La crisis imperial inició con los propios conflictos entre miembros del Imperio incaico, la llegada de los españoles solo fue una estocada para que el Tahuantinsuyo llegara a su fin.
La historia más difundida fue el enfrentamiento entre dos hermanos: la guerra entre Huáscar y Atahualpa. Repasa este breve resumen…
Huáscar, duodécimo Inca del Tahuantinsuyo, era hijo de sangre de Huayna Cápac y de su esposa legítima Araua Ocllo, llegó a ser uno de los terceros con acceso al trono. Tras la conquista de Quito, su padre la convirtió en segunda capital y residencia del Inca, viviendo en ella con una princesa quiteña y el hijo que había tenido con ésta, Atahualpa. Huáscar, por su parte, siguió residiendo en Cusco junto a su madre.
A la muerte de Huayna Cápac, en 1525, Huáscar fue proclamado Inca con el apoyo de la nobleza tradicional y en contra de la última voluntad de su padre. Coronado en Cajamarca, fue reconocido en todo el imperio, excepto en el reino de Quito, donde gobernaba su hermanastro Atahualpa, que fue elegido Inca por el ejército y el pueblo.
Ahora sí, estas listo para profundizar sobre el enfrentamiento entre estos dos hermanos: Huáscar y Atahualpa, que dio inicio a la caída del Imperio incaico.
El gran gobierno de Huayna Cápac
El Tahuantinsuyo llegó a su máxima expansión en el período que corresponde al gobierno del Inca Huayna Cápac. Las crónicas mencionan que en ese momento adquirió preponderancia el centro administrativo de Tumipampa (Cuenca-Ecuador), es posible que debido a su cercanía con zonas productoras de bienes importantes, como el maíz, o el mullu en las aguas calientes al oeste y la coca al este.
Tumipampa vs el Cusco
Es posible también que Tumipampa adquiriera importancia como un centro redistribuidor, pues estando los centros administrativos cada vez más lejos del Cuzco, podría entenderse que el movimiento de gente y de bienes para la redistribución resultara más caro o difícil.
Lo cierto es que Huayna Cápac convirtió a Tumipampa en un centro sagrado que podía rivalizar con el Cuzco; ello originó una rebelión de miembros de la élite (orejones) que, proclamándose «defensores del Sol», se opusieron al Inca. El conflicto fue solucionado con especiales repartos de prebendas y la promesa de Huayna Cápac de retomar al Cuzco.
Enfermedad que mata
Las crónicas afirmas que Huayana Capac viaja al Cuzco cuando se enfermó tal vez de viruela. Como la sucesión no era automática, como en las monorquias europeas, se inició un complicado proceso entre los auquis principales candidatos al trono.
¡Hey, sabemos que quieres saber más! Sabías que… la civilización incaica se caracterizo por ser un Estado teocrático, militarista y multiétnico. Así, cada funcionario dentro del Tahuantinsuyo cumplía una función especifica.
Organización política del Imperio incaico: Autoridades y sus funciones
Muerte del sucesor y aparición de Atahualpa
Los cronistas afirman que el Inca debía ser elegido en el Coricancha por el Sol. Huayna Capac había designado dos sucesores: Ninan Cuyochi y Huáscar. Ambos fueron sometidos a un ritual oracular o kallpa, donde la forma que adquirieran los pulmones de una llama sacrificada al inflamarse mostraría la opinión del dios Sol. Ninan Cuyochi murió y se pidio un nuevo candidato al Inca, pero éste ya había muerto. Los cronistas relatan que Huáscar quedó como Inca; Atahualpa siguió viviendo en Quito. No hubo un ritual de la kallpa para Atahualpa.
Huáscar vs Atahualpa
El conflicto estalló luego de una serie de embajadas enviadas por ambos. Un primer ejercito de Huáscar venció a Atahualpa en Tumipampa y lo apresó; pero Aatahualpa se escapó gracias a la aparición «milagrosa» de un inca amaru enviado por el Sol. Éste convirtió a Atahualpa en serpiente (amaru), la cual entró al subsuelo y emergió fuera de la prisión. A partir de allí las crónicas solo mencionan victorias de Atahualpa. En este contexto de guerra civil nobiliaria es que llegaron los españoles.
Llegada de Francisco Pizarro
En 1524, Francisco Pizarro y Diego de Almagro se decidieron por explorar el sur; se unieron a Hernando de Luque, residente en Panamá y, así, partieron rumbo al Perú. En total se realizaron 3 viajes.
La capitulación que dio inicio
Gracias a la capitulación de Toledo (26 de julio de 1529) que les aseguraba para sí los derechos de conquista se embarcaron en una dura batalla por conquistar al Perú.
La capitulación dio inicio oficial a la conquista del Perú y es antecedente de las futuras guerras civiles entre los conquistadores.
Preparación para la conquista
Antes de partir de regreso a Panamá, Pizarro pasó por su pueblo para reclutar a sus hermanos Hernando, Gonzalo, Juan y a su medio hermano Martin de Alcántara. Necesitaba hombres de su entera confianza para la empresa que recién se iniciaba. También llevó algunos familiares de Almagro. De retorno, se aplazaron las desavenencias para preparar la tercera expedición.
La táctica de los conquistadores
Se decidió aplicar la misma táctica que emplearon los hombres de Hernán Cortés en la conquista del imperio azteca. Es decir, enfrentar indios contra indios. En la práctica esa táctica ya la venían aplicando desde las guerras de reconquista contra los musulmanes y en la conquista de las Antillas.
LLegada al Tahuantinsuyo
Desde su llegada al Tahuantinsuyo los españoles recibieron apoyo de los pueblos que veían en los recién llegados a unos aliados temporales. Lo que no tuvieron en cuenta es que los españoles no habían llegado a ayudar a nadie sino a someter a todos. El mayor apoyo que recibieron provino de parte de los tallanes, chimúes, chachapoyas, cañaris, jaujas y huancas.
En el sector incaico no hubo unidad. La victoria de Atahualpa había escindido a la nobleza cusqueña al punto que parte de ella también vio en los españoles una posible ayuda para recuperar el trono. Por ejemplo, Inca Paullu, hermano de Manco Inca, apoyó a los conquistadores.
La conquista: De Piura a Cajamarca
Los españoles se asentaron en el valle de Chiara donde fundaron San Miguel (1532), la primera ciudad española en el Perú. Se estableció el primer cabildo y se dispusieron las primeras construcciones.
La estancia en Piura les sirvió para establecer las alianzas necesarias y es aquí donde se realizó la gran masacre de 13 curacas que fueron acusados de conspirar, los mismos que terminaron en lo hoguera. Los europeos ahí se enteraron de que en la ciudad de Cajamarca se encontraba el Inca Atahualpa, quien había vencido en forma definitiva a Huáscar después de una sangrienta guerra civil de dos años de duración.
Atahualpa apresado: el fin del Tahuantinsuyo
El 16 de noviembre de 1532 el inca Atahualpa fue tomado prisionero cerca a los Baños de Pultumarca (Cajamarca). Los españoles no se atrevieron a matarlo, pues no se sentían seguros rodeados por el ejército incaico. Más bien les resultó mucho más útil mantenerlo vivo. Por su vida se ofreció el famoso rescate de dos cuartos de plata (11 793 kg) y uno de oro (6 087 kg). Es así como se sella el fin del Imperio incaico.