Durante el período de la República Roma se extendió por toda la región del Lacio hasta la desembocadura del Tíber. Sometió a los volscos, y luego a los samitas de la región de los Apeninos centrales. También dominaron a los etruscos, e incorporaron las colonias griegas de Crotona y Tarento. Finalmente Roma conquista el mediterráneo.
Expansión romana
En el proceso de expansión de la Antigua Roma se distinguen tres fases: la conquista de Italia, el dominio del Mediterráneo occidental y la conquista del Mediterráneo oriental.
Conquista de la Península Itálica
La conquista de Italia se produce entre los siglos IV-III a.C. Se desarrollaban guerras contra los etruscos y los samnitas. Finalmente, Roma logra conquistar la Magna Grecia.
Guerras Samnitas
La expansión romana se inició con la conquista de los pueblos que vivían en la parte central de la Península Itálica como ocurrió con algunas tribus itálicas y los etruscos. Destaca el triunfo romano en las llamadas guerras samnitas que al cabo de tres guerras le permitió controlar gran parte de la Peninsula Itálica.
Guerras Pirricas
La Magna Grecia liderada por Tarento ante el avance arrollador de los romanos, pidió ayuda militar a Pirro, rey de Epiro, que fue vencido por los romanos regresando a Grecia. Después de esta victoria, Roma dominaba ahora el sur de la Península Itálica.
Conquista del Mediterráneo Occidental
El conflicto entre Roma y Cartago entre los siglos III-II a.C. dio lugar a las llamadas guerras púnicas (los romanos llamaban «púnicos» a los fenicios). Roma logró tener presencia en la Hispania, el norte de África y en las Galias.
En total se desarrollaron tres guerras púnicas debido a la pugna que se dio contra Cartago por el control del Mediterráneo.
Primera Guerra Púnica (264-241 a. C.)
El problema que dio origen a la primera Guerra Púnica fue creado por el reclamo de Mesina ante la presencia de los cartagineses. El cónsul Duilio venció en Mile (264 a. C.) a los cartagineses.
En el año 241 a. C. los romanos tuvieron otra victoria naval frente a las islas Egates, después de lo cual Cartago se comprometió a evacuar sus posiciones y Sicilia fue convertida en provincia romana.
Segunda Guerra Púnica (218-211 a. C.)
En el año 219 a. C. Aníbal, hijo de Almícar Barca, reanudó las hostilidades contra los romanos; destruyó la ciudad de Sagunto, aliada de Roma. La defensa romana estuvo a cargo de cónsules que fueron derrotados sucesivamente. En el año 218 a. C Aníbal atravesó los Apeninos y en el año 217 a. C venció a los romanos en las batallas de Tesino, Trebia, Trasimeneo y también en Cannas en el año 216 a. C.
En el año 202 a. C. se lleva a cabo la batalla final de la Segunda Guerra Púnica, las fuerzas romanas atacan por Hyspania y luego pasaron a África. Esta última batalla se lleva a cabo cerca de la ciudad de Cartago en Zama, donde es derrotado Aníbal por Escipión “El Africano” (146 a. C).
Tercera Guerra Púnica (149-146 a. C.)
El pretexto es el ataque de Cartago a Masimisa. Se da una tercera guerra contra Cartago por la insatisfacción con el tratado de paz que se suscribió. Esto se llevó a cabo entre los años 149 y 146 a. C. Cartago fue incendiada y su territorio convertido en provincia romana.
Conquista del Mediterráneo Oriental
En la conquista del Mediterráneo Oriental Roma somete a Grecia, Macedonia, Siria, Palestina, Egipto, el norte de África, entre otros territorios. Después de todas estas conquistas, Roma se convierte en la primera potencia del Mediterráneo.
Consecuencias de la Expansión romana
Uno de los resultados de la política militar y la conquista de Cartago fue que Roma se convirtió en la primera potencia del mar Mediterráneo, que ellos denominaban el Mare Nostrum.
Asimismo, aparecen nuevos elementos propios de un gobierno aristocrático para gobernar las provincias conquistadas, como los procónsules, que le quitaron autoridad al senado y a la asamblea. Los patricios y nobles adquirían cada vez más riquezas que le otorgaban poder ilimitado
Aparece el sistema latifundista como expresión del dominio y poder de la tierra, esto produjo la decadencia de la agricultura por falta de una orientación técnica. Con ello la cantidad de esclavos aumentó.