El relieve submarino hace referencia a las diversas formaciones y estructuras que existen en el fondo de los océanos y mares, es decir, la topografía que se encuentra bajo el agua. Mientras que el relieve terrestre es ampliamente conocido, el submarino es más difícil de observar, pero igualmente variado y complejo.
Características del relieve submarino: Un mundo oculto bajo el agua
Si tuviéramos la oportunidad de explorar las profundidades de los océanos y mares, descubriríamos que el relieve submarino es tan variado y accidentado como el de los continentes. A pesar de que la profundidad del agua generalmente aumenta desde las costas hacia el centro del océano, el fondo marino presenta una forma mayormente convexa, y solo en raras ocasiones se encuentra un relieve cóncavo en pequeñas extensiones.
Es importante destacar que las grandes profundidades no se hallan, como sería lógico, en el centro de los océanos, sino cerca de las costas, donde a menudo están bordeadas por altas cadenas montañosas. Esto sugiere una relación directa entre la presencia de grandes profundidades y grandes altitudes en áreas cercanas.
En función de la profundidad del lecho marino, se distinguen varias características del relieve submarino:
1. Plataformas o Zócalos Continentales
Las plataformas continentales son áreas someras que rodean los continentes, con profundidades de hasta 200 metros. Estas zonas de poca profundidad se extienden desde la costa hacia el mar, con un ancho variable, pero con una extensión promedio de unos 80 kilómetros. La pendiente de la plataforma es suave, aumentando de manera gradual con un declive de solo 1,5 a 2 metros por kilómetro.
Importancia biológica y económica: La plataforma es crucial para la vida marina, ya que en esta zona se encuentran la mayoría de las especies comestibles, como peces y moluscos, que constituyen la mayor parte de la biomasa oceánica. En términos geológicos, las plataformas continentales forman parte de las placas tectónicas sumergidas y ocupan aproximadamente el 8% de los fondos oceánicos.
2. Taludes o Pendientes Continentales
El talud continental es la continuación de la plataforma, con profundidades que oscilan entre los 200 metros y los 2,000 metros de profundidad. Esta zona, conocida como la región batial, es fundamental en términos ecológicos, ya que alberga vegetación como las algas marinas, que poseen un gran valor alimenticio.
Características del relieve: El talud se distingue por su pendiente pronunciada, lo que lo hace adecuado para la pesca, aunque debido a su inclinación, no puede retener sedimentos recientes. Representa el 16% del relieve submarino y, junto con la plataforma, forma la zona nerítica, que es la más productiva en términos biológicos en los océanos.
3. Lechos o Llanuras Oceánicas
Las llanuras oceánicas, también conocidas como zonas abisales, constituyen el 75% del relieve submarino. En estas zonas profundas, que se encuentran cubiertas de sedimentos fangosos, habitan criaturas marinas de formas extrañas, como cefalópodos y crustáceos, que se desplazan por el fango y tienen órganos fosforescentes para iluminar las eternas noches abisales.
Relieve submarino variado: Aunque la mayoría de estas zonas son extremadamente profundas, no son planas; presentan valles gigantescos y cordilleras submarinas que, en ocasiones, pueden llegar a sobresalir en forma de islas. Las grandes cordilleras submarinas son un claro ejemplo de la complejidad geológica que caracteriza a los fondos marinos.
4. Fosas Marinas
Las fosas marinas son grandes hendiduras en los fondos oceánicos, generalmente con forma arqueada o rectilínea. Estas fosas tienen una anchura relativamente estrecha, de solo decenas de kilómetros, pero se extienden a lo largo de miles de kilómetros en los océanos. La profundidad de estas fosas supera los 5,000 a 6,000 metros, y la fosa de las Filipinas es la más profunda, alcanzando más de 11,000 metros.
Importancia geológica: Las fosas marinas están relacionadas con los terremotos de foco intermedio y profundo. Junto con las altas montañas, constituyen solo el 1% de la superficie terrestre, pero son vitales para comprender la dinámica de la corteza terrestre.
Zona pelágica: Menor productividad biológica
La zona que abarca tanto las llanuras oceánicas como las fosas marinas se denomina zona pelágica. Esta región tiene una productividad biológica extremadamente baja, equivalente a un vasto desierto acuático. A pesar de esto, su importancia geológica y su contribución al equilibrio de los océanos es fundamental para el funcionamiento de los ecosistemas marinos.
El Relieve submarino y su impacto ambiental
Las características del relieve submarino no solo revelan la complejidad geológica de los océanos, sino que también tienen un impacto directo en la vida marina y en las actividades humanas, como la pesca y la exploración de recursos. Comprender estas formaciones es esencial para preservar el equilibrio ecológico de los mares y océanos, que son cruciales para la salud del planeta.