Siguiendo la costumbre de los francos, Pipino «el Breve» dividió su reino entre sus dos hijos Carlos y Carlomán. Este último murió prematuramente en el 771 por lo que su hermano se hizo cargo del gobierno. Carlos, debido a sus grandes conquistas, se ganó el apelativo de Carlomagno.
Carlomagno (768-814)
Carlomagno fue el fundador del Imperio carolingio, además se propuso restaurar el Imperio romano de Occidente bajo la dirección espiritual de la religión cristiana. Su objetivo fue unificar gran parte de Europa Occidental para moldearla según los principios del catolicismo.
El reinado de Carlomagno fue un continuo de luchas para ampliar y consolidar su Estado, cuyas fronteras fueron siempre inseguras. Buscó además la protección de la Iglesia y la expansión del cristianismo mediante campañas de evangelización.
Campañas de Carlomagno
Carlomagno demostró rápidamente una gran capacidad de liderazgo y habilidad para la guerra continuando la política iniciada por Carlos Martel.
Guerra contra los lombardos (772-774)
Carlomagno a petición del Papa Adriano I derrotó a los lombardos liderados por su suegro el rey Desiderio en Pavia (774). Se proclamó Rey de Lombardía y estableció un protectorado en Roma. Carlomagno tuvo mucha deferencia con este pueblo con el cual tenía una estrecha relación y por poseer un alto nivel cultural.
Guerra contra los sajones (772-804)
Como parte de su proyecto político que era expandir el cristianismo por Europa, la dureza de la campaña se debió al rechazo a la evangelización y al fuerte espíritu pagano que tenían. A pesar de ello fueron derrotados por los francos incorporando la región de la Germania. Esta campaña llevó simultáneamente la evangelización a los sajones, una vez concluida la anexión el trato fue muy distinto del dado a los lombardos.
Guerras contra los avaros (791-796)
El pueblo ávaro ubicado entre Hungría y Austria también era pagano. Una vez derrotados tras arduos combates, en su territorio se implantó la marca del este u Osterreich.
Guerra contra los musulmanes
El ejército Franco fue diezmado en el paso o desfiladero de Roncesvalles (778) no a manos de los musulmanes que habían solicitado el apoyo de Carlomagno sino de los vascones que poblaban la región. El duque Rolando o Roldán cubrió la retirada de los francos y murió en combate. En su honor se escribió el cantar de gesta la Canción de Rolando. En una nueva ofensiva de los francos apoyando a los nobles locales contra el poder musulmán logró establecer por el oeste la marca Hispánica, que serviría de escudo protector contra los ataques islámicos.
Fundación del Imperio Carolingio
Triunfante en sus campañas militares, Carlomagno fue coronado como Emperador de Occidente en la Basílica de San Pedro en la navidad del 800, por el Papa León III. Con este hecho se consolidaron los dos más grandes poderes de la Edad Media en Europa Occidental: El Papa y el Emperador.
Al emperador de origen semidivino se le otorgaba además las dignidades de Augusto, Magno y Pacífico Emperador, quien amparaba al Papa con sus armas y éste exigía respeto y fidelidad al Emperador. Carlomagno restableció en parte el Imperio romano de Occidente, con esto se sentó las bases para posibilitar el nacimiento de la cultura europea Occidental; el fin de sus campañas militares fue establecer un Imperio cristiano, siendo así el primer intento coherente de darle unidad a la cristiandad occidental tanto frente a los musulmanes como a los bizantinos.
Aportes del Imperio Carolingio
Carlomagno marcó la historia al sentar las bases de lo que sería la educación medieval que formaría e influenciaría gran parte de las teorías educativas de la actualidad. Asimismo, en todos los territorios conquistados Carlomagno impuso el cristianismo. La división de reinos permitió el surgimiento de nuevas naciones e idiomas.
Carlomagno auspició un “renacimiento carolingio” que se manifestó por la creación de la Escuela Palatina de Aquisgrán en donde se formaban a los servidores y funcionarios del Estado. De igual forma, se crearon las Escuelas Catedralicias y Monacales, que funcionaban en Catedrales y Monasterios, en donde se formaban y educaban los religiosos- estudiaban las artes liberales, el Trivium (gramática, retórica y dialéctica) v el Quadrivium (aritmética, geometría, astronomía y música).
Por último, resalta la creación de Escuelas Parroquiales que funcionaban en cada parroquia y servían para educar al pueblo. En ellas se enseñaba el Catecismo a leer v escribir y las operaciones básicas en matemáticas.