El año 630, Mahoma retorna a La Meca y en su guerra Santa convierte la Kaaba en templo de Alá y la península Arábiga será convertida al Islam hasta su muerte (632). Desde entonces la economía, sociedad y política de la civilización islámica se rigió por el Corán.
Organización económica del Islam
Los musulmanes practicaron la agricultura, desarrollaron para ello importantes sistemas de regadío: canales, acequias, pozos, fuentes, en sus reducidas áreas fértiles (oasis) como en los nuevos territorios conquistados con lo cual lograron ampliar la frontera agrícola y cultivar importantes productos llámese algodón, arroz, caña de azúcar, café, higos, melones, granadas, dátiles, alcachofas.
Practicaron también la ganadería, se dedicaron a la crianza de caballos de raza, camellos, mulos y cerdos. En cuanto a la actividad manufacturera las ciudades se especializaron en algunos productos, por ejemplo Damasco en armas de acero, Bagdad en alfombras, Mosul en sedas, gasas, muselinas, tules.
Con relación al comercio fue una de las más importantes actividades practicadas por la civilización islámica, Arabia era un puente estratégico entre Oriente y Occidente. Para su desarrollo se organizaron caravanas de camellos para recorrer sus amplias rutas terrestres, aunque también emplearon rutas marítimas para ampliar sus mercados (zoco).
La economía de la civilización islámica se caracterizó por el uso de las monedas del dinar (oro) y dirham (plata). Sus centros comerciales más importantes fueron Bagdad, Alejandría, Damasco, Córdoba. Traían además productos de la India (especias como clavo de olor, canela), China (seda, porcelana, té), África (oro, marfil, esclavos), España (frutas, aceite de oliva), etc.
Organización social del Islam
En el aspecto social, la civilización islámica fue una sociedad fuertemente jerarquizada y tradicional, se daba importancia a la familia, a la mujer y a los de más edad. Se componía de una fuerte aristocracia árabe de origen tribal.
Con el crecimiento económico la sociedad se vuelve más compleja provocando mayores tensiones entre ricos y pobres. En sus momentos de esplendor el Islam contó con una población que oscilaba entre 30 y 50 millones de habitantes. Debido a ello optaron por tener una posición muy abierta y tolerante respecto a la inmensa cantidad de súbditos que formaron parte del Imperio islámico. Esto fue importante para establecer consensuadas relaciones no sólo entre los miembros del grupo islámico llámese sirios, judíos, egipcios, persas, sino que también facilitó la posibilidad de sostener relaciones de diverso tipo con núcleos no musulmanes llámese bizantinos, venecianos, genoveses.
La estratega política de la civilización islámica superó la estricta visión de un mundo de solamente formado por fieles, lo cual le permitió convertirse en una importante potencia en su época. Esto también sirvió para ser un puente apto para la fusión de elementos de culturas muy distintas, que constituyeron buena parte del acervo cultural musulmán.
La tolerancia islámica se debe a que el musulmán podía tolerar la presencia de «infieles» no convertidos al islamismo, con la única condición de pagar un impuesto como castigo a esta «resistencia» de no aceptar la religión salvadora del Islam. Así la organización teocrática de la sociedad musulmana se basó en un elemento que aceptaba la división social y una capacidad por contener en su seno elementos no musulmanes.
Política de la civilización islámica
Con el establecimiento de los califatos se produjo una unión momentánea de las comunidades para iniciar una expansión militar y territorial, conquistando muchos pueblos del Asia, el norte de África y algunas zonas de Europa. En su etapa más avanzada constituyó un imperio territorial, obligando a los pueblos vencidos a pagar tributos.
Formas de gobierno:
Se distinguen las siguientes formas de gobierno de la civilización islámica:
Califatos: cuando los dirigía el Califa; era una monarquía teocrática, primero fue de carácter electivo basada en la idea del más capaz, y luego de tipo hereditaria, con lo que se formaron dinastías. Los hijos designados por el Califa tenían derecho a la sucesión.
Emiratos: Fueron territorios dirigidos por un Emir, que era un jefe militar delegado del Califa en el territorio ocupado. Aunque se producía etapas de fuertes crisis estos territorios podían proclamarse independientes convirtiéndose en califatos.
Shura: Fue el consejo consultivo del Califa, sus miembros se reunían en el Mexuar, que fue el local edificado para tales reuniones.
Gran Visir: Cumplía las funciones de primer ministro y fueron establecidos por los califas abbásidas.