En sus inicios los persas fueron un pueblo de pastores de origen indoeuropeo. A medida que evolucionaron desarrollaron una fuerza militar muy solida. Los guerreros del Imperio persa lograron unificar a varios pueblos del Creciente Fértil, extendiendo sus fronteras desde el mar Mediterráneo hasta la meseta de Irán, zona ubicada al este de Mesopotamia.
Ubicación
Hacia el año 1500 a.C., los medos y los persas se asentaron en la meseta de Irán. En el norte (región montañosa) se instalaron los medos; en el sur (región de las llanuras) los persas.
La región montañosa constituye un escenario geográfico cuya parte más elevada está constituida por la cadena de Elbruz, prologándose al norte hacia el mar Carpio, al este hasta el macizo del Hindukush, y al sur hasta el golfo pérsico. Esta última prolongación, formada de varias cadenas paralelas, separaba a Medos y Persas de los Asirios y Babilonios.
La región montañosa del Irán, que pertenecía en gran parte al reino de los Medos, era la más favorecida. Sus valles y laderas eran de gran fertilidad compuestas por una gran cantidad de afluyentes del río Tigris.
La región de las llanuras, es decir, de Persia antigua es, por el contrario, escabrosa y está cubierta de arcilla, salinas, desiertos y pantanos.
Evolución histórica
Los antecedentes del Imperio persa se encuentran principalmente en el pueblo medo.
Imperio Medo
Por el año 735 a.C., los medos empezaron a formar confederaciones de varias tribus. A principios del siglo VII se unificaron bajo una monarquía que logró desarrollar varios avances militares. Por su parte, los persas ubicados en el sur de irán, tambíen se unificaron bajo la Dinastía Aqueménida. Cerca de 50 años después, el reino Medo triunfó sobre los persas se convirtiéndolos en sus súbditos. Los medos se transformaron en un Estado poderoso y se unieron a los babilonios para atacar a los asirios. Después de la captura de Nínive en el año 612 a.C., el rey Ciáxares estableció el Imperio Medo, el primer imperio iraní conocido en el antiguo Cercano Oriente.
Imperio Persa
El hijo del rey Ciáxares, Astiages II, no logró sostener el gran imperio que su padre había creado. En el año 559 a.C., el nieto de Astiages II, Ciro II, se convirtió en el líder de los persas; los unió bajo su mandato y avanzó en una ofensiva en contra de los medos. En 550 a.C, logró su objetivo y tomó posesión de la región Media convirtiéndola en la primera satrapía o provincia del Imperio persa. Sus conquistas continuaron, las fuerzas armadas de Ciro anexaron al Imperio persa las ciudades-Estado griegas, en Mesopotamia anexaron Babilonia, incluso llegaron hasta Egipto.
Los descendientes de Ciro “Rey de Todo»: Cambises II, Darío I y Dario III continuaron en la conquista de territorio. Tuvieron que pasar dos siglos para que el último rey del imperio, Dario III, sea derrotado por Alejandro Magno.
Política
Los persas estaban aliados por una confederación la cual se reunía bajo un consejo permanente de carácter real, compuesto por siete príncipes que ejercieron autoridad sobre todos los miembros sin distinción alguna.
Economía y sociedad
Los persas se dedicaron básicamente a la agricultura y el comercio. Su sociedad fue esclavista.
Religión
La religión de los persas era el Mazdeismo, culto al dios Aura Mazda (650-583 a. C.) en los siglos VI a. C. y que fue iniciado por Zoroastro o Zaratustra y convertida en religión oficial del Imperio persa por Darío compartida con las divinidades Mithra dios de la luz, Ozmus del bien y Ariman el maleficio.
Literatura
La literatura religiosa sagrada de los persas era el Zend Avesta redactada en el siglo III d. C. donde se registraba el culto y el rito del juicio del alma.
La inscripción mandada a registrar por Darío en escritura cuneiforme en el Monte Behistun, en Irán, permitió lograr el desciframiento por Rawlinson.
Arquitectura
Dentro de la arquitectura del Imperio Persa destacan los palacios de Persépolis, Pasargada y Susa.