La vejez o adultez avanzada es una etapa compleja que desafía la noción tradicional del envejecimiento como sinónimo de deterioro. Con un enfoque en el bienestar físico, emocional y social, las personas en esta fase pueden seguir llevando vidas plenas y significativas, reafirmando su valor y contribución a la sociedad.
Adultez tardía o vejez
La vejez, también conocida como adultez tardía o senectud, se refiere a la etapa de la vida que comienza aproximadamente a los 75 años. A pesar de la creencia generalizada, la salud en esta fase de la vida es a menudo bastante satisfactoria. Solo cinco de cada cien personas en este grupo de edad se encuentran en condiciones de invalidez o postración. La mayoría de los adultos mayores presenta alguna enfermedad o limitación, pero sigue siendo funcional y autosuficiente en su vida diaria.
Cambios físicos
En términos de desarrollo físico, muchas personas en la vejez se mantienen saludables y activas, aunque es normal experimentar una leve disminución en la salud y las habilidades físicas. Las enfermedades crónicas, como la artritis, diabetes, enfermedades cardíacas y reumatismo, suelen establecerse desde décadas anteriores, a menudo desde los 30 años.
Entre los cambios físicos más destacados en esta etapa se incluyen:
- Declinación de funciones sensoriales: La agudeza visual y auditiva tiende a disminuir.
- Reducción de estatura: Esto puede ser consecuencia de la pérdida de masa ósea y cambios en la postura.
- Mayor propensión a la osteoporosis: Especialmente en mujeres, que sufren una disminución significativa en la densidad ósea.
- Adaptación reducida a temperaturas extremas: La capacidad para tolerar el frío y el calor puede verse afectada.
- Disminución de fuerza y velocidad: Las actividades físicas pueden volverse más desafiantes.
- Endurecimiento arterial: La elasticidad de los vasos sanguíneos se reduce, lo que puede afectar la circulación.
- Menor eficiencia del sistema inmunitario: Esto puede hacer a los adultos mayores más susceptibles a enfermedades.
Cambios cognitivos
A nivel cognitivo, muchas personas de esta edad se mantienen mentalmente alerta. En general, no se observan cambios significativos en la capacidad intelectual, y en algunos casos, puede incluso haber un aumento en ciertas habilidades cognitivas, que varía según las diferencias individuales. Aunque algunas áreas, como la memoria y la inteligencia, pueden deteriorarse, la mayoría de los adultos mayores desarrollan estrategias de compensación que les permiten adaptarse y continuar siendo funcionales en sus actividades diarias.
Cambios emocionales en la vejez
Investigaciones recientes han revelado que la sexualidad en la vejez o adultez tardía no solo tiene un componente físico, sino que también juega un papel importante en la conexión emocional entre parejas. Esta intimidad contribuye a la autoestima y al sentido de vitalidad de ambos miembros de la pareja, reafirmando su valor y lugar en el mundo.
Cambio psicosocial
El retiro del trabajo puede abrir nuevas oportunidades para el uso del tiempo, permitiendo a las personas explorar intereses y actividades que no pudieron desarrollar anteriormente. Sin embargo, también implica enfrentar pérdidas personales, incluyendo la muerte inminente de seres queridos, lo que puede ser emocionalmente desafiante. Las relaciones familiares y las conexiones con amigos son esenciales en esta etapa, ya que proporcionan un sistema de apoyo vital.
La búsqueda de significado y propósito en la vida se vuelve central. A pesar de que el envejecimiento trae consigo cambios físicos que pueden aumentar la posibilidad de enfermedades crónicas debido a un equilibrio orgánico más frágil, es importante destacar que muchas personas mayores disfrutan de buena salud y calidad de vida.