Asumimos responsabilidad en el fortalecimiento de relaciones interpersonales saludables
¡Hola! ¡Bienvenidas y bienvenidos! Como recordaremos, en las dos actividades anteriores hemos explorado un poco sobre nuestras emociones y hemos conocido algunas estrategias para manejarlas en búsqueda de nuestro bienestar emocional y de cuidar nuestras relaciones interpersonales. En esta actividad construiremos algunas propuestas para promover hábitos saludables que nos permitan mantener un equilibrio con nosotros mismos y con nuestro entorno.
Nos acercamos al tema
Leamos con atención las siguientes historias y reflexionemos sobre las preguntas planteadas.
- Historia 1. César tiene 15 años y vive en el Callao. Desde que empezó la pandemia, sus padres y su hermano mayor deben salir más temprano a trabajar y regresan mucho más tarde. Por ello, juntos decidieron que era mejor que una señora les lleve el almuerzo y por medidas de seguridad usarían platos de plástico. Al finalizar cada día, César ha notado que ha aumentado mucho su uso de descartables, por lo que en familia deciden entregar envases con su nombre para que ahí les traigan el almuerzo; ellos se encargan de limpiarlos y desinfectarlos siguiendo los protocolos establecidos.
- Historia 2. Antonia, de Cusco, nos cuenta que sus responsabilidades en casa aumentaron desde que inició la pandemia. Ahora que su mamá debe estar más tiempo fuera de casa trabajando, debe ayudar con la limpieza y a veces también a cocinar. Al principio, esto le generaba mucho cansancio, lo cual le permitió darse cuenta y valorar el trabajo que hacía su mamá dentro de casa. Ahora considera que dichas labores deben ser distribuidas entre todos los integrantes de su familia.
- Historia 3. Carmen tiene 15 años y vive en el Napo en Loreto. Antes que empiece la pandemia, una de las cosas que más le gustaba hacer era ir con su familia una vez al mes a visitar a su tía que vive en una comunidad vecina. Cada vez que llegaban, su tía les invitaba masato y preparaban juntos los pescados que su familia llevaba. Desde que empezó la pandemia, ya no pueden salir de su comunidad, ya que empezaron a controlar el tránsito por los ríos para evitar el contagio. Aunque al inicio le costó mucho aceptar ese cambio, le da tranquilidad saber que su familia se ha mantenido sana y con salud por su disciplina.
Después de haber leído atentamente las historias, reflexionamos y respondemos estas preguntas:
• ¿Las historias presentadas nos recuerdan alguna situación en particular?
• ¿Cuáles fueron los hábitos que cambiaron en las historias de César, Antonia y Carmen?
EJEMPLO DE RESPUESTA:
- César: Dejó de usar plástico, para ahora usar envases más ecológicos.
- Antonia: Ayuda con la limpieza en casa y a veces cocina.
- Carmen: No acude a visitar a su tía.
• ¿Qué hábitos cambiaron en nuestro caso?
EJEMPLO DE RESPUESTA:
- No poder salir a algún lugar junto a las amistades.
- Usar elementos de bioseguridad cada vez que se sale de casa.
- No poder visitar a los familiares.
• ¿De qué manera afectaron a nuestra familia o comunidad?
La situación actual trae cambios que a veces son difíciles, pero también necesarios para cuidar nuestro bienestar y nuestro entorno. Ahora, vamos a fortalecer nuestros aprendizajes para tener más herramientas para lograrlo.
- Un hábito es una conducta que repetimos regularmente, es decir, que estamos acostumbrados a realizar. Con base en los efectos que tiene en nuestra vida, podemos decir si son hábitos saludables o dañinos para nosotros o nuestro entorno. La buena noticia es que, al ser aprendidos, podemos cambiarlos, eliminarlos o aprender nuevos hábitos cuando lo decidamos o cuando la situación lo amerite.
- Los hábitos son importantes en nuestro proceso de formación porque nos proporcionan seguridad y nos dan claridad sobre lo que vamos a hacer durante un periodo. Por ejemplo, todas las mañanas tendemos nuestra cama o dejamos ordenado el lugar donde dormimos; nos lavamos la cara, los dientes, etc. Sabemos que es algo que debemos hacer todos los días y que es bueno porque nos prepara para todas las actividades que haremos.
- Podemos identificar si un hábito es saludable o no cuando reconocemos que contribuye a nuestro bienestar y el de nuestro entorno. Por ejemplo, con la pandemia por COVID-19, hemos intensificado nuestros hábitos de cuidado, por ejemplo, al usar mascarilla y alcohol, o lejía para la limpieza con la finalidad de cuidar nuestra salud. No obstante, otros hábitos no contribuyen a velar por nuestro bienestar, como consumir comida chatarra o emplear muchos elementos descartables.
- Contar con un horario para determinadas acciones, como para consumir nuestros alimentos, participar de las clases de la escuela, realizar las labores domésticas, etc., nos permite organizarnos y aprovechar el tiempo. En ese horario es importante incluir acciones que nos generen alegría y tranquilidad, como realizar algún juego, hacer ejercicios, comunicarnos con nuestras amistades y mucho más.
