Muchos fumadores saben de los riesgos para la salud que trae fumar cigarrillos, pero ¿por qué les es tan difícil dejar de fumar? También sabemos que algunos de ellos buscan apoyo y ayuda para dejar ese hábito.
Fumar cigarrillos muchas veces forma parte de la persona, de su personalidad, de su día a día. Las preguntas que se hacen las personas que tienen ese hábito son: ¿cómo puedo reunir fuerzas para encontrar la manera de dejar de fumar?, ¿soy una persona que puede dejar de fumar de golpe?, ¿me estoy perdiendo algo? o ¿hay algún método para no seguir fumando que no entiendo?
Ahora déjeme hacerle una pregunta, pero piénsalo detenidamente. ¿No se te ocurre un color azul? No piense en un color azul. Simplemente no piense. ¡Por favor!
¿Por qué imaginaste un color azul? Porque tu cerebro funciona en imágenes. La palabra no lo hagas es un concepto, no una imagen. Para tu cerebro esa palabra simplemente no existe en ese pensamiento. En una fracción de segundo, primero imaginas el color azul, luego una palabra de acción, en este caso “no”.
Tu cerebro trabaja en imágenes y tu enfoque determina tu realidad. Su enfoque puede ser desencadenado por preguntas. El tipo de preguntas que te haces es la forma en que moldeas tu destino.
¡Tú puedes dejar el hábito de fumar!
Si tu objetivo es dejar de fumar de forma natural, entonces debes centrarte en los beneficios de no seguir fumando. Por ejemplo, responde las siguientes preguntas: ¿voy a desarrollarme más como no fumador?, ¿mi nivel de energía sube o baja?, ¿qué importancia tiene mi nivel de energía?, ¿me veré mejor y más saludable? o ¿nací con un cigarrillo?
Quizás algunas preguntas sean peculiares pero pueden ayudarte a no seguir fumando. Tienes que centrarte y comprometerte a seguir. Dejar de fumar cigarrillos es un gran cambio en tu vida; puede desencadenar un impulso positivo que te hará sentir más realizado y feliz.
Déjame garantizarte algo: si estás leyendo este artículo, habrás alcanzado a más del 95% de los fumadores que buscan apoyo para dejar de fumar.
No dejes de investigar e intentar dejar ese hábito tan perjudicial para tu salud y la de los que te rodean. Y si vuelves a fumar, ¡sigue intentando dejar ese hábito y no dejes de buscar ayuda! Habrán personas dispuestas a ser apoyo para ti en este proceso. ¡Ánimo!