Los trastornos de ansiedad suelen tratarse con métodos y técnicas específicos diseñados para abordar los síntomas y desarrollar mecanismos de afrontamiento para los desencadenantes de la ansiedad. Saber qué método utilizar en el tratamiento depende en gran medida del tipo de trastorno que tenga una persona. Este artículo proporciona información sobre las formas más comunes de trastornos de ansiedad.
La ansiedad
La ansiedad es una ocurrencia común cuando una persona se enfrenta a situaciones potencialmente problemáticas o peligrosas. También se siente cuando una persona percibe una amenaza externa. Sin embargo, la ansiedad crónica e irracional puede conducir a una forma de trastorno de ansiedad. Existen diferentes tipos de trastorno de ansiedad según sus causas o desencadenantes.
Tipos de trastornos de ansiedad
Trastorno de ansiedad generalizada
Una persona que tiene este tipo de trastorno de ansiedad generalmente experimenta una ansiedad prolongada que a menudo no tiene fundamento. Más exactamente, las personas con trastornos de ansiedad generalizada no pueden articular la razón detrás de su ansiedad. Este tipo de ansiedad suele durar seis meses y, a menudo, afecta a las mujeres. Debido a la persistencia de la ansiedad, las personas afectadas por el trastorno de ansiedad generalizada se preocupan y se inquietan constantemente. Esto da como resultado palpitaciones cardíacas, insomnio, dolores de cabeza y mareos.
Fobia específica
A diferencia de alguien con trastorno de ansiedad generalizada, una persona que tiene una fobia específica experimenta un miedo extremo y a menudo irracional a una determinada situación u objeto. Cuando se exponen al objeto o situación que temen, las personas con fobias específicas muestran signos de miedo intenso como temblores, falta de aliento, palpitaciones cardíacas y náuseas. Las fobias específicas comunes incluyen miedo a las alturas, a los espacios cerrados, a la sangre y a los animales. El miedo que siente una persona con fobia puede ser tan extremo que puede ignorar la seguridad solo para escapar de la situación.
Trastorno de pánico
También conocido como agorafobia, los trastornos de pánico se caracterizan por ataques de pánico recurrentes que a menudo son inesperados. Los síntomas suelen ser temblores, dolores en el pecho, mareos, miedo a perder el control y renuencia a estar solo. Las personas con trastorno de pánico son conscientes de que su pánico suele ser infundado e ilógico. Por eso evitan las situaciones públicas y estar solos. Un ataque de pánico puede ser tan grave que las personas pueden perder el control y hacerse daño.
Fobia social
También llamada ansiedad social, una persona con fobia social puede presentar síntomas similares a los del trastorno de pánico, especialmente en situaciones sociales. Temblores, mareos, falta de aire y palpitaciones cardíacas pueden aparecer cuando una persona con fobia social se encuentra en el centro de atención o en compañía de muchas personas, independientemente de si son extraños o no.
Trastorno obsesivo-compulsivo
Las personas con trastorno obsesivo-compulsivo experimentan ansiedad causada por una obsesión o idea persistente. Tienden a evitar experimentar ansiedad recurriendo a acciones o comportamientos repetitivos que previenen la ansiedad. Por ejemplo, una persona que está obsesionada con la limpieza puede experimentar ansiedad con solo ver un jarrón colocado ligeramente descentrado. Para prevenir la ansiedad, limpiará y organizará todo compulsivamente o sin razón.
Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
El trastorno de estrés postraumático puede aparecer después de que una persona haya sufrido un acontecimiento muy traumático. Es posible que reviva la experiencia en su mente, lo que le provoca estrés y ansiedad. Si una persona con TEPT entra en contacto con estímulos (cualquier objeto, persona o situación) que asocia con el acontecimiento traumático, puede literalmente revivir el acontecimiento llorando de forma incontrolable, entrando en pánico o perdiendo el control. Los síntomas más sutiles incluyen el insomnio y la conducta evasiva. El TEPT puede manifestarse inmediatamente después del acontecimiento traumático o incluso años después.
¿Por qué identificar los tipos de trastornos de ansiedad?
Determinar el tipo de trastorno de ansiedad que padece una persona es fundamental para buscar tratamiento y recuperación. Las técnicas y los métodos que se utilizan para ayudar a una persona a afrontar una determinada ansiedad suelen estar orientados no solo al control de los síntomas, sino también a los mecanismos de afrontamiento cuando se expone a los desencadenantes. Solo después de un diagnóstico exhaustivo puede comenzar realmente el tratamiento y la recuperación de los trastornos de ansiedad.