Los reyes de la dinastía merovingia emprendieron una activa política de cristianización y asentaron las bases de la Francia medieval.
¿Qué era la Dinastía merovingia?
Fue el nombre de una familia dinástica de estirpe germánica que gobernó la actual Francia, Bélgica, una parte de Alemania y de Suiza entre los siglos V y VIII. Esta dinastía fue fundada por Meroveo y tuvo como su principal monarca a Clodoveo, quien después de lograr importantes conquistas adoptó el cristianismo aliándose con el papado de Roma que le brindó su apoyo.
Clodoveo fue también reconocido por el emperador bizantino que no quería perder su influencia en Europa Occidental. Introdujo además la tradición germánica de considerar el reino como un patrimonio personal del rey, la cual debería ser repartida por partes iguales entre los sucesores, situación que podía producir fuertes conflictos. Para evitar esta situación aprobó la Ley Sálica buscando regular la sucesión al trono, excluyendo a las hijas de la herencia paterna, excepto en representación de los hijos menores de edad.
Decadencia de la dinastía merovingia
Tras la muerte de Clodoveo, los reyes merovingios se sumieron en la decadencia y estallaron fuertes guerras civiles y luchas por la sucesión al poder. Esta anarquía fue consecuencia de la falta de un poder centralizado de carácter fuerte que provocó una fragmentación del reino entre los cuatro hijos sucesores de Clodoveo, territorios que también entraron en conflicto incluso entre ellos. Estos fueron Austrasia, Neustria, Aquitania y Borgoña.
«Reyes Holgazanes»
Las guerras debilitaron a la dinastía merovingia fortaleciendo a la nobleza. Los monarcas que vinieron fueron conocidos con el nombre de «Reyes Holgazanes» debido a su incapacidad para dirigir los asuntos de Estado. Esto incrementó aún más el poder de la nobleza terrateniente, pasando la autoridad a las más poderosas familias que gobernarían con el titulo de «Mayordomo de Palacio» bajo la anuencia de los reyes que iban siendo postergados a funciones solamente ceremoniales.
Carlos Martel
La familia de los Pipínidas (posteriormente conocida como Carolingia), que ostentaba la mayordomía de Austrasia, se impuso tras fuertes combates a todas las demás mayordomías. Es de destacar el accionar de Carlos Martel apodado «el Martillo» -era de origen ilegitimo- que a pesar de concentrar todo el poder mantuvo aún a la monarquía merovingia designando como nuevo rey merovingio a Clotario IV, para evitar con ello una nueva fragmentación del territorio. También logró expandir el reino llegando a controlar toda las Galias, y a ocupar parte importante de la Germania, aunque su acción militar más importante fue contener el intento expansionista árabe en Europa Occidental en la batalla de Poitiers (732) y consolidar el Estado conquistando nuevos territorios y promoviendo su evangelización destacando en esta Bonifacio obispo de Turingia en Germania.