Todos los niños experimentan ansiedad. Uno de estos trastornos de ansiedad que es muy común entre los niños se llama Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG). Este artículo se centra en los síntomas, los medicamentos y el apoyo para los niños con TAG.
¿Qué es el Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG)?
El TAG se define como una preocupación y un miedo crónicos y excesivos que parecen no tener una causa real. Ver a un niño luchar con la ansiedad puede ser muy difícil para los padres. La ansiedad puede comenzar a enmascarar su percepción y convencerlos de que su hijo ya está psicológica o emocionalmente afectado. Muchos padres encuentran útil llevar un registro de los logros y las habilidades del niño para no comenzar a pensar que su hijo es demasiado ansioso y temeroso. En cambio, pueden reconocer qué habilidades tiene su hijo que podrían ser útiles para lidiar con la ansiedad. Un poco de ansiedad no siempre es algo malo. De hecho, incluso puede utilizarse para ayudar a motivar a una persona. Ser consciente de la propia ansiedad puede también ayudar a una persona a responder mejor al peligro.
La ansiedad, la reacción del cuerpo a un peligro o una situación amenazante percibidos, anticipados o imaginados, es una ocurrencia común y normal entre los niños. Todos los niños experimentan ansiedad. La ansiedad en los niños es esperable y normal en momentos específicos del desarrollo. Por ejemplo, desde alrededor de los 8 meses hasta los años preescolares, los niños sanos pueden mostrar una angustia intensa (ansiedad) en momentos de separación de sus padres u otras personas con las que son cercanos. Los niños ansiosos suelen estar demasiado tensos o nerviosos. Algunos pueden buscar mucha tranquilidad y sus preocupaciones pueden interferir con las actividades.
Existen diferentes tipos de ansiedad infantil. Uno de estos trastornos de ansiedad muy común entre ellos es el trastorno de ansiedad generalizada (TAG).
Síntomas Trastorno de Ansiedad en niños
Los niños con TAG suelen preocuparse mucho por cosas como eventos futuros, comportamientos pasados, aceptación social, asuntos familiares, relaciones, sus habilidades personales y/o desempeño escolar. Aunque los niños más pequeños pueden mostrar signos de preocupación excesiva, los niños suelen desarrollar TAG alrededor de los 12 años. Los estudios también revelaron que muchos niños con TAG también tienen otros problemas de ansiedad. Los más comunes son ansiedad social, depresión, ansiedad por separación y trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Preocuparse demasiado por las cosas antes de que realmente sucedan o estar demasiado preocupado por los amigos, la escuela o las actividades son los síntomas más comunes del TAG. Sin embargo, cada niño puede experimentar los síntomas de manera diferente. También puede incluir:
- pensamientos y temores constantes sobre la seguridad propia y/o la seguridad de los padres
- negarse a ir a la escuela
- dolores de estómago, dolores de cabeza u otras molestias físicas frecuentes
- dolores o tensión muscular
- alteración del sueño
- preocupación excesiva por dormir fuera de casa
- comportamiento dependiente de los miembros de la familia
- sensación de tener un nudo en la garganta
- fatiga
- falta de concentración
- sobresaltos fáciles
- irritabilidad
- incapacidad para relajarse
Medicamentos para el Trastorno de Ansiedad en niños
Existen varios medicamentos para la ansiedad disponibles para el tratamiento eficaz del TAG. Algunos de estos medicamentos incluyen Zoloft, Paxil, Xanax y Prozac. Todos estos medicamentos se conocen como ISRS o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Estos medicamentos son todos antidepresivos bastante nuevos y tienen muy pocos efectos secundarios. Cuando un niño toma cualquiera de estos medicamentos, puede experimentar nerviosismo excesivo al principio. Sin embargo, después de varias semanas, la sensación generalmente desaparece. Algunas de las consecuencias secundarias de los antidepresivos que pueden experimentar los niños son: somnolencia, cansancio y confusión.
Estos medicamentos solo deben tomarse después de consultar con el médico del niño. La decisión del médico sobre qué medicamentos debe tomar un niño depende de la estructura física del niño, la química sanguínea y la gravedad de la ansiedad del niño.
Los padres no deben desestimar los miedos de un niño. Aparte de los síntomas mencionados anteriormente, los niños ansiosos también pueden ser tranquilos, dóciles y ansiosos por complacer, por lo que sus dificultades pueden pasar desapercibidas. Los padres siempre deben estar alerta a los signos de ansiedad grave para poder intervenir de manera temprana y prevenir complicaciones futuras.