El mundo está cambiando rápido. Es más importante que nunca lograr que los niños se interesen por la ciencia desde una edad temprana. Y es más fácil de lo que piensas. Descubre cómo estos fantásticos consejos para enseñar ciencia te permitirán convertir las actividades cotidianas en divertidas experiencias de aprendizaje.
¿Por qué enseñar ciencia a los niños?
Es muy importante que los niños se interesen por la ciencia desde una edad temprana. Es más fácil de lo que piensas. La ciencia no tiene por qué ser algo misterioso. Está sucediendo a nuestro alrededor y usted puede utilizar cosas cotidianas para fomentar el interés y el conocimiento de los niños.
La mayoría de los padres creen que no pueden ayudar a sus hijos con la ciencia. Pero no se necesita un título científico avanzado para enseñar ciencia a niños pequeños. Todo lo que necesitas es voluntad de intentarlo, observar el mundo y tomarte el tiempo para fomentar su curiosidad natural.
Preguntas para enseñar ciencia
Tu puedes ayudar a lograr que los niños aprendan si tienes una actitud positiva hacia la ciencia. Comienza simplemente haciéndole preguntas a los niños sobre las cosas que ve todos los días. ¿Por qué cree que pasó? ¿Cómo crees que funciona? Y luego escuche su respuesta sin juzgarla ni juzgarlos. Escuchar sin juzgar mejorará su confianza y le ayudará a determinar qué sabe o no sabe su hijo.
¿Cómo enseñar ciencia a los niños?
Aquí algunos consejos claves para que los niños aprendan ciencia de manera muy fácil:}
Convertir las experiencias en conocimientos
Puedes convertir las actividades cotidianas en proyectos científicos. Por ejemplo, no se limite a comentar qué tan brillante es la luna una noche. Haz preguntas sobre por qué hay más brillo esta noche, por qué cambia de forma, etc. Puedes observar las fases de la luna a lo largo de un mes y convertir esa actividad en un proyecto científico, sin siquiera mencionar las palabras «proyecto científico».
Para un niño al que le gusta cocinar, observe cómo la leche se cuaja cuando se le agrega vinagre, o cómo el azúcar se derrite hasta formar un almíbar. Intente hornear un pastel y pregunte por qué sube. ¿Qué pasa si te olvidas de poner algún ingrediente? Esta es una idea instantánea para un proyecto científico, sin resultar intimidante para usted ni para su niño.
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Diferencia las necesidades educativas
Diferentes niños tienen diferentes intereses, por lo que necesitan diferentes tipos de proyectos científicos. Una colección de piedras puede interesarle a su hija pequeña, pero su hijo mayor puede necesitar algo más complicado. Afortunadamente, no es difícil encontrar muchos proyectos divertidos. Conocer a su hijo es la mejor manera de encontrar actividades de aprendizaje agradables. Aquí hay algunos consejos más:
Elija actividades que tengan el nivel adecuado de dificultad, ni demasiado fáciles ni demasiado difíciles. Si no está seguro, elija algo más fácil, ya que no quiere desanimar al niño haciendo que la ciencia sea frustrante. Siempre puedes hacer el proyecto más difícil más adelante.
Escoge los mejores proyectos
Lea las edades sugeridas en las etiquetas de cualquier proyecto, libro o juguete, pero luego asegúrese de que la actividad sea apropiada para su hijo, independientemente de su edad. Los intereses y habilidades de su hijo son únicos. Si un niño está interesado en un tema, es posible que pueda realizar actividades que normalmente realizan los niños mayores, mientras que un niño que no está interesado puede necesitar algo más fácil dirigido a edades más tempranas.
Considera qué tan bien se adapta el tipo de proyecto a la personalidad y estilo de aprendizaje de su hijo. ¿El proyecto debe realizarse solo o en grupo? ¿Necesitará ayuda o supervisión de un adulto?
Elije actividades que se adapten al entorno
Una ciudad llena de luces brillantes por la noche puede no ser el mejor lugar para estudiar las estrellas. Pero durante sus vacaciones en un área remota, es posible que pueda despertar su interés por la astronomía.
Si no puedes solo…
Deja que el niño te ayude a elegir el proyecto o actividad. Es bastante fácil preguntar. En lugar de abrumarlos, sugiera 2 o 3 posibilidades. Cuando un niño elige algo que le interesa, lo disfrutará y aprenderá más de ello.
Prueba y comprueba por ti mismo lo fácil que es despertar el interés de un niño.