La economía colonial se caracterizó por el comercio mercantil y el monopolio comercial. Existían instituciones dedicadas exclusivamente al comercio, como la Casa de Contratación de Sevilla.
Comercio colonial
Uno de las principales ganancias de la corona española se centraba en el comercio. España implantó al mercantilismo y monopolio comercial como parte de sus actividades para incrementar sus riquezas.
Mercantilismo
El mercantilismo es la idea de que la riqueza de los países se encuentra en la acumulación de metales y piedras preciosas, sin importar que estos objetos estuviesen inactivos y no produjesen mayores riquezas. España tuvo un mercantilismo extremo llamado bullonismo que, al fin de cuentas, fue una de las principales causas por las que perdió su poderío económico en favor de otras naciones emergentes en el siglo XVII y XVIII.
Monopolio Comercial
El monopolio comercial de España quedó establecido desde 1561. Se prohibió a las colonias comerciar con otros países con lo que se intentó garantizar el aprovechamiento óptimo de los recurso de América.
Del monopolio, la Corona española establecía impuestos muy elevados al tráfico mercantil pues, de todas maneras, se comerciaban los productos al no haber otros.
Las flotas mercantiles zarpaban de Cádiz o Sevilla (no de otro puerto español) solo una vez al año y llegaban a Vera Cruz (México) y Portobelo (Panamá). Todo este trayecto se hacia con la compañía de lar armada española.
Instituciones comerciales
Las instituciones comerciales estaban encargadas de controlar los intereses económicos de la Corona española. Las dos principales fueron la Casa de Contratación de Sevilla y el Tribunal del Consulado.
La Casa de Contratación de Sevilla
Funcionó en Sevilla para controlar el comercio. La Casa de Contratación de Sevilla fue un órgano creado en 1503, con anterioridad al X Consejo de Indias. Tuvo un carácter de tribunal mercantil, con funciones para fiscalizar y controlar todo el trafico comercial con América.
El Tribunal de Consulado de Lima
Par asegurar el tráfico comercial y evitar que los comerciantes peruanos se dedicaran al contrabando, la Corona española creó el Tribunal del Consulado de Lima por Real Cédula del 29 de diciembre de 1593; pero, recién empezó a funcionar a partir de 1613 y perduró hasta 1886.
El Tribunal de Consulado de Lima aglutinó a los grandes comerciantes limeños y actuó como tribunal privativo de justicia en materias mercantiles.
Actividades económicas
La principal actividad económicas del virreinato del Perú fue la minería, seguida del comercio y por último, la actividad agropecuaria y el obraje.
Minería
La minería fue la actividad más importante del Perú Colonial. En 1545 descubrieron el cerro de Potosí, rico en plata. Poca atención se prestó a los yacimientos de Oruro, Castrovirreyna, Huantajaya, Huarochirí, Lucanas, Parinacochas y, en sus comienzos, Cerro de Pasco y Hualgayoc. Esto se hizo para garantizar la recaudación del quinto real.
La plata extraída de Potosí era trabajada con mercurio, llamado también azogue (amalgamación de plata). El azogue se obtenía en Huancavelica y se llevaba hasta el Alto Perú (Potosí) para este fin.
Mita
El pago del tributo y la obligación de la mita fueron dos elementos importantisimos para entender la organización de la economía colonial.
La mita se estableció como un trabajo obligatorio pero rotativo. A cumplir el trabajo salía la séptima parte de la población. Debían cumplirlo los indígenas varones entre los 18 y 50 años de edad, a excepción de los caciques y sus familiares, los alcaldes de indios y los pueblos exonerados por su colaboracionismo durante la conquista.
STOP! Sabías que los caciques eran como un personaje con doble vida, ayudaban a la Corona, pero también protegían al indígena. Conoce a cada uno de los funcionarios de la política colonial.
Organización política del virreinato: Instituciones y funciones
En la práctica, los beneficiarios de la mita exigieron una cantidad fija de indios mitayos sin importarles que la población hubiese disminuido; la mita podía durar más tiempo. En un principio, cuando había todavía abundancia de mano de obra indígena la mita se hacía en las minas, las haciendas, los obrajes, las ciudades y servicios de chasquis.
Cero pago para los mitayos
A finales del siglo XVI se restringió cada vez más el acceso a indios mitayos de parte de particulares y los que quedaban fueron destinados a las labores de minas de Potosí y Huancavelica. Al mitayo se le debía pagar la cantidad mínima de un real al día. En la práctica, al mitayo se le pagaba en coca y aguardiente a precios arbitrarios. Además, se les adelantaba la paga y resultaba el mitayo debiendo al minero o hacendado de tal manera que al término de su turno debía permanecer todavía un tiempo para pagar las deudas.
Los indígenas se veían conminados a salir de sus pueblos donde tenia su topos de subsistencia. Gracias al trabajo mitayo funcionaban la minas, haciendas, obrajes y ciudades.
Actividad agropecuaria
Interesó a la Corono española que en América hubiese un gran mercado para la venta de los productos que se traían gracias al comercio trasatlántico. Esto debía garantizar el cobro de los impuestos al comercio (almojarifazgo y alcabala). Además, la producción minera requería de un abastecimiento permanente de productos alimenticios para una concentración enorme de población en los asientos mineros.
Para cubrir estas necesidades se fomentó la producción agrícola. Inclusive, por esto fueron dispensando las prohibiciones iniciales a no cultivar vid, olivo lino y otros cultivo; para evitar la competencia con los productos agrícolas provenientes de la península. Las tierras pertenecientes a los municipios, los pueblos de indios y las tierras baldías fueron objeto de apropiación ilícita por parte de personajes que mediante influencias políticas quedaban impunes.
