La independencia se inició con la crisis del imperio español en el Perú (siglo XVIII). Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812 fueron claves para la caída de la monarquía española.
La rebelión tupacamarista fue parte integrante del proceso que se consolidó en la tercera década del siglo XIX en circunstancias especiales. En el XIX fueron generadas por la situación producida en la metrópoli debido a la invasión napoleónica de 1808. No hubo un levantamiento generalizado y sincronizado en la América española.
La rebelión de Túpac Amaru II no fue todo color de rosa, en realidad también fue una lucha de intereses. Sabías que Túpac Amaru II nunca quiso separar a la Corona española del Perú.
La rebelión de Túpac Amaru II: Resumen, importancia y caída
Convocatoria a las Cortes de Cádiz
Inmediata fue la reacción del pueblo español contra los invasores galos. Ya en mayo de 1808 se formaron las Juntas Provinciales para la resistencia. En ese contexto fueron convocadas las cortes generales y extraordinarias en Cádiz. Los dominios americanos fueron invitados a discutir las bases del nuevo régimen español monárquico constitucional.
La Junta Central y el Consejo de Regencias
Prisionero Fernando VII, y siendo indispensable una autoridad que gobernaba a España, se constituye una Junta Central Suprema Gubernativa del Reino que pueda reemplazar e poder del rey cautivo en Francia.
Convocatoria a elecciones
La Junta formuló consultas a las distintas instituciones como la iglesia, cabildos, universidades y representantes de la nobleza, sobre lo conveniente a efectuar una convocatoria a Cortes. La respuesta fue positiva y así por un Real Decreto del 29 de enero de 1810 se convoca a elecciones.
Sin embargo, la Junta sería obligada a renunciar y ser reemplazada por el Consejo de Regencias que se establecía en Cádiz. En los territorios ocupados por los franceses no se podía realizar y también existía el gran problema en América. Los representantes del nuevo continente no podrían llegar a tiempo.
Las Cortes de Cádiz de 1810
La solución fue llamar a elecciones con los diputados suplentes residentes en Cádiz hasta que los titulares lleguen a España. Las Cortes iniciaron sus sesiones el 24 de setiembre de 1810 hasta el 10 de mayo de 1814.
Elección de diputados
Por América serían elegidos 28 representantes para las Cortes de Cádiz. En total serían 30 y de ellos sólo uno era titular. Los representantes suplentes por el Perú fueron cinco: Dionisio Inca Yupanqui, Blas Ostolaza, Vicente Morales Duárez, Ramón Olaguer y Feliú y Antonio Suazo.
Importancia de las Cortes de Cádiz
A pedido de los diputados americanos, las cortes decretaron la igualdad de derechos entre americanos y peninsulares y amnistía para los participantes en alzamientos por la independencia, la libertad para las actividades agropecuaria e industrial, la igualdad de derechos para ocupar cargos (1810), la prohibición de maltrato a los indios, la libertad de comercio en azogue, la libertad de imprenta (1811), la abolición de la mita y el reparto de tierras entre los indios (1812). No aceptaron, en cambio, la libertad de comercio ni que la mitad de los empleos en cada reino fuese cubierta por los criollos locales.
Constitución de 1812
En marzo de 1812 promulgaron la Constitución monarquista y liberal. En octubre se hizo lo propio en el Perú. Las cortes continuaron dictando leyes complementarias hasta el 20 de setiembre de 1813. Sin embargo, luego de que su pueblo derrotara a los franceses, Fernando VII derogó la Constitución (1815) y reimplantó el absolutismo. El absolutismo nunca se había ausentado de América. En especial, del Perú.
Caída de la monarquía española
Juntas de Gobierno
El virrey Abascal asumió la continuidad colonial absolutista en el Perú. En el Alto Perú se crearon las llamadas Juntas de Gobierno. A los sucesos de insubordinación en Chuquisaca en mayo de 1809, siguió la Junta Tuitiva Defensora de los Derechos de Fernando VII en julio de 1809 en La Paz, al mando del mestizo Pedro Domingo Murillo. Una experiencia similar se produjo en el otro extremo del Perú. En agosto de 1809 se formo en Quito la Junta Gubernativa Conservadora de los Derechos de Fernando VII.
Independencia de Nueva Granada y Río de la Plata
Guayaquil pasó a ser administrado directamente desde Lima. Cuando en diciembre de 1811 Quito se declaró libre, las fuerzas enviadas desde Lima vencieron a los insurgentes (1813) pasa el ataque. A partir de 1810 se sucedieron los intentos independentistas en distintos puntos de la Nueva Granada y el Río de la Plata. Tropas enviadas por los insurgentes de Buenos Aires vencieron a las fuerzas realistas en el alto Perú hacia de noviembre de 1810 y llegaron al río desaguadero en el collao. El 20 de junio de 1811 los derrotó en Huaqui el general Goyeneche, presidente de la audiencia del cusco.
Perú, bastión de la monarquía española
El Perú se consagraba como el bastión realista. Abascal asumió atribuciones de rey; inclusive, nombró un virrey para Nueva Granada. Cada vez era más claro para los insurgentes, en América, qué se debía doblegar el poderío español en el Perú para asegurar la independencia continental.
La audiencia del Cusco se negó a juramentar la Constitución española. Se tomó una Junta Gubernativa que se declaró leal a Fernando VII qué integraron el cacique Mateo Pumacahua y los hermanos Angulo. Inmediatamente emprendieron el plan de acciones que habían elaborado previamente: Atacar en tres frentes a las fuerzas realistas: Alto Perú, huamanga y Arequipa. Luego de algunos meses de levantamiento fue capturado Mateo pumacahua. De nada le sirvió su pasado leal (que incluyó el aplastamiento de Túpac Amaru II).
En un juicio sumario Ramírez condenó a muerte a Mateo pumacahua. La condena se cumplió el 17 de marzo: horca y posterior descuartizamiento. Con estos triunfos, Ramírez ingresó al cusco y el 29 de marzo procedió a fusilar a los hermanos Angulo y a los demás jefes de la insurrección.