Las trece colonias eran territorios bajo control británico ubicados a lo largo de la costa este de lo que hoy es Estados Unidos. Estas colonias eran Massachusetts, New Hampshire, Rhode Island, Connecticut, Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania, Delaware, Maryland, Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia. Conoce las causas de la Independencia de los Estados Unidos.
Origen de las Trece colonias
El origen de la colonización de las Trece colonias se remonta al siglo XVI con la expansión europea y los viajes de descubrimiento. Los ingleses se apoderaron de la región de la costa central-sur este de Norteamérica, fundando la primera colonia en Virginia el año 1607 por sir Walter Raleigh.
Las colonias tenían cierta autonomía política con instituciones locales que elegían a sus propias autoridades bajo el dominio de Inglaterra que se hacia representar en cada colonia bajo un gobernador. A diferencia de Francia o España, las 13 colonias se desarrollaron sin el apoyo directo estatal aunque siempre quedaron bajo el sometimiento del Imperio británico.
Contaban también con autonomía religiosa practicando libremente sus creencias y autonomía económica dedicándose a la agricultura de exportación (tabaco, arroz, algodón) a través de plantaciones en el sur trabajadas por numerosos esclavos negros importados de África y a la manufactura y comercio, sumado a las pequeñas propiedades productoras de cereales, hortalizas y ganadería en el norte.
Causas de la Independencia de los Estados Unidos
Guerra de los Siete Años (1757-1763):
Fue una confrontación entre Austria y Prusia que contó con la participación de varios estados entre ellos Francia que apoyo a los austriacos e Inglaterra que apoyo a los prusianos. Uno de los escenarios de lucha fue el territorio de Norteamérica cuyas consecuencias influirían en la guerra de independencia.
Dicha conflagración terminó con el Tratado de Paris en 1763. Puso fin al dominio de Francia sobre el Canadá, no obstante Inglaterra no sacó mucho provecho económico de dicha guerra. Francia conservaba los derechos pesqueros en Terranova y la población católica francófona de Canadá recibiría un trato de respeto con bastante autonomía respecto de Inglaterra.
Creación de impuestos:
Los gastos en dicha guerra obligarían a los ingleses a imponer una serie de cargas económicas sobre sus colonias norteamericanas. También es importante señalar que Francia dejó de ser un peligro para las colonias inglesas, cuyos habitantes tomaron conciencia de su fuerza política y económica.
Impuestos y restricciones a la actividad mercantil de los colonos que favorecieron el comercio ingles fueron aplicados por el rey Jorge III. Esto fue producto del déficit fiscal que afrontaba la corona inglesa por los gastos ocasionados debido a la Guerra de los Siete Años. También los colonos debían sufragar los gastos que ocasionaba el ejército inglés destacado en las colonias.
Protestas:
En 1764 el gobierno inglés fijó el Sugar Act que controlaba el comercio del azúcar para con ello impedir principalmente su contrabando. En 1765 se estableció el Stamp Act un derecho de timbre a los documentos, libros, periódicos, imprenta. Los colonos protestarían, alegando que los impuestos eran ilegales, porque los afectados carecían de representación en el parlamento de Londres.
Impuesto al té:
El impuesto al té, agravaría la tensión en las colonias en la medida que era un producto de consumo cotidiano. En 1773, se promulgó el Tea Act para salvar de la ruina económica a la Compañía de las Indias Orientales. Se autorizó a la empresa a vender directamente el té en las colonias por medio de sus agentes y en condiciones monopolistas en vez de subastarlos en Gran Bretaña. Así el conflicto estallaría principalmente a raíz de los nuevos impuestos aprobados por el parlamento inglés.