La llegada de los españoles dio inicio a la conquista de América, una de las principales consecuencias de los descubrimientos geográficos. La primera campaña militar fue la de Cuba liderada por el conquistador Velázquez, a la que siguieron la campaña contra el Imperio azteca dirigida por Cortés, la encabezada por Pizarro contra el Imperio inca, y muchas otras más con diversos resultados.
Consecuencias de los descubrimientos geográficos
Los éxitos ibéricos lograron establecer colonias permanentes que llegaron a mantenerse a lo largo del tiempo. A diferencia de la colonización española, la de portugueses, holandeses y franceses se caracterizan por el hecho de establecerse como factorías de interés mercantil, sin la intensión de establecerse permanentemente.
De manera esquemática podemos establecer las siguientes consecuencias de los descubrimientos geográficos:
Económicas
Europa se transformó económicamente, el eje mercantil hegemónico, el Mediterráneo, liderado por ciudades como Venecia, Florencia, Génova y Marsella, entró en decadencia. La conquista de América significó el paso del mundo Mediterráneo al mundo Atlántico y el predominio de ciudades mercantiles como Sevilla, Cádiz, Lisboa, Ámsterdam, Rotterdam y Londres.
El capitalismo inicial encontró una fase de despegue, caracterizada por el mercantilismo, donde los patrones de intercambio mercantil desigual se institucionalizaron mediante los monopolios coloniales, convirtiendo a las metrópolis en los países consumidores de materias primas para transformarlas en productos manufacturados y a las colonias en consumidoras de estos productos.
La actividad fundamental del dominio colonial español fue la minería de oro y plata, por lo que se impuso un modelo económico a los territorios conquistados basados además en la extracción y exportación de recursos naturales y materias primas, causando la continua destrucción del medio ambiente.
Se produjo un incremento del tráfico de esclavos de origen africano ante la necesidad de mano de obra en las haciendas y plantaciones de las colonias americanas. Por ello se entiende la actual existencia de un número importante de pobladores afrodescendientes en nuestros países.
El proceso de transformación del modelo productivo que exigió a los indígenas el pago del tributo a los invasores, transformó la economía de las poblaciones americanas. Lo mismo hizo el envió forzado de trabajadores a las actividades económicas, tanto públicas como privadas, en beneficio del nuevo orden económico.
A medida que la mano de obra en los pueblos era desviada de la producción nativa hacia otros fines, los sistemas andinos de producción rápidamente se desestructuraron. Por ello no sorprende, entonces, que se produjera una fuerte calda en las cosechas, contribuyendo así a la creciente escasez de alimentos y a una extensa hambruna en el sector indígena.
Sociales
Otra de las consecuencias de los descubrimientos geográficos fue la consolidación de la burguesía comercial europea, en especial la establecida en las ciudades mercantiles de Sevilla, Cádiz y Lisboa y las manufactureras como Ámsterdam, Rotterdam y Londres. Convirtiéndose en el mayor apoyo de las monarquías autoritarias mediante pago de impuestos, préstamos y donaciones.
La emigración de pueblos europeos hacia las tierras invadidas generó una población con mestizaje genético y cultural entre pueblos originarios, africanos subsaharianos, y los mismos europeos, a pesar de una legalidad que buscó separar a los blancos de las castas, consideradas inferiores por su condición de explotados económicamente y sometidos políticamente.
La llegada de los españoles provocó un colapso demográfico. Las causas las podemos encontrar en la situación de estado de guerra permanente, desde los años de las conquistas, pasando por las guerras civiles entre los conquistadores, las entradas a las zonas fronterizas y los levantamientos indígenas. A lo que hay que sumar todas las penurias causadas por la naturaleza del sistema económico de explotación colonial, que al centrarse en la producción minero-metalúrgica incrementó los niveles de riesgo físico para los trabajadores.
Como resultado de la guerra permanente, el sistema económico de explotación colonial y el trauma psicológico de la conquista, tenemos una situación propicia para la propagación de todo tipo de epidemias que se expanden desde el norte del continente, enfermando a los pobladores que no tenían ninguna resistencia inmunológica contra virus y bacterias traídas por los conquistadores españoles, o ya existentes en América, pero exacerbadas por las duras condiciones de la época.
Culturales
La expansión de la civilización europeo-occidental mediante las conquistas españolas y portuguesas impuso el uso obligatorio de sus respectivos idiomas, al igual que su religión católica como base de la justificación moral de la explotación económica colonial, es decir, la evangelización, por lo que se buscó la destrucción de las religiones y las manifestaciones culturales aborígenes.
La llegada de los europeos a América permitió la difusión mundial de diversidad de alimentos desarrollados por las culturas aborígenes americanas, que en la actualidad constituyen el 75% de los alimentos consumidos por la humanidad, como son el maíz, la papa, el frejol, el camote, la calabaza, el tomate, el cacao, el maní, la palta, los ajíes, la yuca, entre los más importantes.
En América los europeos impusieron una serie de productos propios de sus hábitos de consumo alimenticio, como los árboles frutales, el trigo, el arroz, la cebada, el centeno, y la avena, el olivo, la vid, el higo, entre otros, provenientes de la Península Ibérica, la caña de azúcar traída de las Islas Canarias y de Madeira, y el café de las posesiones portuguesas africanas. Además de todo tipo de animales útiles tanto para labor, como caballos, burros y asnos, como para alimentación, como vacunos, ovejas, cabras, cerdos, gallináceas y conejos entre otros.
Políticas
La principal consecuencia política fue la formación de los imperios coloniales de duraron hasta el siglo XIX, como fueron el portugués que controló Brasil, en América, Senegal y Congo, en África, Ormuz, Ceilán, Calicut y Macao, en Asia.
El Imperio español dominó desde el Golfo de México, empezando por la Península de La Florida, hasta el Cabo de Hornos al sur del continente, es decir, todos los actuales países de habla española en América. A lo que se unió el control de Cabo Verde, Túnez y varios emplazamientos en las costas de Marruecos y Argelia, en África. Y en Asia controlaron Filipinas.
Los ingleses iniciaron su imperio colonial con el establecimiento de su primera colonia en Norteamérica en 1584 que llamaron Virginia desde donde se expandieron conquistando otros territorios. Los franceses se establecieron en Canadá y el valle del río Misisipi, gracias a las expediciones del marino René Cavelier de La Salle entre 1667 y 1687, que nombró a este valle como La Louisiane, en 1682, en honor al rey Luis XIV.