Un 28 de julio de 1821 en la Plaza Mayor de Lima se produce la proclamación de la independencia del Perú por don José de San Martín. No fue hasta el 4 de diciembre de 1836 que España reconoció la independencia del Perú.
San Martín fue invitado por la Junta de Notables del cabildo de Lima para frenar los desbordes sociales, entró a Lima el 12 de julio de 1821.
San Martín, a la vez que convocaba al pueblo peruano, tranquilizaba a la aristocracia con planteamientos moderados. Así, optó por la vía del entendimiento con las autoridades españolas. La primera conferencia se desarrolló en Miraflores en setiembre.
La segunda conferencia fue en la hacienda Punchauca, cerca de Lima, el 2 de junio de 1821 y participaron el virrey La Serna y José San Martín.
Dicha conferencia terminó con el virrey La Serna instalado en el Cusco con amplio apoyo de los sectores criollos del sur.
Proclamación de la independencia del Perú
Apenas se fueron los españoles, San Martín fue recibido en Lima en medio del júbilo popular y recelos de la aristocracia colonial que lo aceptó porque le garantizaba la segundad de sus bienes patrimoniales y de sus vidas, obligada además por las circunstantes a asumir una postura libertaria.
En tales condiciones, la firma del acta por parte de la aristocracia y los ultracolonialistas el 15 de julio y la proclamación de la independencia del Perú el se 28 de julio de 1821, fueron meras formalidades. La verdadera independencia del Perú no se lograría mientras las tropas realistas continuasen dominando las zonas más ricas del país.
Como república en formación, durante sus primeros años Perú tuvo que afrontar crisis económicas y caudillismos militares que hicieron difícil la consolidación de un nuevo espíritu nacional entre indios y mestizos.