Los egipcios poseían un gran número de dioses asociados con cuerpos celestes y fuerzas naturales. La religión del Antiguo Egipto se caracterizo principalmente por su devoción al bienestar del sol, del río y de la tierra fértil. El sol era la fuente de vida y por lo tanto, digno de adoración.
Religión del Antiguo Egipto
La Religión en el Antiguo Egipto era un elemento inseparable del orden mundial al que pertenecía la sociedad egipcia. Egipto era parte del esquema cósmico universal y el faraón era el ser divino, cuya función era mantener la estabilidad dentro de este orden.
Como en otros aspectos de la vida del antiguo Egipto, el río Nilo y el Sol fueron ejes centrales de la religión. Incluso se consideraba que el Sol había creado el río mismo y ambos estaban vinculados a los mitos de la creación. El Nilo era sagrado, no tenía fuente visible de origen y, pese a que en Egipto la lluvia era muy escasa, el río inundaba cada año el valle y permitía la vida, por lo que se le agradecía brindándole un fervor sagrado.
Características
Realizaban cultos a las fuerzas de la naturaleza que estaban bajo el control del Estado faraónico. La religión del Antiguo Egipto se caracterizó por ser:
- Politeísta (varios dioses).
- Antropomorfa (dioses con forma humana).
- Zoomorfa (dioses con forma de animal).
- Zoolátrica (culto a los animales como el buey Apis, los gatos, cocodrilos, etc.),
Dioses del Antiguo Egipto
La sociedad egipcia fue una de las culturas más politeístas de la antigüedad y entre los dioses más importantes tenemos a:
- Amón Ra: Principal deidad del mundo egipcio, generalmente se le identifica como el sol del mediodía.
- Atón: Dios solar monoteísta impuesto durante el gobierno de Akenathón o Amenofis IV.
- Osiris: sol poniente, dios de los muertos.
- Isis: luna, esposa de Osiris y protectora de niños.
- Horus: sol naciente y dios de los cielos.
- Ra: sol del mediodía y creador del mundo.
- Set: encarnación del mal y del caos.
- Hator: diosa del amor, danza y música.
- Anubis: cabeza de chacal y guía de los muertos.
Templos de los dioses del Antiguo Egipto
Los templos que les fueron dedicados a los dioses del Antiguo Egipto eran considerados sus moradas y, en virtud de ello, solo sus sacerdotes y el faraón podían acceder a ellos. En su honor se celebraban grandes conmemoraciones, dirigidas personalmente por el faraón, que escoltaba a las estatuas de los dioses a través de calles formadas por las columnas de los templos decoradas con gallardetes y diademas.
Las construcciones sagradas más importantes son los templos hipóstilos de Karnak, unidos con el santuario de Luxor por el camino de las esfinges y con los de Abü Simbel. La unión entre la política y la religión egipcia es evidente en et culto a los muertos, dado el gran tamaño de las sepulturas reales.
El Libro de los muertos egipcio
Una prueba que recoge esta religiosidad egipcia fue el texto sagrado llamado Libro de los muertos, el cual contenía las oraciones, sortilegios e himnos que utilizaban los muertos para guiar y proteger el alma en el peligroso viaje hacia la otra vida, donde Osiris los esperaba para juzgar sus actos cometidos en la vida terrenal, mientras que Anubis pesaba el corazón del difunto en la denominada balanza de la justicia que contenía la pluma de la pureza como contrapeso, si había tenido una vida justa su corazón pesaría menos que la pluma logrando con ello alcanzar la vida eterna, según la mitología egipcia.