El 7 de junio las últimas tropas aliadas fueron derrotadas en la batalla de Arica. Tras esta campaña los ejércitos profesionales del Perú y Bolivia dejaron de existir.
Campaña de Tacna y Arica
Después de algunos meses de la batalla de Tarapacá, el ejército chileno avanzó hacia el Perú. Chile tenía como objetivo apoderarse de Tacna y Arica, asegurando de esa manera los territorios salitreros.
Está campaña se realizó a través de 3 batallas: la batalla de Los Ángeles, batalla del Alto de la Alianza y la batalla de Arica, siendo esta última la más heroica, pero a la vez sangrienta.
Batalla de Arica
La batalla de Arica se produjo el 7 de junio de 1880. La guarnición peruana se reducía a 1600 hombres y se hallaba completamente aislada. Más de 7000 chilenos al mando de Baquedano y Lagos enviaron un parlamento (Juan de la Cruz Salvo) al jefe peruano, coronel Francisco Bolognesi, para pedirle la rendición de la plaza. El lugar de la rendición, el enviado chileno presenció una de las páginas más hermosas del patriotismo en la historia. Pese a la notoria inferioridad numérica, los defensores de Arica decidieron resistir hasta quemar el último cartucho.
Dada la derrota, Perú debió formar un nuevo ejército y Bolivia no continuó su participación militar en la guerra aunque si apoyó al Perú con armas y dinero. Ningún gobierno boliviano aceptó, durante la guerra, las ofertas chilenas de ocupar Tacna y Arica.