El pueblo hebreo pertenece al linaje semita (pueblos descendientes de Sem). Los hebreos fueron nómadas durante mucho tiempo. Tras su salida de Egipto guiados por Moisés (episodio del éxodo) para ocupar la tierra de Canaán (s. XIII), la tierra prometida «donde la leche y la miel corren como el agua» (Deuteronomio 26:9).
Ubicación geográfica
La región de Palestina fue la meta territorial de todos los pueblos semitas del desierto de Arabia. Los primeros en ocupar terreno fueron los semitas cananeos, quienes tomaron el nombre del país de Canaán. Sin embargo, fueron vencidos por los semitas hebreos que, divididos en tribus, se asentaron en la región (XIV y XI a. C.); estos fundaron dos reinos: Israel (cuya capital fue Samaria) y Judá (cuya capital fue Jerusalén) entre los siglos XI-VIII a. C. Posteriormente, fueron conquistados por civilizaciones poderosas.
Historia del pueblo Hebreo
Período de los Patriarcas
Los hebreos fueron un conjunto de nómadas organizados en clanes o tribus liderados por pastores. Emigraron de Mesopotamia a la tierra de Canaán, donde se indentificaron como “Hijos de Israel”. La tradición del pueblo hebreo establece que eran descendientes de Abraham, el primer patriarca.
Una sequía en Canaán causó la emigración hebrea hacia Egipto, donde fueron esclavizados por faraones que los usaron como esclavos de construcción. Vivieron en esas condiciones hasta que Moisés los liberó guiando al pueblo Hebreo fuera de Egipto, relatado en el Éxodo.
Los patriarcas del pueblo Hebreo (jefes militares, los más ancianos) son:
- Abraham: Llevó a su pueblo al desierto en busca de la tierra prometida: Canaán.
- Isaac: Único hijo de Abraham, tuvo un gobierno tranquilo y próspero, así como hijos gemelos: Jacob y Esaú.
- Jacob: Con él, el pueblo hebreo se asentó en el delta del Nilo. Su hijo José logró que el faraón Apopis (hicso) ceda un territorio para su pueblo. Derrotados los hicsos, los nuevos faraones trataron como esclavos a los hebreos. De la descendencia de Jacob se formaron las doce tribus de Israel.
- Moisés: Consiguió sacar a los hebreos de Egipto (el éxodo), lo que los llevó a permanecer cuarenta años en el desierto. Recibió de Dios las Tablas de la Ley.
Período de los Jueces
En el periodo de los Jueces el pueblo Hebreo se asentó en la zona montañosa de Canaán, se unificaron y formaron 12 tribus dirigidas por los jueces. Samuel (último juez) ungió a los dos primeros reyes.
Los 12 jueces del pueblo Hebreo son:
- Otoniel
- Aod
- Samgar
- Débora
- Gedeón
- Tola
- Jaír
- Jefté
- Ibzán
- Elón
- Abdón
- Sansón
El Primer Libro de Samuel menciona a Elí y a Samuel, así como a Joel y a Abías (dos hijos de Samuel).
Período de los Reyes
Los hebreos establecieron una monarquía. Es decir, comenzaron a ser dirigidos por reyes.
Los reyes del pueblo Hebreo son:
- Saúl: De corto gobierno, desobedeció a Dios y por envidia mandó a David a pelear con Goliat.
- David: Creador del Estado hebreo, construyó Jerusalén.
- Salomón: Hijo de David. Con él se adquiere gran prosperidad material gracias al comercio. Construyó el templo de Jehová en Jerusalén.
- Roboam: Hijo de Salomón. No aceptó la disminución de impuestos que su pueblo pedía y se dio un cisma.
División del pueblo hebreo
Después de la muerte de Salomón, Diez de las doce tribus dirigidas por Jeroboam se alejaron y fundaron el reino de Israel, las otras continuaron el reino de Judá. Ambos fueron absorbidos por sus vecinos.
Reino de Israel
El reino de Israel, cuya capital fue Samaria, estuvo dirigido por el rey Ahab, alrededor del año 869–850 a.C., intentó detener la invasión del Imperio asirio, pero fracasó. En el siguiente siglo, Israel mismo fue destruido. Los asirios arrasaron con el reino del norte, destruyendo la capital de Samaria alrededor del año 722 o 721 a.C.
Reino de Judá
La capital de Judea era Jerusalén. A diferencia del reino de Israel, Judea logró sobrevivir a Asiria como Estado independiente, hasta que fue conquistada por Imperio neobabilónico, bajo el mandato del rey Nabucodonosor II. Toda Jerusalén fue destruida en el año 586 a.C.
Religión
El principal aporte del pueblo Hebreo fue religioso: propiciaron la creencia de un Dios único, Jehová, cuyo culto no exigía estatuas ni figuraciones materiales. Es la principal doctrina de la religión más practicada actualmente en el mundo, el cristianismo.