La niñez temprana es una etapa fundamental para el desarrollo integral del niño, influyendo en su crecimiento físico, cognitivo y emocional, así como en su capacidad para formar relaciones saludables en el futuro.
La Niñez Temprana: Desarrollo Integral
La niñez temprana abarca el periodo de vida que va desde los 3 hasta los 6 años. Durante esta etapa crucial, el niño se enfrenta al conflicto de iniciativa versus culpa. Esto significa que comienza a explorar su entorno y a desarrollar su autonomía, al tiempo que experimenta sentimientos de culpa cuando sus acciones no son aprobadas por los adultos que lo rodean. En este proceso, el niño también empieza a adquirir conocimientos sobre la sexualidad, tanto masculina como femenina, y se inicia en el aprendizaje escolar y social.
El balance adecuado entre estos dos polos (iniciativa y culpa) es fundamental para la formación de su conciencia moral, la cual se construye a través de los modelos que representan sus padres y otros adultos significativos en su vida. Si el niño no logra resolver este conflicto de manera saludable, puede desarrollar comportamientos que oscilen entre la crueldad y la inhibición.
Crecimiento y Desarrollo Físico
El crecimiento físico del niño es notable en sus primeros años, pero a partir de los 3 años, este ritmo se ralentiza y se estabiliza. A los 3 años, los niños pueden caminar de manera más segura, controlar su velocidad y subir y bajar escaleras con ayuda. La preferencia lateral (o lateralidad) comienza a manifestarse, generalmente entre los 3 y 5 años. A esta edad, los niños empiezan a explorar el dibujo, aunque sus representaciones aún carecen de un esquema definido. Sus dibujos son, por lo común, líneas y figuras simples alineadas horizontalmente, y su tamaño puede variar considerablemente.
Vínculos Emocionales y Desarrollo Psicosocial
En esta fase, también se forman los vínculos emocionales, que son esenciales para el desarrollo social y emocional del niño. La relación que establece con su cuidador, a menudo la madre, proporciona una base emocional segura que influye en sus relaciones futuras. Si el vínculo es inadecuado, como puede ocurrir con separaciones tempranas o situaciones de inestabilidad familiar, esto puede afectar negativamente su desarrollo a largo plazo. Por ejemplo, se ha observado que los niños varones son especialmente sensibles a los efectos del divorcio, lo que puede impactar en su rendimiento intelectual y en su bienestar emocional.
Impacto de las Experiencias Tempranas
Experiencias traumáticas durante la niñez, como el abuso o la negligencia, pueden tener un efecto duradero en el comportamiento y el desarrollo del niño. Se ha demostrado que las primeras relaciones influyen en su actitud hacia el aprendizaje, así como en su autoconcepto y en la capacidad para formar y mantener relaciones interpersonales.
Cambios en el Desarrollo Cognitivo durante la niñez temprana
Durante la niñez temprana, se producen importantes cambios a nivel cognitivo. En esta etapa, se encuentra en la fase del pensamiento preoperacional, caracterizada por un enfoque egocéntrico, animista y mágico. Las habilidades lingüísticas y la memoria también mejoran, y es común que los niños asistan a centros de educación inicial.
Los niños comienzan a mostrar mayor independencia, iniciativa, y capacidad de autocuidado. La identidad de género se desarrolla, y el juego se vuelve más complejo, imaginativo y social. Durante este tiempo, también se manifiestan emociones como el altruismo, la agresión y el miedo.