Con el dinero del guano también se dictaron medidas populares. Los impuestos, o desaparecieron, o se mantuvieron en sumas cada vez más mínimas. La medida más importante de este tipo fue la abolición del tributo indígena asumida por el gobierno de Ramón Castilla en 1854-1855. Posteriormente, se daría la abolición de la esclavitud.
En 1851, el propio Ramón Castilla había organizado las cosas para que el Congreso eligiera como nuevo presidente a un leal lugarteniente suyo, el general Rufino Echenique, veterano también de las guerras de independencia y activo participante en las revoluciones posteriores. Su régimen hubo de arrastrar el costo político de la consolidación de la deuda interna. Cuando se hizo evidente que la intranquilidad pública podía estallar en alguna revolución, Castilla optó por adelantarse encabezando la suya propia.
¿Cómo se logró la abolición de la esclavitud en el Perú?
La abolición de la esclavitud y el tributo indígena y poner freno al fraude desatado en la operación de la consolidación de la deuda, fueron armas políticas clave con las que Castilla consiguió la adhesión popular y pudo ganar el decisivo encuentro militar de La Palma, en las afueras de Lima, el 5 de enero de 1855.
El 6 de enero se repitieron en la capital las escenas de violencia y pánico de julio de 1821. Turbas de todo color asaltaron las casas de los “consolidados”, y también otras, poniendo nuevamente en evidencia las profundas brechas sociales que fragmentaban a la sociedad peruana.
La compra de la abolición de la esclavitud
Los dueños de los esclavos fueron indemnizados con el dinero del guano. En ese momento, el número de esclavos ya había descendido con respecto a la independencia, siendo manumitidos unos 26 mil. Se trataba, además, de un sistema laboral en completa crisis, por la dificultad de importar nuevas “piezas de ébano” y las constantes fugas y sublevaciones de la mano de obra negra que se producían, como la de Trujillo, en 1851.
Bonos para comprar la libertad
Los antiguos propietarios de esclavos fueron indemnizados con bonos por valor de 300 pesos por esclavo, por lo que se sintieron bien servidos por la medida. A lo largo de los años, los mismos esclavos habían ensayado diversas formas de resistencia y negociación a su condición de marginación, las que lograron erosionar las bases económicas y sociales de la esclavitud. Entre ellas estaba la compra de su libertad, la huida de las haciendas, y la manumisión. Todo ello contribuyó a sentar las bases para la abolición de la esclavitud en el Perú.
¿Qué pasó con los esclavos?
La mayoría de esclavos permaneció en las mismas haciendas donde habían sido esclavos, pero trabajando ahora como jornaleros, pero no faltaron quienes optaron por emigrar a las ciudades. También ocurrió la dramática situación de quienes quisieron permanecer en las haciendas donde habían nacido y había transcurrido toda su vida, pero fueron expulsados por los hacendados, por tratarse de hombres viejos, de quienes la coyuntura de la abolición les dio la ocasión de deshacerse. Algunos libertos se dedicaron también al bandolerismo.