¿Por qué el amor es importante en la vida de todos?
Muy a menudo pasamos la mayor parte de nuestro tiempo cuidando nuestras necesidades físicas. Nos aseguramos de que nuestros cuerpos estén alimentados, limpios, vestidos, ejercitados y descansados. También nos aseguramos de que la estimulación intelectual y el entretenimiento sean una prioridad. Sin embargo, también pasamos por alto la necesidad de más importancia: el amor.
Por supuesto, como sociedad, el amor no se pasa por alto. Los medios de comunicación populares constantemente hacen mucho hincapié en lo que debemos hacer y cómo debemos ser para atraer el «amor». Pero ser amado no es una necesidad emocional tan poderosa como el deseo de amar a otra persona.
La necesidad de amar y cuidar a los demás está incorporada biológicamente en nosotros.
Esta necesidad es lo que permite a los padres renunciar al sueño, la comida y la cordura mientras crían a sus hijos. Esta necesidad es lo que permite a las personas ponerse en riesgo para salvar a otros de los desastres naturales y las amenazas humanas. Esta necesidad es lo que hace que la sociedad humana funcione tanto a pequeña como a gran escala.
Amar a los demás nos permite poner las necesidades y los deseos de los demás antes que los nuestros. Trabajaremos más duro y durante más tiempo, a veces en trabajos que detestamos, para cuidar de quienes amamos. Toleraremos condiciones que de otro modo serían intolerables para cuidar de nuestros seres queridos, ya sean jóvenes o viejos.
Apreciar, estimar y valorar
Amar significa apreciar, estimar y valorar. No lastimamos, dañamos ni causamos dolor a quienes amamos; más bien, buscamos aliviar su sufrimiento. No se trata de querer a las personas; se trata de querer que las personas sean felices. No se trata de querer poseer o controlar a los demás, sino de querer liberarlos.
Para vivir cada día
John Oxenham describió el amor de esta manera: «El amor siempre da. Perdona, sobrevive. Y siempre está con las manos abiertas. Y mientras vive, da. Porque éstas son las prerrogativas del amor: dar, dar y dar».
El amor es la grasa que permite que la rueda de la vida siga girando. Porque cuando amamos, miramos más allá de nosotros mismos, más allá de nuestras necesidades y deseos. Sacrificamos nuestro tiempo, nuestra energía, nuestros deseos y, a veces, incluso a nosotros mismos por amor.
A veces es por una persona o un grupo inmediato que conocemos íntimamente y amamos por completo, pero otras veces es por un grupo más grande de personas que realmente no conocemos o quizás ni siquiera nos agradan.
Es el amor lo que permite que el personal de las fuerzas del orden y de los servicios de emergencia se enfrente al peligro. Es el amor lo que permite que los soldados lo arriesguen todo. El amor hace héroes todos los días en todos los rincones del mundo.
Como dijo Tomás de Kempis: «El amor no siente ninguna carga, no se preocupa por los problemas, intenta lo que está por encima de sus fuerzas… Por eso es capaz de emprender todas las cosas, y completa muchas cosas y garantiza que surtan efecto, donde quien no ama desfallecería y caería.»
Amara es hacer el bien
La definición definitiva del amor no es sentirse bien, sino hacer el bien. Un ejemplo perfecto del amor en acción es la Madre Teresa, que trabajó tanto y tan duro en favor de los demás. Sin embargo, lo vemos a nuestro alrededor si lo buscamos. Robert Louis Stevenson dijo: «La esencia del amor es la bondad».
El amor es importante porque sin él, la vida no tiene sentido ni propósito. Como dice Frank Tebbets: «Una vida sin amor es como un montón de cenizas sobre un hogar desierto, con el fuego apagado, la risa acallada y la luz extinguida». El amor nos permite ser más y hacer más de lo que podríamos lograr sin su poder.
