La infancia es una etapa crítica que establece las bases para el desarrollo futuro del niño, tanto en aspectos físicos como cognitivos y sociales.
¿Qué es la infancia?
La infancia es la etapa de la vida que abarca desde el nacimiento hasta aproximadamente los dos años. Durante el primer año, se presenta la primera crisis de confianza, que se origina en la relación del niño con su madre. Esta etapa se caracteriza por la polaridad entre confianza y desconfianza, dependiendo de si se satisfacen adecuadamente sus necesidades, como la alimentación y la atención emocional. La forma en que el niño experimenta estas interacciones influye en su sentido de bienestar.
Los principales conflictos
Si el niño logra superar esta primera crisis, se enfrenta a otro desafío entre los 2 y 3 años: la maduración de su personalidad. En esta fase, el conflicto se centra en la autonomía frente a la vergüenza y la duda. El desarrollo físico es notable, ya que los niños comienzan a adquirir habilidades motoras, a aprender hábitos de higiene y a comunicarse verbalmente. Un control excesivo por parte de los padres en estos aspectos puede resultar en una deficiente formación de la voluntad, manifestándose en rasgos de impulsividad o falta de interés.
Estadio neonatal
La infancia comienza con el estadio neonatal, que abarca desde el momento del parto hasta el primer mes de vida. Durante esta etapa, se centra en el cuidado del recién nacido y en la adaptación de sus órganos y sistemas al entorno fuera del útero. Esto incluye la maduración de sistemas enzimáticos y la adaptación de los mecanismos respiratorios y circulatorios, que son esenciales para la supervivencia.
Cambios biopsicológicos en las primeras semanas de la infancia
En las primeras semanas de vida, el recién nacido presenta varios reflejos y movimientos involuntarios. Por ejemplo:
- Reflejos: Incluyen el reflejo de Moro (sobresalto), el reflejo de búsqueda (giro de cabeza hacia estímulos en la mejilla) y el reflejo de succión (mamar al tocar la boca).
- Movimientos: Son poco controlados y consisten en movimientos bruscos de brazos y piernas.
- Sueño: Duerme entre 17 y 20 horas al día, con periodos de llanto o inquietud.
Estos reflejos son fundamentales para su supervivencia y se desvanecen o se transforman en habilidades motoras intencionales a medida que el bebé crece.
Desarrollo bioconductual en los primeros 18 meses
Durante los primeros 18 meses, el bebé muestra diversas manifestaciones bioconductuales:
- Nacimiento a 1 mes: Establece ciclos de sueño-vigilia.
- 1 a 4 meses: Necesita contacto social, comienza a seguir objetos con la vista.
- 5 a 8 meses: Coordina la vista con el agarre y se interesa por quienes le hablan.
- 8 a 12 meses: Puede sentarse y levantarse con apoyo, dice sus primeras palabras y comienza a caminar.
- 12 a 18 meses: Explora su entorno y aprende a través de la experimentación.
Importancia de la etapa infantil
La infancia es una etapa crucial para el desarrollo físico, motor, lingüístico y socio-afectivo del niño. A los dos años, se producen cambios significativos en su desarrollo cognitivo, como la aparición de la función simbólica, donde el niño comienza a usar palabras para representar objetos y conceptos. Esto representa un avance en su capacidad para resolver problemas y entender el mundo.
Además, a esta edad se observa un cambio en las relaciones interpersonales, ya que el niño comienza a interesarse más por sus compañeros que por los adultos, lo que indica un desarrollo social importante.