¿Es posible ahorrar agua en la cocina? A veces puede resultar difícil visualizar la importancia y el efecto directo que pueden tener simples esfuerzos de conservación cuando nos bombardean regularmente con información negativa. Echemos un vistazo a lo que pueden lograr algunos cambios en las actividades alrededor del fregadero de la cocina.
En lugar de abrir el grifo para limpiar verduras, utilice un recipiente con agua. Posteriormente reutilízalo para regar plantas de exterior. Reutiliza el agua del aclarado de la cafetera para las plantas de exterior, el abono o el césped es algo que hacemos todo el tiempo. Ricas en nitrógeno y en algunos oligoelementos, las cafeteras deben diluirse con agua antes de usarlas. Elija un grupo diferente de plantas cada día y es posible que ya no tenga que regarlas ni fertilizarlas con mucha frecuencia.
El agua de cocción (pasta, verduras al vapor, patatas hervidas, etc.) se puede utilizar de la misma forma, simplemente déjela enfriar primero. Todas estas fuentes de agua contienen nutrientes adicionales que ayudarán enormemente a sus jardines. Se puede usar agua de cocción muy caliente para matar las malezas, simplemente viértala directamente sobre la maleza y alrededor de sus raíces.
Después de las comidas, mientras enjuaga lo lavado, coloque otros platos, frascos y utensilios sucios debajo mientras trabaja; comenzará el proceso de remojo previo reduciendo el uso de mano de obra y agua. Cualquier cosa que quede atrapada en la canasta del fregadero colóquelo en la basura.
También puede usar agua de enjuague para remojar previamente los platos pegados.
¿Cómo ahorrar agua en la cocina en invierno?
En invierno, el agua de lavar o remojar los platos se debe dejar enfriar. De esta manera libera su valioso calor a la casa, en lugar del alcantarillado. Los lavavajillas, que no son empotrables, permiten la reutilización del agua para el preaclarado de platos muy sucios porque escurren al fregadero. El agua puede quedar atrapada en el fregadero o en una olla sucia, donde el calor se libera lentamente en el hogar, ahorrando costos de energía en el invierno. Por supuesto, en verano ocurre lo contrario, cuando no es deseable un exceso de calor.
No siempre es necesaria agua muy caliente para todas las necesidades de lavado y enjuague. Por lo general, cuando terminamos de lavarnos las manos, el agua apenas comienza a calentarse, así que lo único que hemos hecho es calentar nuestras tuberías. Podemos conservar agua fácilmente cerrando el grifo mientras nos enjabonamos las manos. En realidad, el agua corriente sólo es necesaria para el mojado inicial, luego enjuagar, por lo que el agua corriente entremedio es realmente un desperdicio.
Ahora bien, si midiera la cantidad de agua ahorrada cada día mediante los métodos simples que acabamos de describir, quedarían docenas de galones de agua pura y potable intactos en el depósito. Al reducir el consumo de agua caliente, nuestras facturas de energía son un poco menores. ¡Todo esto, sólo desde el fregadero de la cocina!