Obrajes
En textilería de la época colonial se producían telas toscas (tocuyos, jergas, paños) para el consumo de la población de escasos recursos económicos. Otros obrajes produjeron vino, vidrio, azúcar (ingenios), aguardiente, cuero, jabón y otros productos.
Los obrajes estuvieron ligados a las haciendas (viñedos, algodonales, plantaciones) y estancias ganaderas (productoras de lanas y cueros). En las ciudades hubo también obrajes, sí pequeños talleres artesanales en los que regía el régimen gremial.
Mano de obra de la economía colonial
En la costa usaron esclavos (sobre todo aquellas haciendas que teman un cultivo de alto rendimiento, pero que requería abundante mano de obra: algodón y azúcar). Así aparecieron haciendas y estancias ganaderas en el territorio peruano con gran producción de pan llevar y artículos que podían ser trabajados en obrajes del campo y las ciudades.
Yanaconaje
Los dueños de haciendas, obrajes, casas y talleres en las ciudades que necesitaban mano de obra y no tenían esclavos, debían recurrir a un subterfugio que generó un régimen laboral distinto: el yanaconaje.
Estos propietarios pagaban el tributo por los indios tributarios y «rescataban» a los indios mitayos pagando a los beneficiarios del trabajo mitayo un dinero para que éstos puedan conseguir un trabajador libre (mita de faltriquera). De esta manera, aseguraban la afluencia de mano de obra a sus haciendas, obrajes y negocios urbanos; inclusive se hizo así en las minas sin derecho a mita.
Impuestos y Tributos de la economía colonial
Las Reales Cajas fue la institución encargada del recaudo y la administración de los impuestos que la Corona española exigía a sus colonias. Entre los impuestos que controlaba la Real Caja figuran los siguientes:
El Quinto Real
Como su nombre lo indica, consistía en pagar al rey la quinta parte (20%) de lo extraído de las minas o tesoros encontrados.
El Almojarifazgo
Impuesto aduanero, representa el 10% del valor de las mercaderías que se importaban por los puertos americanos.
La Alcabala
Era el impuesto que afectaba las transacciones comerciales internas (a excepción de aquello que se consideraba de primera necesidad). Se estableció en 1592; los indios debían pagar la alcabala cuando comerciaban en artículos no producidos por ellos mismos.
La Media Anata
Fue el impuesto que gravaba los cargos públicos, lo debían pagar aquellos que asumían un cargo administrativo antes de empezar a ejercer ese cargo. Consistía en la mitad de lo que debía percibir el funcionario durante un año. Esto se prestaba a corrupciones, puesto que el funcionario intentaba resarcirse del pago en el ejercicio de su función.
Diezmos y primicias
Debido al derecho del Real Patronato, el rey de España podía designar a las dignidades de la iglesia (arzobispos, obispos y curas). Para su sostenimiento, la Iglesia cobraba diezmos y primicias de la población dedicada a las actividades agrícolas y pecuarias. A la Iglesia pertenecían los primeros frutos de la tierra y el ganado (primicias) así como el 10% de la producción agropecuaria (diezmos).
Derechos de avería
Era el pago proporcional de los comerciantes, viajeros, traficantes, etc., de los gastos de custodia de los cargamentos, cuando los buques reales navegaban en conserva con los mercaderes. Llegó a fijarse en 12 % del valor de la mercadería, y en 20 ducados por persona. Incluía este porcentaje los derechos de tonelaje y de almirantazgo.
Para el sostenimiento del Consulado de Lima se agregaba 2% de los derechos de almojarifazgo.
El tributo indígena
No fue un impuesto. Es decir, no lo pagaban los vasallos libres sino sólo y exclusivamente los indígenas en su calidad de vencidos en las guerras de conquistas. El tributo consistió en el pago de una cantidad de dinero (o su equivalente en productos) y el trabajo obligatorio en favor de la Corona española (mita).
En líneas generales se pueden distinguir tres clases de tributos perfectamente definidos en sus aspectos jurídicos y prácticos: los de la corona, los que percibían los encomenderos y los vacos. Estos últimos son los que habiendo pertenecido a un particular, quedaban en una situación transitoria por muerte o delito de su último titular, hasta que nuevamente fueran encomendados.
La Moneda en la época colonial
Durante la colonia circularon monedas españolas de oro y de plata, y juntamente con éstas algunas fundidas y acuñada en el Perú. Las primeras monedas que fueron fundidas fueron los «tejos», pequeños discos de oro y plata, en donde se marcaban su peso y su ley en una de las caras y en la otra una cruz.
Posteriormente, se acuñaron verdaderas monedas de oro y plata, así como el «vellón», moneda feble, consistente en una aleación de cobre con metal fino (plata y oro).
Monedas de oro
Dentro de las monedas de oro, circularon el «escudo” que era la unidad monetaria de este metal que recibió el nombre de “ducado”, y los “doblones que valían de dos a cuatro escudos, según su peso y su ley.
Monedas de plata
Dentro de las monedas de plata circulaban el “real», que era la unidad monetaria de este metal; el ‘peso corriente” que valía ocho reales y el “peso ensayado” que valía nueve reales.
Para la acuñación existió la Casa de Moneda, que funcionó hasta 1572, época en que fue clausurada realizándose la acuñación posterior de monedas de plata en Potosí.