Todos, al menos una vez en la vida, hemos tenido la experiencia de entablar una relación. Cuando se está en una relación sana, ambos individuos se apoyan mutuamente, comparten los buenos momentos y se ayudan o apoyan mutuamente en los momentos difíciles. Pero cuándo se vive todo lo contrario, se experimenta una relación abusiva que lo único que produce es descepciones.
Cómo identificar si vives en una relación abusiva
Cuando alguien nos importa profundamente y esos sentimientos de confianza y respeto son correspondidos, nos permite enfrentar el mundo con confianza. Construir y mantener una relación sana requiere el compromiso de ambas partes para que su relación funcione. Pero realmente vale la pena todo el esfuerzo porque cuando estás en una buena relación, te sientes bien con tu novio o novia, y también te sientes bien contigo mismo.
No todas las relaciones funcionan así, por mucho que lo deseemos. Cuando hay violencia, la relación puede volverse realmente destructiva, lo que puede hacerla peligrosa tanto física como emocionalmente. El abuso puede ser físico, emocional o sexual. Las bofetadas, los golpes y las patadas son formas de abuso físico que pueden ocurrir tanto en las relaciones románticas como en las amistades. El abuso emocional, como las burlas, el acoso y la humillación de los demás, puede ser difícil de reconocer porque no deja cicatrices visibles.
Las amenazas, la intimidación, los desprecios y la traición son formas dañinas de abuso emocional que pueden doler mucho no solo durante el tiempo que sucede, sino también mucho después. A veces, las relaciones abusivas son fáciles de identificar porque algunos de los abusos pueden ser muy sutiles. En general, las relaciones abusivas tienen un grave desequilibrio de poder, en el que el abusador controla o intenta controlar la mayoría de los aspectos de la vida.
Aunque parezcan poderosos, los individuos abusadores suelen depender mucho de sus parejas para su autoestima. A veces esperan que sus parejas se encarguen de las tareas cotidianas que la mayoría de los adultos hacen por sí mismos. Las parejas abusadoras suelen sentirse impotentes en el mundo exterior. La relación puede ser el único lugar donde sienten una sensación de poder. Atacar las habilidades o el sentido de autoestima de su pareja es una forma en que las personas abusivas mantienen una sensación de poder, autoestima y control. En un nivel emocional profundo, los abusadores a menudo sienten que no son lo suficientemente buenos y temen el abandono. Al mantener a sus parejas en un estado de miedo o dependencia, intentan asegurarse de que sus parejas no los abandonen.
Sin embargo, existen medidas positivas para hacer frente a una relación abusiva, como:
- Mantener relaciones externas y evitar el aislamiento.
- Buscar “verificaciones de la realidad” hablando con otras personas si sospecha que su pareja ha sido abusiva.
- Conocer los recursos disponibles para las personas en relaciones abusivas.
- Identificar un “lugar seguro” al que puedas acudir en caso de emergencia si tu pareja se vuelve amenazante o violenta.
- Leer libros de autoayuda sobre relaciones saludables y no saludables.
- Buscar asesoramiento profesional o hablar con alguien de confianza para que te ayude a resolver los problemas que pueden mantenerte en una relación abusiva.
- Comenzar a desarrollar un sistema de apoyo, de modo que si decides dejar la relación, no estés solo.
Recuerda, el abuso no tiene lugar en el amor. Si una persona te hizo sentir inadecuado, inútil y temeroso, entonces puede que ya sea el momento de escapar de la relación abusiva. Los estudios muestran que las personas con relaciones saludables realmente tienen más felicidad y menos estrés que las que están en una relación abusiva. Uno debe saber que el abuso y la violencia no son aceptables en ningún tipo de relación, si sabes de corazón que tienes que salir de la relación abusiva, busca ayuda y deja la relación y ¡revive tu vida!