Los últimos «reyes holgazanes» tuvieron en Carlos Martel un mayordomo real que derrotó a los árabes en Poitiers (732), luego Martel derrocará la dinastía merovingia y gobernará hasta que su hijo, Pipino «El breve» se logra nombrar como el primer rey de la dinastía carolingia.
Los francos
El antecedente histórico inmediato de la dinastía carolingia es la tribu de los Francos y la fundación fue sellada por Pipino o «El breve». Etimológicamente, francos significa “hombres libres y atrevidos”. Fueron guerreros corpulentos, de tez blanca, ojos azules, con el cabello rapado por delante y largo por detrás.
Origen de la dinastía carolingia
Después de la muerte de Carlos Martel, el cargo de Mayordomo de Palacio fue dividido como era la costumbre de los francos entre sus dos hijos: Pipino «el Breve» -fue llamado así debido a su baja estatura- y Carlomán I, quien abdicó al poco tiempo a favor de su hermano Pipino «el Breve». Derrocó a Childerico III, último rey merovingio, contando con la aprobación del Papa Zacarías -se veía amenazado ante el avance de los lombardos-proclamándose posteriormente rey de los francos en el 751 ante la asamblea nobiliaria de Soissons, fundando la dinastía Carolingia, llamada así en honor de su padre Carlos Martel.
Pipino «el Breve»
La nueva dinastía emprendió ante todo la unificación del territorio de la antigua Galia expulsando a los árabes de Provenza y reduciendo a la obediencia al ducado de Aquitania. En este proceso se produjo el establecimiento de una relación política entre la Iglesia católica y el Estado carolingio, debido a que la Iglesia Católica quedó debilitada por los conflictos con la Iglesia de Constantinopla, las disidencias internas y la amenaza del reino Lombardo.
El papado legitimó las aspiraciones carolingias, a cambio Pipino «el Breve» obsequió al papado grandes territorios del centro de Italia, que fueron la base de los llamados «Estados Papales o Pontificios», los cuales durarían varios siglos. Para su «protección» el reino Franco estableció un protectorado sobre la Santa Sede.
Carlomagno
Pipino el Breve murió en el 768 y el reino franco era heredado por sus dos hijos: Carlos y Carlomán, que al poco tiempo fallece. Con este nefasto hecho, Carlos es reconocido como único rey. Por sus brillantes prendas de carácter y sus exitosas campañas militares, fue apellidado el Magno (grande) y ha pasado a la historia con el nombre antes mencionado: Carlomagno.
Carlomagno restableció un equilibrio de poder entre el emperador y el papa y dio inicio a lo que sería el gran Imperio Carolingio.