La presencia de los aqueos en la zona del Egeo marca la transición de la civilización Egea a la civilización Griega. La civilización Micénica tiene influencias minoicas, pero guarda características especiales: sus manifestaciones arquitectónicas y tecnológicas son bastante más sobrias y utilitarias, y presentan escasa o nula decoración.
Civilización Micénica o Creto-micénica (1 450 – 1 150 a. C.)
Desde su llegada al Peloponeso, los aqueos (llamados así por Homero) de origen indoeuropeo se organizaron en diversos reinos independientes teniendo un importante desarrollo cultural. Los aqueos invadieron a los minoicos o cretenses desplazándolos del dominio marítimo comercial del Mar Egeo y alrededores. Establecieron a Micenas como su principal centro, por lo que se les nombra como Civilización Micénica. También recibe el nombre de Creto-micénica por la asimilación que hicieron los micénicos de la cultura Cretense. Fueron estudiados por Heinrich Schliemann a partir de 1876.
Organización económica
La agricultura es la base de la economía micénica, aunque también tuvieron un importante desarrollo marítimo comercial heredados de los cretenses. Los micénicos lograron expandirse por el Mediterráneo Oriental. Entre sus principales productos de intercambio comercial se encuentran las artesanías, armas e instrumentos de bronce.
Organización política
Los aqueos no formaron un ente unificado, estuvieron divididos en varios reinos independientes, que en muchos casos fueron rivales entre sí, destacando Tebas, Micenas, Argos, Atenas, Itaca, aunque Micenas tuvo cierta supremacía sobre las demás.
La política micénica estuvo dirigida desde los palacios-fortalezas los cuales expresan el carácter guerrero de esta cultura aunque estos cumplían diferentes funciones. Los reinos se encontraban gobernados por reyes conocidos como wánax, quienes tenían amplio poder, apoyándose en una extensa burocracia de funcionarios.
Organización social
La sociedad de la civilización Micénica estuvo divida en clases sociales. El sector dirigente fue la aristocracia guerrera dueña de grandes tierras que eran trabajadas por la mayor parte de la población dedicada a las actividades agropecuarias. También poseían esclavos que estaban al servicio de esta élite dominante.
Manifestaciones culturales
Escritura
Los micéncos tuvieron una escritura llamada Lineal «B», la cual es un derivado de la Lineal «A» utilizada por los cretenses. Es considerada como la primera escritura propiamente griega. Dicha escritura es un silabario, debido a que cada uno de los signos representa una silaba.
La escritura Lineal «B» fue descifrada por el inglés Michael Ventris en 1951. Los descubrimientos exponen que los escritos estaban destinados a describir las diversas actividades sean agrícolas, ganaderas, laborales, rituales, etc.
Arquitectura
En la arquitectura micénica destacan los palacios-fortalezas que son construcciones fortificadas con muros ciclópeos ubicados en las partes altas de las colinas (acrópolis). Sobresale la de Micenas cuya entrada principal es la Puerta de los Leones, en el cual se ven representados dos leones rampantes de unos tres metros de altura. El recinto se complementó con estructuras de diferente funcionalidad contando con santuarios, almacenes, entre otros.
La Guerra de Troya
La Guerra de Troya fue un enfrentamiento entre los aqueos y Troya (llión) ubicada en el norte del Asia Menor (actual Turquía). Entre sus causas se señalan la rivalidad comercial por el control del Mar Negro y el Mar Egeo y las ambiciones territoriales por el dominio de las costas de Asia Menor. La victoria fue de los aqueos quienes destruyen Troya, aunque a costa de su debilitamiento militar.
Históricamente se desarrolló en el periodo de la civilización micénica. La ciudad de Troya fue descubierta por Heinrich Schliemann a finales del siglo XIX.
Decadencia
Existen muchas hipótesis sobre el final de la civilización Micénica, la más acertada es la invasión exterior; ya que poco tiempo después de la destrucción de Troya se produjo la migración de otros grupos indoeuropeos como los dorios, jonios y eolios. Las más importantes serían la llegada de los jonios (península del Ática, parte del Asia Menor e islas del Egeo) y, posteriormente, la de los dorios (península del Peloponeso y sur del Asia Menor), a quienes se les atribuye haber llevado el hierro a Grecia y el Egeo.
Como consecuencia de la invasión indoeuropeos algunos aqueos migraron buscando protección a Asia Menor fundando Mileto y Quios.