Como reacción a la oleada conservadora impulsada por el Congreso de Viena y la Santa Alianza hubieron en el siglo XIX dos grandes oleadas revolucionarias: Las del 1830 y las del 1848. La Revolución burguesa de 1830 fue de tendencia más republicana y monárquica constitucional, mientras que la Revolución de 1848 tuvo un carácter más democrático y nacionalista.
Causas
La política restauradora prevista para Europa por el Congreso de Viena e impuesta por los ejércitos de la Santa Alianza no hizo más que incrementar las tensiones sociales. A pesar de los esfuerzos conservadores hubo una amplia difusión de los principios liberales, democráticos, republicanos, nacionalistas, etc.
Hubo una mayor participación política en Europa debido a la fuerza ascendente de la burguesía y los sectores populares que reclamaron el reconocimiento de las libertades individuales defendiendo el constitucionalismo contra el autoritarismo monárquico.
Revolución de 1830
Francia:
Causas: El absolutismo monárquico de tipo conservador del rey Carlos X de Borbón, expresado en las ordenanzas de Saint Cloude donde se suspendía la libertad de prensa, disolvía de la cámara de diputados, modificaba el derecho electoral restringiendo aún más el voto, concedía grandes privilegios a la Iglesia, etc.
Hechos: La antigua aristocracia desplazada por la revolución de 1789, recuperó parte de sus privilegios y estableció una estrecha alianza con el Alto clero (obispos, cardenales, abades) impulsaron una política conservadora la cual se agudizó con el gobierno de Carlos X, lo que provocó la sublevación de la población parisina en 1830. El marqués de Lafayette se puso al frente de la oposición liberal, a la cual se sumaron destacados militares que eran veteranos de las guerras napoleónicas, periodistas, intelectuales, grandes financieros, etc.
Tras cerrar el Parlamento Carlos X apeló al artículo 14 de la constitución que facultaba al Rey a gobernar por decreto cuando estaba en peligro la seguridad del Estado. Se sucedieron manifestaciones populares, ante la negativa de Carlos Xa renunciar, se alzaron las primeras barricadas estallando la violencia revolucionaria liderada por Lafayette, Guizot, Thiers. Durante las «tres jornadas gloriosas» (27, 28, 29 de julio) el rey Carlos X falto de respaldo militar se vio obligado a renunciar el 16 de agosto marchando al exilio en Inglaterra.
Se restableció la monarquía constitucional proclamándose rey al duque de Orleans Luís Felipe conocido como el «Rey burgués». El ahora rey Luis Felipe I prometió respetar la constitución y gobernar con una política liberal moderada, la cual fue en beneficio de la alta burguesía -que habla controlado la situación- es decir sin mucha apertura política hacia los sectores populares. Esto significó el fin de la dinastía borbónica en Francia, el rey Carlos X al ser derrocado fue el último monarca borbónico. La nobleza reestablecida con la caída de Napoleón fue reemplazada por la gran burguesía quien toma el poder político iniciando una etapa de auge.
Bélgica:
Causas: El impacto de la revolución de 1830 se extendió rápidamente en Bélgica la cual aspiraba a ser un reino independiente de Holanda, es decir se convirtió en una lucha de liberación nacional.
Estuvieron en contra de la política autoritaria de Guillermo I que impuso el holandés como idioma oficial, restringió la libertad de prensa, incrementó los impuestos a los industriales actividad desarrollada ampliamente en Bélgica.
Hechos: Francia e Inglaterra apoyando a Bélgica se rebelaron contra la política autoritaria del rey Guillermo I de Holanda el cual fue apoyado por Rusia. El 4 de noviembre de 1830 las grandes potencias aceptaron la separación de Holanda y Bélgica, y reconocieron la independencia de este último a condición de que se proclamase neutral en los conflictos, convocadas las nuevas elecciones, los belgas eligieron Rey a Leopoldo de Sajonia.
En Polonia, Suiza, Italia, Alemania estallaron revoluciones liberales, no obstante fueron derrotadas, en Portugal y España se establecieron monarquías constitucionales.
Consecuencias:
Permitió la difusión de las ideas liberales, al propagarse por Bélgica, Alemania, Suiza e Italia. Donde si bien fracasaron permitiría sentar las bases para la oleada liberal de 1848.
Produjo la división de Europa en dos bloques, por un lado estaba el bloque occidental liberal liderado por Francia e Inglaterra y por el otro el bloque oriental conservador liderado por Austria y Rusia.