Cada 6 de julio se celebra el Día del beso robado. Una festividad que surgió en 2006 y se popularizó en gran parte del mundo.
¿Qué es el beso?
El beso es interpretado como una forma de demostrar los sentimientos, que implica presionar (o no) los labios con una persona o cosa, en señal de afecto, amor, deseo, como respeto o saludo. Generalmente, se piensa en el beso de amor hacia la pareja, pero un beso especial puede ser dado incluso a la mascota o algún elemento.
¿Por qué se celebra el Día del Beso Robado?
Quienes defienden el festejo del Día del Beso robado sostienen que la fecha destaca el coraje de las personas que se atreven a expresar —por medio de un beso robado— sus sentimientos por otra persona. Sin embargo, en los últimos años la celebración del día a sido cuestionada, ya que —precisamente por su carácter de beso «robado»— se trata de un beso dado a otra persona sin su consentimiento, lo que se podría asemejar con una situación de acoso.
Origen del Día del Beso Robado
El origen de esta efeméride está relacionada con la famosa foto tomada por Alfred Eisenstaedt. La efeméride comenzó a celebrarse a nivel mundial en el año 2006.
La célebre fotografía capturó a un marinero estadounidense besando a una enfermera frente al Times Square, el 14 de agosto de 1945. La imagen se convirtió en un símbolo del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Día Internacional del Beso
Es importante destacar que no es lo mismo el Día Internacional del Beso Robado al Día Internacional del Beso, el cual se celebra cada 13 de abril. Esta fecha tiene como origen un récord Guinness marcado en 2013 por Ekkachai y Lksana Tiranarat. Ese día, la pareja se dio el beso más largo del mundo: duró 58 horas, 35 minutos y 58 segundos.