Con el calentamiento global, la contaminación general y el aumento de los precios de los combustibles, nuestras necesidades energéticas futuras son un tema candente. Las pilas de combustible pueden representar una solución, que llegará más pronto que tarde.
¿Qué es una pila de combustible?
Una pila de combustible es una frase bastante vaga que utilizan aquellos que saben y aquellos que saben relativamente poco. Independientemente del diseño particular, una pila de combustible es esencialmente una celda similar a una batería en la que se produce un proceso químico para producir electricidad. En este caso, sin embargo, el combustible es hidrógeno.
La idea básica es combinar hidrógeno con oxígeno en un proceso que produzca electricidad. Esta electricidad luego se utiliza como la usaríamos normalmente en nuestras vidas.
Origen de la pila de combustible
Si lees el periódico o miras las noticias, uno pensaría que el concepto de combustible de hidrógeno es nuevo. De hecho, no es. El primero se creó en 1839. El problema, por supuesto, era que era ineficiente y no había mucho interés, ya que los combustibles fósiles abundaban y nuestras necesidades energéticas eran minúsculas en comparación con las actuales.
No fue hasta la década de 1960 que se mostró mucho interés en la plataforma energética. Como ocurre con muchos avances, la NASA decidió utilizar pilas de combustible para impulsar las naves espaciales Gemini y Apollo. Desafortunadamente, el truco ha sido trasladar este uso limitado a aplicaciones muy extendidas en la vida diaria.
¿Cómo funciona una pila de combustible?
Un error común es pensar que una pila de combustible representa energía renovable. Muy claramente, no es así. Es un dispositivo, no una plataforma energética. Es como decir que una represa hidroeléctrica es una energía renovable. La presa es una máquina para aprovechar un recurso de energía renovable, pero no una fuente de energía en sí misma. La pila de combustible funciona de forma muy parecida. Es una metodología para aprovechar la energía del hidrógeno. El método particular puede ser limpio o sucio, es decir, se puede utilizar agua o carbón como material base. Evidentemente, el carbón no ayuda mucho.
Las pilas de combustible pueden funcionar, en teoría, con cualquier material que contenga hidrógeno. Esto significa fuentes de energía renovables como el hidrógeno, el biogás, etc. El objetivo principal es centrarse en el agua y otras fuentes renovables debido a sus inherentes ventajas de limpieza. Cuando se utiliza hidrógeno, por ejemplo, no se produce contaminación tangible ni gases de efecto invernadero. El subproducto, en cambio, es simplemente agua.
Avances tecnológicos
Hay algunos obstáculos que deben superarse antes de que las pilas de combustible de hidrógeno se conviertan realmente en una plataforma energética viable. En primer lugar, la tecnología es tal que las pilas de combustible son demasiado grandes y pesadas para ser utilizadas con fines prácticos. Por esta razón, el infame coche de hidrógeno no es viable actualmente, aunque se están evaluando coches de prueba principalmente de fabricantes alemanes.
El segundo problema es la eficiencia, es decir, las pilas de combustible no lo son. Actualmente, las pilas de combustible producen energía a un coste aproximadamente 10 veces mayor que el de los combustibles fósiles, y esa es una estimación positiva. Nuevamente, no es una opción viable.
Si bien estos pueden parecer obstáculos importantes, en realidad apuntan a la viabilidad de las pilas de combustible de hidrógeno como fuente de energía. Estos problemas se centran en aspectos técnicos de la entrega, no en si el proceso funciona. Si hay algo en lo que somos buenos como especie es en lograr avances tecnológicos. Si podemos construir un arma nuclear de hidrógeno, seguramente podremos construir una pila de combustible de hidrógeno.