Tomamos en cuenta que…
Aprender un hábito o cambiarlo es un proceso que toma tiempo, constancia y disciplina. Lo ideal es poder plantearnos metas realistas y perseverar. Si contribuye a forjar nuestro bienestar, seguro que nos sentiremos satisfechas o satisfechos con los resultados.
¡Ponemos en práctica lo aprendido!
Ahora que comprendemos lo que son los hábitos y cómo contribuyen a nuestro bienestar, te proponemos un ejercicio.
• Paso 1. Identificamos nuestros hábitos en las diferentes áreas de nuestra vida. Para ello, recordamos las acciones que realizamos durante el día. Por ejemplo:
EJEMPLO DE RESPUESTA:
“Despierto a las siete de la mañana, me cambió, me aseo, tiendo mi cama, a las ocho de la mañana prendó mi celular para empezar con las clases a distancia. Almuerzo a la una de la tarde, luego lavo los trastes. Después, comienzo ha hacer mis actividades escolares. A las cuatro de la tarde, hago actividad física, una hora más tarde comienzo a jugar en linea y a revisar mis redes sociales. A las siete de la noche leo un libro. A las ocho de la noche ayudo a servir la cena, para finalmente ir a dormir a las 9 pm.
• Paso 2. Reconocemos las acciones que nos generan bienestar o que nos hacer sentir bien y las que nos generan algún tipo de malestar o afectan nuestro entorno. Podemos realizarlo de la siguiente manera:
EJEMPLO DE RESPUESTA:
• Paso 3. Con base en ello, identificamos algunas alternativas saludables a los hábitos que no nos hacen sentir bien; por ejemplo:
EJEMPLO DE RESPUESTA:
Tomar mucha gaseosa.
Alternativas:
a. Reducir el consumo de gaseosa.
b. Establecer y ejecutar un hábito de alimentación saludable y equilibrada.
Pasar mucho tiempo sentada o sentado frente a la computadora.
Alternativas:
a. Limitar el uso del celular solo a actividades determinadas.
b. Realizar pausas activas: puedo hacer algunos estiramientos, ejercicios de respiración, tomar un poco de agua, etc.
• Paso 4. Ahora, programaremos las actividades alternativas en un horario específico dentro de nuestra rutina diaria (podríamos considerarlo de forma semanal o mensual), siguiendo el ejemplo anterior:
EJEMPLO DE RESPUESTA:
Tomar mucha gaseosa.
Alternativas:
a. Llevar un hábito de alimentación saludable y equilibrada todos los días.
Pasar mucho tiempo sentada o sentado frente a la computadora
Alternativas:
a. Limitar el uso del celular estableciendo un horario.
o De lunes a viernes nos conectamos a Aprendo en Casa.
o Sábados de 5:00 p. m. 6:00 p. m. podemos utilizarlo para alguna reunión con amigas o amigos en línea.
b. Realizar pausas activas cada hora que pasamos frente al celular o a la televisión: podemos hacer algunos estiramientos, ejercicios de respiración, tomar un poco de agua, etc.
• Paso 5. Como mencionamos anteriormente, adquirir un nuevo hábito implica tiempo y constancia, por lo que, después de identificar las actividades alternativas, debemos verificar su cumplimiento según el horario que hemos planificado. Ello nos ayudará a llevar un control más cercano de nuestro proceso.
EJEMPLO DE RESPUESTA:
Compartimos con nuestra tutora o nuestro tutor las alternativas que hemos generado para mejorar los hábitos que no nos hacen sentir bien. ¡Seguro nos ayudarán a fortalecerlos!
Vamos cerrando. Aquí tenemos algunas ideas valiosas
- El reconocimiento de las consecuencias de nuestros hábitos es un primer paso para identificar si contribuyen o no a forjar nuestro bienestar y el de nuestro entorno. Si alguno de ellos no tiene el impacto que deseamos en nosotros o en los demás, tenemos la posibilidad de cambiarlo con constancia y disciplina.
- Es importante incluir como parte de nuestros hábitos acciones que beneficien nuestro bienestar físico, como hacer actividad física, mantener una alimentación balanceada, procurar tener espacios para compartir y conversar con nuestra familia, tener horarios determinados para dormir y levantarnos, realizar ejercicios de respiración, etc.
- También es importante incluir en nuestra rutina acciones que beneficien a nuestra comunidad, como participar de acciones solidarias y comunitarias del cuidado del medioambiente, entre otras.
Evaluamos nuestros avances
Ahora, vamos a mirar juntos nuestros aprendizajes para seguir avanzando. Marcamos con una X en el recuadro correspondiente.
- Comprendo la importancia de identificar hábitos saludables para mi bienestar y el de mi entorno.
- Reconozco la necesidad de poner en práctica los hábitos saludables para garantizar mi bienestar y el de mi entorno.
Vamos a la siguiente actividad…
Ahora que hemos reflexionado sobre el tema, te animamos a escribir un compromiso personal para proponer hábitos saludables para tu bienestar y el de tu entorno. ¡Buen trabajo! Nos vemos en la próxima actividad para seguir reflexionando y aprendiendo juntos.
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