El tectonismo es una de las principales fuerzas internas que modelan la corteza terrestre. A través de procesos como el plegamiento, el fallamiento y las junturas, las fuerzas tectónicas dan forma a montañas, valles y otros relieves. Estas fuerzas internas, junto con el magmatismo, son fundamentales para entender la dinámica interna de la Tierra y su evolución geológica.
Fuerzas internas
Las fuerzas internas de la Tierra, también conocidas como fuerzas endógenas, son aquellas que actúan en el interior del planeta y son responsables de la formación del relieve terrestre. Estas fuerzas se originan principalmente por el calor interno de la Tierra, que proviene de la desintegración radiactiva y del calor residual en el interior del planeta. Este calor genera las corrientes convectivas en la Astenosfera, las cuales actúan contra la litosfera y son las responsables de los movimientos tectónicos.
Las fuerzas internas que dan lugar a los cambios en la corteza terrestre se dividen en dos mecanismos principales: el tectonismo y el magmatismo.
Tectonismo o diastrofismo
El tectonismo o diastrofismo hace referencia a todos los movimientos horizontales y verticales que afectan las partes sólidas de la Tierra, provocados por las fuerzas internas. Estos movimientos pueden causar la deformación de las rocas, incluyendo pliegues, fallas y el levantamiento o hundimiento de la corteza terrestre. Los movimientos tectónicos se clasifican en orogénicos y epigénicos.
a) Orogénesis: La formación de montañas
La orogénesis o formación de montañas es un proceso que involucra movimientos horizontales lentos, aunque muy intensos, que afectan grandes áreas, provocando una deformación significativa de las rocas. Este tipo de movimientos genera una topografía montañosa, caracterizada por plegamientos, fallamientos y diaclasamientos. Las montañas más altas y los sistemas montañosos, como la Cordillera de los Andes, se originan debido a este fenómeno.
i) Plegamientos
Los plegamientos ocurren cuando las capas superficiales de rocas, que son plásticas, se deforman bajo la presión de fuerzas laterales. Esto da lugar a hundimientos y levantamientos, formando estructuras como valles y montañas. Las partes cóncavas de estos pliegues, conocidas como sinclinales, originan depresiones que, en algunos casos, pueden convertirse en lagos tectónicos. Por el contrario, las partes convexas, llamadas anticlinales, se elevan para formar montañas. Ejemplos de montañas formadas por plegamiento incluyen los Andes, los Alpes y el Himalaya.
ii) Fallas
Las fallas son fracturas en las rocas que presentan desplazamientos notables. Estas fracturas pueden ocurrir debido a fuerzas verticales (como la gravedad) o horizontales (como la tensión y compresión). Cuando las rocas se fracturan en lugar de plegarse, se generan dos bloques: el bloque elevado, conocido como horst, que puede formar mesetas o montañas, y el bloque deprimido, denominado graben o Rift Valley, que puede generar valles de hendidura y lagos tectónicos. Un ejemplo conocido de fallas es la falla de San Andrés en California, y en Perú, se encuentran fallas en regiones como Arequipa, Junín y Ancash.
iii) Junturas o diaclasas
Las junturas o diaclasas son fracturas en las rocas donde no se ha producido ningún tipo de movimiento. Estas fracturas dividen las rocas y pueden estar dispuestas de diferentes formas geométricas, como paralelas, en ángulo, ortogonales, entre otras. Las junturas pueden tener un espaciamiento que varía desde unos pocos centímetros hasta varios metros y pueden extenderse por distancias de cientos de metros.