberanía de Bolivia. La paz llegó con la firma del Tratado de Puno el 7 de junio de 1842.
Causas
Las causas más importantes que dieron inicio al caudillismo militar fueron:
- Predominio de los jefes militares que se disputaban el control del Estado.
- Debate entre dos tendencias políticas: liberales – conservadores.
- Ruina económica de la élite criolla.
- Pugna entre dos tendencias: librecambismo-proteccionismo.
- Inicio de la demarcación de las fronteras bajo los principios del Utti Posidetis y libre determinación.
Consecuencias del caudillismo militar
Las consecuencias del caudillismo militar fueron:
Políticas:
- Inestabilidad política y social ante las constantes guerras civiles.
- Promulgación de múltiples constituciones.
Económicas:
- Recesión económica posindependencia: bandolerismo.
- Reactivación del tributo indígena que junto con las aduanas fueron las principales fuentes de ingresos del Estado.
Sociales:
- Mantenimiento la esclavitud y la servidumbre (yanaconaje).