La Revolución Mexicana comenzó el 5 de octubre de 1910 cuando Francisco I. Madero, líder opositor, emitió el Plan de San Luis. En este documento, Madero llamaba a la insurrección contra la dictadura de Porfirio Díaz, marcando el inicio de un conflicto que transformaría México.
Causas de la Revolución méxicana
Causas económicas:
México era un país con una fuerte presencia de capital estadounidense y británico, que controlaba la minería y el petróleo, el comercio exterior y las vías de comunicación. Así, la burguesía mexicana, dedicada a la pequeña industria y el comercio, no podía crecer ni rivalizar con este capital extranjero.
El número de obreros era reducido y reclamaba mejoras laborales. Los artesanos fueron afectados ante la fuerte competencia de la manufactura importada. El campesinado –el grueso de los trabajadores– estaba agrupado en comunidades campesinas reducidas sistemáticamente por el crecimiento de las grandes haciendas, por eso su gran reclamo fue la tierra.
Causas políticas:
El país estaba en manos de la oligarquía, es decir, de grandes hacendados, banqueros, mineros y comerciantes ligados al capital extranjero. Su representante en el gobierno era Porfirio Díaz, quien asumió la presidencia en 1876 inaugurando un largo régimen autoritario y cortesano que duró hasta 1910. El “Porfiriato” fue una época de boato y lujo francés, mansiones y bulevares. Al abrir las puertas de México a los inversionistas extranjeros, Porfirio Díaz creyó equivocadamente que el país iniciaría su desarrollo industrial.
Periodo de la Oligarquía
El “Porfiriato” duro 34 años. Para perpetuarse en el poder, Porfirio Díaz realizaba fraudes electorales. En 1908 declaró que no volvería a postular a la presidencia, pero al año siguiente fue candidato junto con el representante de la burguesía llamado Francisco Madero, que era el favorito y cuya fase era la “no reelección”.
En 1910, Porfirio Díaz se autoelige presidente y Francisco Madero se convierte en su principal opositor. Este lanzó el Plan San Luis Potosí, un manifiesto que proponía la anulación de la elecciones presidenciales, exigía nuevos comicios y planteaba la reforma agraria. La Revolución mexicana estalló cuando el campesinado inicia su participación activa, pues varios grupos se rebelaron contra el gobierno de Porfirio Díaz, especialmente aquellos formados en Chihuahua, al mando de Pancho Villa (Doroteo Arango), y en Morelos, al mando de Emiliano Zapata.
Periodo de la Burguesía
En octubre de 1911, Francisco Madero es elegido presidente de México, e inmediatamente inicia una serie de reformas que no satisfacen las expectativas; por ello, Emiliano Zapata rompe con el gobierno y lanza el Plan de Ayala, es decir, un manifiesto cuyo punto fundamental era la exigencia de la entrega de tierras al campesinado. El nuevo gobierno no pudo controlar la violencia revolucionaria campesina a la cual se unió, además no pudo con el bandolerismo y el pillaje.
La revolución, entonces, cambió de rumbo, porque si bien se había iniciado como un movimiento político, pronto adquirió un claro tinte social generalizado. El general Victoriano Huerta, hombre de confianza del presidente, fue el encargado de reprimir al campesinado, pero en 1913 dio un golpe de Estado y asesinó al presidente. A fines de ese año, el general Venustiano Carranza inició el movimiento llamado “constitucionalista”, contra Victoriano Huerta.
Al año siguiente (1914), los Estados Unidos intervino en México, tomando Veracruz y reconociendo a Venustiano Carranza como presidente. En octubre, los estadounidenses se retiraron y en diciembre Pancho Villa y Emiliano Zapata ingresaron a la capital acordando luchar juntos contra Venustiano Carranza. En 1915, Venustiano Carranza da la Ley de Reforma Agraria sorprendiendo al campesinado. Al año siguiente, su dominio era efectivo en casi todo el país, mientras Pancho Villa se enfrentaba a las tropas estadounidenses en el norte de México.
En 1917, se aprobó una Constitución y poco a poco los líderes revolucionarios fueron asesinados: Venustiano Carranza en 1918, Emiliano Zapata en 1919 y Pancho Villa en 1923. En 1934, Lázaro Cárdenas realizó la esperada Reforma Agraria; en 1938, nacionalizó el petróleo; y, finalmente, perfeccionó la legislación laboral.