Un hecho importante en los siglos XIV y XV que servirá de tránsito para el fin de la Edad Media y el surgimiento de las monarquías, será la «Guerra de los cien años«. Ella marcará el fin definitivo de la Edad Media y el inicio de tiempos modernos.
Crisis económica
La peste que asoló Europa (1348-1350 d. C.), redujo la población en una tercera parte. La agricultura, principal sustento de la economía europea, no verá mermada su mano de obra por la peste, sino por la migración que los campesinos harán hacia las ciudades donde esperaban encontrar trabajo, comida y refugio.
Muchas tierras quedaron abandonadas y los señores tuvieron que arrendarlas a precios bajos. Aparte de ello, el clima, y el empobrecimiento del suelo contribuyó a la crisis del siglo XIV.
Crisis religiosa
El Papa Gregorio XI volvió a Roma y falleció; la elección de su sucesor originó un conflicto y fueron consagrados dos pontífices, uno quedó en Roma y el otro regresó a Avignón.
El gran cisma de occidente duró treinta y nueve años (1378-1417 d. C.). No era una disidencia religiosa sino un conflicto de autoridades: los Papas se excomulgaron recíproca- mente, haciendo extensiva la medida a sus seguidores.
Finalmente, se reunió un gran concilio en Constanza (sur de Alemania) que condenó las herejías de Wiclef y Hus y logró unificar el pontificado y cuyo titular quedó en Roma.
Una nuevo concilio reunido en Basilea restableció la paz en Bohemia, donde los partidarios de Hus habían provocado una guerra civil. Pero, luego el concilio entró en conflicto con el Papa, cuyo poder quería limitar y terminó por disolverse. Así se iba sentenciado el fin de la Edad Media.
La peste negra y otras epidemias
En las ciudades de la Edad Media, y con el desarrollo de su población, el espacio era limitado. La higiene estaba muy descuidada, no había cloacas (desagüe), ni alcantarillas; las aguas sucias se arrojaban a la calle, lo mismo que la basura. Esto favoreció la propagación de epidemias, sobre todo la peste, que causó estragos espantosos.
Peste negra
La «peste negra», o peste bubónica, se inició en Francia en 1348 y se extendió por toda Europa acabando con la tercera parte de la población; resurgió de nuevo en 1360 y 1371.
Peste bubónica
La peste bubónica es una enfermedad transmitida por animales enfermos (roedores) a través de parásitos (pulgas, piojos, etc.), todo ello sumado a la falta de higiene y condiciones de salubridad inadecuadas ayudaron rápidamente a su propagación.
Otras enfermedades
Otras enfermedades endémicas que atacaron Europa entre los siglos XIII y XV fueron la gripe, la viruela y el cólera.