Los pueblos bárbaros eran pueblos belicosos, guerreros, amantes de la libertad y adoraban a un Dios supremo, llamado Odín o Wotan. Formaban tribus de pastores y agricultores, la tierra perteneciente a la comunidad se distribuía periódicamente.
Los pueblos bárbaros o germánicos
Los romanos llamaban bárbaros o extranjeros a aquellos pueblos extraños que vivían fuera de las fronteras del Imperio. Estos pueblos no habían sido conquistados y tenían una cultura diferente a la de los romanos tanto en idioma, religión, arte, costumbres, instituciones, etc. Su única ley era la costumbre, el derecho consuetudinario y el derecho germánico del juicio del hombre, el Wergeld y el juicio de Dios, la Ordalía.
Romanos y bárbaros
El mestizaje que se dio entre romanos y bárbaros durante las invasiones fue muy importante para lo que sería la conformación de los reinos barbaros y la introducción a la Edad Media. Ejemplo de esta fusión se desarrolla entre fines del siglo IV e inicios del V, cuando Flavius Stilicón, de origen Vándalo, se convirtió en el principal general que sirvió a los emperadores Teodosio y Honorio.
Ubicación geográfica
Los germanos habitaban los territorios comprendidos entre el río Rhin y el río Vistula, el Mar Báltico y el río Danubio.
¿Cuáles fueron los pueblos bárbaros?
Afines del siglo V, los pueblos bárbaros o germánicos se van desplazando por Europa siendo los más importantes: los visigodos, los ostrogodos, los francos, los vándalos, lo anglos y los sajones, los burgundios y los suevos.
Los visigodos, se asentaron en la actual España y el sur de Francia.
Los ostrogodos, invadieron y conquistaron Italia.
Los francos, dominaron el norte de Francia.
Los vándalos, se ubicaron en el Norte de África.
Los anglos y los sajones, ocuparon Inglaterra.
Los burgundios, en centro de Francia y Suiza.
Los suevos, en el noroeste de España.
Organización política
Los pueblos bárbaros se organizaron políticamente en federaciones de tribus nómadas, se encontraban en constante conflicto entre ellos y con otros pueblos, relativamente poco organizadas, cuya unión se basaba en el principio de la estirpe y adhesión al rey.
En tiempo de paz los gobernantes sólo tienen la autoridad que les confiere su influencia social y el número de sus fieles seguidores. Los reyes añaden a la autoridad política un prestigio religioso, aunque el verdadero poder son las asambleas locales de los hombres libres (comitatus) quienes elegían a los reyes. Posteriormente el cargo pasa de electivo a hereditario cuando se convierten en reinos lo que fortalece algunas familias.
En tiempo de guerra los reyes gozaban de un poder absoluto aunque debían respetar ciertos derechos elementales (reparto de botín entre los soldados) y costumbres comunales.
Organización social
La familia era la base de la sociedad germánica, y el padre era el jefe absoluto de ella, el conjunto de estas conformaban un clan. Debido a su contacto con los romanos estos grupos familiares extensos (clanes) terminaron constituyéndose en tribus.
Los pueblos bárbaros no eran sociedades igualitarias ya que aceptaban la preeminencia de una nobleza y la existencia de esclavos, complementaba esta organización el pueblo dedicado a la guerra y la actividad agropecuaria.
Dentro la organización social de los pueblos bárbaros era fundamental el principio del hombre libre aunque se encuentre subordinado al grupo de parentesco. El vínculo de consanguineidad se complementaba con la actividad guerrera y la fidelidad hacia el líder guerrero lo cual reforzó las relaciones de dependencia entre las personas. También tenían una gran importancia las tradiciones que debían ser respetadas por todos.
Organización económica
Los pueblos bárbaros basaron su economía en la guerra y en la actividad agropecuaria. Las actividades económicas eran de carácter colectivo en comunidades campesinas, con el pasar del tiempo la propiedad comunal de la tierra vio aparecer la propiedad individual, que fue concentrada por la emergente nobleza terrateniente.
Las técnicas de trabajo tendían a agotar rápidamente el suelo fértil debido a ello constantemente estaban en búsqueda de nuevas tierras, esta fue una de las causas por las que invadieron el Imperio romano.
Organización jurídica
Los pueblos germánicos no poseían un código legislativo, por lo que se regían bajo el derecho tradicional o de costumbre que era de carácter oral y se basaba en dos instituciones jurídicas: Wergeld o Juicio del hombre, que consistía en que la persona considerada culpable diera un pago como medio de reparación por el daño ocasionado a la víctima o a sus familiares, y la Ordalía o Juicio de Dios por el cual se pretendía determinar la culpabilidad o no de una persona, mediante duelos o pruebas difíciles que tenían que pasar el acusado y el acusador. Si era capaz de soportarlo y salía menos dañado, se entendía que Dios le ayudaba por no ser culpable, por lo tanto era declarado inocente.
Organización religiosa
La religión de los pueblos barbaros era politeísta, adoraban a las fuerzas de la naturaleza. Con rituales sencillos, manifestaban una religiosidad profunda de una naturaleza misteriosa con un sistema de ideas que explicaba sus apariencias.
El carácter guerrero de los pueblos bárbaros quedaba perfectamente plasmado en su idea de salvación; según la mitología nórdica, su dios Wotan (Odín) era una representación del bien y residía en un paraíso, el Walhalla, al que eran conducidos por las walkirias los guerreros muertos en combate para enfrentarse con el espíritu del mal, Loki, a quien Wotan debía vencer.
Para un germano morir en cama era una especie de deshonor, mientras que morir en la lucha era la fórmula que le aseguraba seguir siendo un guerrero junto a Wotan en su paraíso. Entre los germanos no había un clero organizado y tampoco tenían templos.