Los signos y síntomas del alcoholismo son pistas de que el alcohol puede ser un problema. Si no se tratan, los signos y síntomas del alcoholismo pueden afectar la calidad de vida de la persona y de quienes la rodean.
Síntomas del alcoholismo
El alcoholismo es una enfermedad en la que el consumo de alcohol (cerveza, vino o licor fuerte) se encuentra en un nivel que interfiere con la salud física y mental de la persona, y afecta negativamente las responsabilidades familiares, sociales o laborales.
Los síntomas del alcoholismo se pueden reconocer relativamente temprano en la progresión de la enfermedad, pero si no se tratan, el alcoholismo puede ser fatal. Estos son los signos y síntomas del alcoholismo que indican que el alcohol puede ser un problema:
- Enojarse cuando se le confronta por beber
- Consumo diario o frecuente de alcohol necesario para funcionar
- Beber solo
- Encontrar excusas para beber
- Descuido en la ingesta de alimentos
- Ocultar comportamientos relacionados con el alcohol
- Incapacidad para detener o reducir el consumo de alcohol
- Pérdida de memoria, desmayos
- Temblores matutinos
- Náuseas, vómitos
- Descuido de la apariencia física
- Episodios violentos que ocurren cuando se bebe
Al considerar los signos y síntomas del alcoholismo, el alcoholismo se puede dividir en dos categorías: abuso de alcohol y dependencia del alcohol. Los alcohólicos pueden beber mucho en diversas ocasiones, pero aún no se han vuelto dependientes del alcohol. Los signos y síntomas del alcoholismo en los alcohólicos pueden ser problemas que ocurren mientras se está intoxicado, como beber y conducir, episodios violentos o faltar a citas, al trabajo o a la escuela.
Dependencia del alcohol
La dependencia del alcohol puede desarrollarse con el paso de los años y sigue un patrón generalmente predecible. Primero se desarrolla una tolerancia al alcohol, lo que significa que una persona necesita consumir mayores cantidades de alcohol antes de notar los mismos efectos. Con el tiempo, la persona puede perder el control sobre su consumo de alcohol y puede no ser capaz de parar incluso si lo desea. Y si se reduce o se deja de consumir alcohol, se pueden experimentar síntomas de abstinencia que pueden ir desde molestos hasta potencialmente mortales.
Si el alcohólico continúa bebiendo, puede obsesionarse con beber hasta excluir casi todo lo demás. Muchos de los signos y síntomas del alcoholismo mencionados anteriormente pueden notarse. El tipo más grave de consumo de alcohol se denomina «borrachera», períodos de tiempo con un consumo excesivo y continuo de alcohol.
¿Qué pasa si el alcoholismo sigue progresando?
Si el alcoholismo continúa progresando, la salud mental y física del alcohólico puede deteriorarse gravemente. Muchos de los órganos del cuerpo pueden resultar dañados, lo que reduce la resistencia a las enfermedades e infecciones. Las relaciones en el hogar o en la sociedad pueden verse dañadas, y pueden surgir problemas financieros y legales debido a la incapacidad del alcohólico para dejar de beber.
Si el alcohólico continúa bebiendo, el alcohol puede acabar provocando su muerte de una forma u otra. Los accidentes y las lesiones relacionadas, el suicidio, los ahogamientos y el quedarse dormido en la cama fumando y estando intoxicado y quemado son ejemplos de las consecuencias del alcoholismo. En cuanto a la salud, el daño a los órganos y sistemas del cuerpo debido al consumo excesivo de alcohol a largo plazo significa que la persona probablemente sufrirá una serie de enfermedades y afecciones, como enfermedades cardíacas, cirrosis hepática, desnutrición y cáncer.
¿Existen diferentes etapas del alcoholismo? Sí, definitivamente. Si los signos y síntomas del alcoholismo indican que el consumo de alcohol se está convirtiendo o ya es un problema, existen recursos disponibles para ayudar con el alcoholismo y las graves consecuencias de esta enfermedad.