Perú y Bolivia se aliaron mediante la llamada Confederación Perú-Boliviana, para buscar la integración política y económica regional del sur andino con el altiplano. Obteniendo de esta manera la hegemonía comercial en el Pacifico Sur.
¿Qué es la Confederación Perú-Boliviana?
La Confederación Perú-Boliviana fue un proyecto político que buscó la integridad territorial y comercial entre Bolivia y Perú.
Objetivos
Los objetivos de la Confederación Perú-Boliviana fueron:
- Búsqueda de la integración política y económica regional del sur andino con el altiplano.
- Obtener la hegemonía comercial en el Pacífico sur desplazando al puerto de Valparaíso: Política de puertos libres.
Características de la Confederación
En la Confederación Perú-Boliviana se adoptó el sistema federal, dividida en: Estado boliviano, el Estado Surperuano y Norperuano (este último se opuso). Se estableció un régimen autoritario en lo político y liberal en lo económico.
Desarrollo de la Confederación Perú-Boliviana
- Surgió con el Pacto de Tacna (1836).
- Andrés de Santa Cruz fue nombrado Supremo Protector por diez años.
- Constitución: Ley fundamental de la Confederación Perú – Boliviana (1837).
Oposición
No todas las partes estaban de acuerdo con la Confederación Perú-Boliviana, especialmente Chile, ya que sus intereses se veían directamente afectados. Otro opositor era Argentina, en menor medida. Ambos países sureños consideraron la Confederación como peligrosa para el equilibrio geopolítico y los intereses comerciales en la región.
Chile organizó, con apoyo de conservadores peruanos, dos campañas restauradoras, que derrotaron a la Confederación en la batalla de Yungay.
Historia de la Confederación Perú-Boliviana
Antecedente
La antigua unidad económica y política del sur andino seguía latente a inicios de la república, pese al desmembramiento ocurrido con la incorporación de Charcas al virreinato del Río de la Plata y la formación de la república de Bolivia en 1825. Tanto los líderes peruanos como los bolivianos aspiraban a restablecer la unidad bajo su hegemonía.
La guerra interna en el Perú provocó la intervención del general ahora boliviano Santa Cruz. Llamadas por el presidente legal del Perú Orbegoso, las fuerzas bolivianas cruzaron el Desaguadero y el 13 de agosto de 1835 vencieron a las tropas de Agustín Gamarra en Yanacocha. En diciembre Santa Cruz tomó la capital y el 7 de febrero de 1836 venció y fusiló a Felipe Salaverry en Socabaya. Santa Cruz quedó como dueño del país.
Creación de la Confederación Perú-Boliviana
Para asegurar el proyecto mantuvo la integridad territorial de Bolivia mientras que dividió en dos partes al Perú, el Estado Norperuano (Lima, Junin, Amazonas, La Libertad) y el Estado Surperuano (Arequipa. Cuzco, Ayacucho y Puno).
El sur quedó separado del norte y, eventualmente, podía ser incorporado a Bolivia si el norte se oponía a la confederación. Por sus mayores vínculos comerciales con Bolivia el Estado Surperuano se inclinaba por la confederación. El Estado Norperuano tuvo dificultades en su formación; pero, al final lo hizo. La confederación despertó recelos en Argentina y Chile.
Oposición
Los gobernantes chilenos entendieron el peligro que para su país representaba la aparición de una potencia política y económica en su vecindad. Chile se impuso la tarea de eliminar antes de su consolidación al Perú unificado.
El gestor de la actuación chilena fue el ministro Diego Portales. La claridad de su visión se muestra en la carta que enviara al jefe de la marina Manuel Blanco Encalada el 10 de septiembre de 1836: «La confederación (…) equivaldría a su suicidio [de Chile]. Unidos estos dos Estados aún cuando no sea más que momentáneamente, serán siempre más que Chile en todo orden de cuestiones y circunstancias (…) confederación ahogaría Chile antes de muy poco».
Los emigrados peruanos acudieron a Chile por apoyo para eliminar la confederación. La enemistad personal y la tendencia caudillescas pudieron más. Los intereses económicos-comerciales hicieron el resto.
Campañas Restauradoras
Chile organizó dos expediciones restauradoras, con militares peruanos. La primera fracasó rotundamente. La comandó Blanco Encalada y se dirigió a Arequipa, donde la confederación gozaba de simpatías. Se firma el Tratado de Paucarpata qué fue desconocido por Chile.
En la segunda expedición participaron militares peruanos como Gamarra, Castilla, Gutiérrez de la Fuente y otros. Se inició en julio de 1838. Los peruanos tuvieron mayor autonomía, pero como jefe actuó el general chileno Manuel Bulnes. Luego del enfrentamiento en la Portada de Guía o Piñonate (21 de agosto), las fuerzas peruano-chilenas ocuparon Lima. El enfrentamiento decisivo se dio en el callejón de Huaylas; es decir, cerca de la retaguardia de los restauradores, donde Santa Cruz nuevamente fue derrotado en la batalla de Yungay (6 y 20 de enero de 1839) con lo cual llegó a su fin la experiencia de reunificación desde Bolivia.
Fin de la Confederación
En julio de 1840, el Mariscal Gamarra dejó de ser presidente provisional para convertirse en presidente constitucional según la nueva carta magna de 1839, la cual era conservadora, autoritaria y centralista pese a haber sido dada en Huancayo.
Inmediatamente Gamarra preparó su campaña contra Bolivia. La aventura tuvo un final desafortunado. Las fuerzas militares y políticas bolivianas se unieron contra la invasión peruana que alcanzó La Paz el 15 de octubre de 1841. El 18 de noviembre en la hacienda Ingavi se produjo un enfrentamiento entre ambos ejércitos.
Muerte de Agustín Gamarra
La muerte del presidente Gamarra durante la batalla puso punto final a la ambición peruana (y personal de Gamarra) por controlar la política boliviana. En Ingavi se aseguró la libertad y la soberanía de Bolivia. La paz llegó con la firma del Tratado de Puno el 7 de junio de 1842.