Reflexionamos sobre cómo la actividad física y la higiene fortalecen nuestro sistema inmunológico
¡Bienvenidas y bienvenidos a una nueva experiencia de aprendizaje!
En la actividad anterior, explicamos cómo nos defiende nuestro sistema inmunológico cutáneo. En esta actividad, vamos a comprender que la actividad física, a una intensidad moderada, así como los hábitos de higiene, contribuyen a mantenernos saludables y fuertes. Así, podremos plantear recomendaciones para fortalecer nuestro sistema inmunológico.
Reflexión del día “El cuerpo es el primer y más directo instrumento de comunicación y relación con el mundo, así como con nosotros mismos, por ello debemos cuidarlo.”
Leemos los textos “La actividad física y el sistema inmunológico” y “Los hábitos de higiene”, los cuales encontrarás en la sección “Recursos para mi aprendizaje”.
Reflexionamos y respondemos
¿En qué medida la práctica de la actividad física favorece al sistema inmunológico?
EJEMPLO DE RESPUESTA:
La actividad física ayuda a eliminar bacterias, esto puede reducir las probabilidades de contraer un resfriado, gripe u otras enfermedades. El ejercicio provoca cambios en los anticuerpos y los glóbulos blancos, lo que favorece al sistema inmunológico.
¿Qué se comprende como hábitos de higiene y cuáles te falta incluir en tu rutina diaria para prevenir enfermedades?
EJEMPLO DE RESPUESTA:
Los hábitos de higiene son aquellas practicas del aseo, limpieza y cuidado de nuestro cuerpo.
Ejemplos de hábitos que puede que te falten incluir en tu rutina diaria para prevenir enfermedades:
- Tener tus propios útiles de aseo personal.
- Lavarse las manos y las uñas.
- Tomar una ducha diario.
- Limpiarse bien los pies.
- Cuidar correctamente el cabello.
- La higiene de las orejas y los oídos.
Registra en tu cuaderno de trabajo.
Ya tenemos idea de lo que vamos a tratar en nuestra actividad. Ahora, empezamos nuestra práctica saludable en interacción con nuestro entorno, considerando siempre:
- 1. Disponer de un espacio limpio y libre de obstáculos, ventilado y con luz natural que permita realizar movimientos libremente.
- 2. Controlar las pulsaciones.
- 3. Realizar una activación corporal antes de cualquier actividad, así como concluir con la recuperación corporal.
Reforzamos saberes previos sobre el control de pulsaciones
Es el número de veces que el corazón late por minuto. Para controlarlo, debes poner la yema de los dedos índice y medio en la zona radial de la muñeca, tal como muestra la imagen.
Presionando suavemente con ambos dedos, podrás sentir las palpitaciones del corazón. Estas se deben contar durante unos 15 segundos y luego se multiplica esta cantidad por 4, así obtendrás tus pulsaciones.
Para ejercitarte a intensidad moderada durante 30 minutos, tus pulsaciones deben estar entre 113 a 170, y, en los tiempos de recuperación, tus pulsaciones disminuirán.
Realizamos la activación corporal
Empezamos con el control y registro de nuestro pulso; luego, iniciamos la activación (realizamos distintas formas de desplazamientos, movilidad de todas las articulaciones y estiramientos muy suaves), que debe durar de 10 a 15 minutos. La secuencia de movimientos para la activación debe ser diferente a lo realizado en la actividad central.
A continuación, reflexionamos: ¿Qué sentimos en nuestro organismo luego de realizar la activación corporal?
Practicamos actividad física a intensidad moderada
A partir de las actividades realizadas y nuestra experiencia personal, creamos una secuencia de ejercicios que nos mantendrán con las pulsaciones necesarias para que la actividad física influya positivamente en nuestro sistema inmune. Claro, podrás hacerlo según tus posibilidades y utilizando siempre tu propio peso corporal.
Acción:
- Saltos en el lugar como si estuviéramos saltando la soga (20 saltos por 4 tandas, con descanso de 20 segundos entre tanda).
- Saltos al frente en el lugar o en desplazamiento según el espacio que tengas (8 saltos por 3 tandas para cada pierna, con descanso de 20 segundos entre tanda). Recuerda que la rodilla adelantada no debe pasar la punta de los pies, y debemos mantener la espalda recta.
- Trotar o desplazarte por 10 minutos de manera consecutiva (descansar 40 segundos).
- Hacer 8 planchas por 4 tandas o mantenerte en esa postura con piernas extendidas por unos 30 segundos por 4 tandas.
- Descansamos por 4 minutos y luego repetimos la secuencia.
Anotamos el orden de su ejecución. Luego, alternamos los ejercicios en una sola secuencia hasta aprenderla para repetirla otra vez. En total deberemos realizar 4 veces la secuencia de ejercicios. ¡Como ves, es todo un reto! ¡Vamos, invita a tu familia a realizar la actividad! Registra en tu cuaderno de trabajo.
Sabías que…
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las niñas, los niños y jóvenes de hasta 17 años inviertan como mínimo 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa en forma de juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas o ejercicios programados.
Realizamos la recuperación corporal
Finalizamos la práctica con la recuperación y relajación corporal, haciendo estiramientos suaves y variados durante 8 a 10 minutos, para que nuestro estado corporal vuelva a la normalidad; mientras hacemos esto, inspiramos y exhalamos lentamente. Controlamos y registramos nuestro pulso, el cual debe estar en estado de reposo.
Reflexionamos sobre lo aprendido
A partir de lo que se ha desarrollado, respondemos la siguiente pregunta:
¿Qué recomendaciones darías a tu familia sobre la práctica de actividad física y hábitos de higiene para el cuidado de nuestro sistema inmunológico?
EJEMPLO DE RESPUESTA:
Además, planteamos una rutina de actividad física a una intensidad moderada para realizar en familia.
EJEMPLO DE RESPUESTA:
Evaluamos nuestros avances
Nos evaluamos para reconocer nuestros avances y continuar aprendiendo.
Competencia: Asume una vida saludable.
- Analicé y reconocí que la práctica de actividad física variada de manera regular influye en el sistema inmunológico.
- Reconocí e incorporé hábitos de higiene, así como una buena hidratación para cuidar del sistema inmunológico y prevenir enfermedades.
¡Vamos a la siguiente actividad!
¡Bien, hemos culminado la actividad! En esta oportunidad, aprendimos que la práctica de actividad física regular, así como los hábitos de higiene, nos ayudan a mantenernos saludables y fuertes. En la siguiente actividad, aprenderemos a analizar información sobre la biodiversidad y su vínculo con la alimentación saludable en el Perú.
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