El acné es doloroso, pero por dentro. Vivimos en una cultura en la que no solo se rinde culto a la juventud, sino también a la belleza. Está en todas partes y no se puede escapar de él.
¡Eres hermoso(a) con acné o sin el!
Los resultados de tener acné pueden ser emocionalmente devastadores para los adolescentes, ya que son extremadamente conscientes de su apariencia y su imagen. Aunque sienten que sufren solos, no es así. El hecho es que aproximadamente el 85% de la población de los Estados Unidos ha sufrido acné en algún momento, y aproximadamente 17 millones de personas lo padecen. No estás solo.
El acné en los adolescentes es causado por la acción de las hormonas en las glándulas sebáceas de la piel. Durante la pubertad, tanto los niños como las niñas tienen un aumento de las hormonas llamadas andrógenos. Estas hormonas hacen que las glándulas sebáceas debajo de la superficie de la piel se agranden. Las glándulas sebáceas, en respuesta, producen un exceso de grasa. Este exceso de grasa se mezcla con bacterias y piel muerta en la superficie de la piel y obstruye los poros. Dentro de estos poros, las bacterias se multiplican y causan inflamación.
El acné suele ser genético, por lo que es posible que no puedas evitarlo. Sin embargo, hay cosas que debes saber y cosas que puedes hacer para ayudarte a lidiar con él.
Mitos sobre el acné en los adolescentes
Existen muchos mitos en torno al acné. El más conocido es que el chocolate y los alimentos grasosos causan brotes. Con el paso de los años, los dermatólogos han descubierto que no hay evidencia de esta afirmación. Sin embargo, si notas que te salen más granitos después de comer ciertos alimentos, evítalos. Aunque puede que no afecten al acné, es buena idea llevar una dieta sana, rica en frutas y verduras. Otro mito es que el acné es causado por una mala higiene. Esto no es cierto en absoluto. Como ya hemos dicho, el acné es causado por la sobreproducción de grasa, punto. El tercer mito aconseja frotarse la cara varias veces al día. En realidad, lavarse demasiado la piel puede provocar que se inflame más. Además, si utilizas productos que secan la piel en exceso, puede que esta se rebele produciendo más grasa.
Sea cual sea el tratamiento que elijas, recuerda que el acné tarda en desaparecer. Los resultados milagrosos o de la noche a la mañana no se producen. Se necesitan entre seis y ocho semanas para ver los resultados del tratamiento. Una vez que el acné haya desaparecido, será necesario continuar con el tratamiento para evitar que vuelva a aparecer.
Tratamientos
Si un tratamiento para el acné tarda más de seis u ocho semanas en mostrar una diferencia significativa, probablemente no funcione. Prueba con otra cosa.
Deberías consultar con un dermatólogo. Con la cantidad de productos que hay en el mercado, ¿cómo elegir? Lo que puede curar el acné de una persona puede no curar el de otra. Debes tener en cuenta tu tipo de piel y el tipo de lesión. Antes de gastarte un montón de dinero en un tratamiento desconocido, consulta a un dermatólogo. Él o ella podrá planificar un programa individualizado en función de las necesidades de tu piel.