La Reforma protestante, que comenzó en el siglo XVI con figuras como Martín Lutero, Juan Calvino y Ulrico Zuinglio, tuvo profundas consecuencias tanto en Europa como en el mundo en general.
Consecuencias de la Reforma protestante
Las consecuencias de la Reforma protestante de manera resumida son:
Guerras de Religión
A pesar de la Paz de Augsburgo en 1555 las Guerras de Religión continuaron con la decisiva participación de la Corona española desde los reinados de Felipe II al de Felipe IV, en apoyo a la causa católica. Estas Guerras terminaron con el Tratado de Paz de Westfalia en 1648, que puso fin a la intervención papal en los asuntos internos de los países europeos.
División de la Iglesia católica
Produjo la división de la Iglesia católica y el surgimiento de Iglesias protestantes en los países que establecieron leyes de libertad de culto, como Alemania, Inglaterra, Suecia, Dinamarca, sobretodo. Y por tanto una persecución de estas iglesias en los países católicos como España, Portugal, Francia, Austria y los estados italianos.
Debilitamiento
Provocó una disminución del poder e influencia de la Iglesia católica en Occidente, convirtiéndola en aliada subordinada de los estados europeos absolutistas, ya que ella justificaba el poder divino de sus reyes.
Anulación de la libertad de cultos
En defensa de la doctrina católica los países absolutistas mantuvieron el control cultural evitando la libertad de cultos, y por tanto de pensamiento, opinión, lectura, e investigación, con lo que a la larga lograron atrasarse con respecto al desarrollo científico y tecnológico.
Crisis económica
Hubo una caída del poder económico de la Iglesia, ya que perdió sus propiedades en los territorios protestantes producto de las secularizaciones.
Contrarreforma
Surgimiento de la Contrarreforma católica que mediante el Concilio de Trento buscó hacer frente a los protestantes y reforzar el poder de la Iglesia y el papado.