El 28 de junio de 1914, el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo dio inicio al conflicto, lo que desencadenó una serie de alianzas y tensiones que llevaron al estallido de la Primera Guerra Mundial que iniciaría con la famosa Guerra de trincheras.
Guerra de trincheras o Guerra de posiciones defensivas (1915-1917)
Después de la batalla de Mare la ilusión alemana de una guerra rápida se desvanece, iniciándose un conflicto de desgaste con ofensivas parciales (con altos costos de pérdidas humanas y materiales) y de inmovilidad de los ejércitos estabilizándose el frente.
Para resguardarse del fuego, los ejércitos se hundieron en las trincheras, una red de fortificaciones subterráneas y alambradas -bunkers- que extendió la línea del frente, lo que hizo muy difícil su ruptura, por ello se buscó consolidar las posiciones ganadas, no habiendo avances significativos, la potencia de los nuevos recursos bélicos, como la ametralladora y la artillería volvía precaria cualquier maniobra de movimiento. Comprendían dos líneas paralelas que Iban desde Suiza hasta el Mar del Norte cubriendo 850 kilómetros, lo cual hizo que se abrieran nuevos frentes de combate al intervenir Italia y Turquía en la contienda.
Frente Occidental:
Durante la Guerra de trincheras en la frontera franco-alemana, los germanos construyeron la Línea Sigfrido, a pesar de ello intentaron romper las líneas enemigas concentrando en un punto la mayor cantidad de fuerzas. Esto se intentó llevar a cabo en la batalla de Verdún, pero el ejército franco-británico dirigido por Henri-Philippe Petain se mantuvo firme, deteniendo el avance de los alemanes entre el 21 de febrero y el 24 de junio de 1916, murieron 530.000 soldados. Luego vendría la batalla de Somme donde el ejército franco-británico dirigido por el general francés Ferdinand Foch pasó a la ofensiva lanzándose sobre el ejército alemán en julio de 1916, consiguiendo una débil victoria al no lograr la ruptura del frente alemán. Fue la batalla que registró el mayor número de bajas de toda la guerra con 1.200.000 muertos.
Frente Oriental:
La guerra en este frente prosiguió con avances por parte de Alemania en territorio ruso aunque se mantuvo relativamente estable hasta la firma del Tratado de Paz de Brest-Litovsk (1918). Rusia en ese momento estaba en poder de los bolcheviques (comunistas) los cuales tenían la necesidad de consolidar su poder, por lo que era una tarea imperativa la firma de la paz. Alemania vio la posibilidad de firmar una paz por separado con Rusia debido al triunfo de Lenin que por este tratado se retiró de la guerra recibiendo garantías de Alemania de no ser atacada. A cambio de la paz Rusia renunciaba a Finlandia, Polonia, Estonia, Livonia, Curlandia. Lituania. Ucrania y Besarabia, que a partir de entonces quedaron bajo el dominio y la explotación económica de los Imperios Centrales También entregó Ardahan, Kars y Batumi al Imperio turco.
Frente extraeuropeos:
Si bien los principales esfuerzos bélicos de los bloques de potencias se concentraron en los frentes Occidental y Oriental, la guerra se libró en diferentes escenarios. Así podemos hablar de un Frente Africano donde se enfrentó Alemania apoyada por sus colonias contra Inglaterra y Francia; Frente Asiático y Oceánico donde combatieron los alemanes que defendían sus escasas posesiones en el Pacifico contra Japón y las colonias inglesas; Frente de los Balcanes donde lucharon Serbia, Montenegro, Inglaterra, Francia y Rusia y posteriormente Rumania y Grecia contra Alemania, Austria-Hungría, Turquía y Bulgaria; Frente Alpino donde pelearon Italia que se había cambiado de bloque contra Alemania y Austria-Hungría; Frente Turco donde el Imperio turco luchó contra Inglaterra, Francia y Rusia.
A pesar de la apertura de todos estos frentes la situación de conjunto permanece estable, lo que si produjo fue el agotamiento en algunos países cansados de la guerra de desgaste que se buscó imponer.