La Primera Guerra del Golfo, fue un conflicto militar que tuvo lugar entre enero y febrero de 1991, tras la invasión de Kuwait por Irak en 1990. La Segunda Guerra del Golfo Pérsico comenzó en marzo de 2003 y fue una invasión liderada por Estados Unidos para derrocar al régimen de Saddam Hussein en Irak.
Intervenciones norteamericanas en el Medio Oriente
Desde la década de los noventa se producen intervenciones arbitrarias de los EE.UU. sobre el Medio Oriente, realizadas con el pretexto de acabar con el terrorismo y los «enemigos de la libertad». Con aquellas intervenciones el Estado norteamericano busca acabar con cualquier amenaza a sus posiciones en Oriente, lugar estratégico por el petróleo.
Intervenciones que buscan extender mercados, la defensa de intereses geopolíticos y el control de recursos naturales que se ven favorecidas por la desintegración de la URSS a la cual buscan mantener dividida.
Primera Guerra del Golfo pérsico: 1990-1991
Causas:
La crisis económica por la que atravesó Irak después de la guerra con Irán hizo que Hussein rompiese con su aliado norteamericano, impulsando una política nacionalista, militarista y expansionista sobre las áreas más cercanas que le podrían facilitar recursos.
Irak decidió invadir el rico emirato petrolero de Kuwait en 1990 convirtiéndola en provincia, provocando el rechazo internacional en especial por parte de EE.UU. quienes rompieron con Hussein, buscando detener el expansionismo de Irak, controlando el petróleo y reforzando su presencia en Medio Oriente.
Hechos:
El presidente George Bush de EE.UU. organizó una alianza multinacional formada por más de 30 países de todo el mundo dirigiendo la Operación Tormenta del Desierto a mediados de enero de 1991, con una técnica militar avanzada y con el uso de computadoras que coordinarán los planes de ataque. Finalmente la coalición se impuso y expulsó a los iraquíes de Kuwait. Sin embargo se permitió que Saddam Hussein se mantuviese en el poder en Bagdad para evitar que los fundamentalistas islámicos tomasen el poder, desestabilizando aún más la región.
Consecuencias:
La soberanía iraquí fue recortada al imponerse varias zonas de exclusión aérea en su propio territorio y al ser obligada a aceptar la presencia de varios equipos de inspectores de la ONU. Es así como Irak aceptó destruir sus armas de destrucción masiva, permitió establecer en el norte de Irak una región autónoma para los kurdos. El resultado de la guerra y las posiciones tomadas convirtieron a EE.UU. en la máxima potencia militar mundial convirtiéndose en el ente rector de las relaciones internacionales, que fueron usadas en su beneficio asumiendo actitudes unilaterales supuestamente para defender la paz mundial.
Intervención norteamericana en Afganistán (2001):
El 11 de setiembre del 2001, se produjo un impresionante atentado al interior de los EE.UU., cuando tres aviones comerciales secuestrados por terroristas chocaron contra el edificio del Pentágono, en Washington, y las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York. La magnitud del atentado, atribuido a la organización radical islámica Al Qaeda y su líder Osama Bin Laden, cuya sede estaba en Afganistán conmocionó a la opinión pública mundial e hirió profundamente el orgullo estadounidense al desvanecerse su imagen de invulnerable.
Los atentados del 11 de setiembre del 2001 contra Estados Unidos fueron utilizados por la administración del presidente George W. Bush (2000-2008) como justificación para la puesta en práctica de una nueva estrategia internacional.
Posiblemente esta no fue fruto de una reacción inmediata tomada para olvidar el traumatismo que causaron los atentados, sino el resultado de una madurada decisión: La aplicación estricta del unilateralismo -dominio mundial de la potencia hegemónica-. De forma inmediata, y contando en principio con todo el apoyo internacional, Estados Unidos apoyado directamente por Gran Bretaña inició la llamada «guerra contra el terrorismo», que tuvo su primer acto en la invasión a Afganistán, derrocando al régimen talibán y colocando un gobierno aliado presidido por Hamid Karzai.
Segunda Guerra del Golfo Pérsico (2003):
En marzo del 2003, Estados Unidos y Gran Bretaña, contra el parecer de gran parte de la población mundial y de los gobiernos de Francia y Alemania que rechazaban la decisión norteamericana de tratar asuntos globales unilateralmente, se lanzaron a la conquista de Irak sin contar con la cobertura legal de la ONU. Estados Unidos y Gran Bretaña justificaron la agresión contra el régimen dictatorial de Saddam Hussein por el peligro que para la paz mundial suponía su teórico arsenal de armas de destrucción masiva y por su conexión con las redes terroristas del extremismo islámico como Al Qaeda. Sin embargo no se encontraron dichas armas.
El dictador iraquí Saddam Hussein, fue derrocado y posteriormente ejecutado, la actitud unilateral de Estados Unidos ha sumido a la comunidad internacional en la incertidumbre y puesto en entredicho a la mayoría de las organizaciones supranacionales. La ONU fue cuestionada sufriendo una de las peores crisis de su historia, y las desavenencias en el seno de la OTAN amenazan también su viabilidad futura.