Construimos con esperanza el Perú que queremos
¡Hola! ¡Bienvenidas y bienvenidos a esta nueva experiencia de aprendizaje! En esta actividad, conoceremos la estructura de un plan de acción solidario y analizaremos la realidad del entorno a la luz del mensaje del Evangelio, a fin de plantear alternativas de cambio coherentes con los valores propios de nuestras tradiciones.
Leemos:
Dentro de unos días se realizarán las elecciones generales. Estas elecciones causan mucha expectativa en las ciudadanas y los ciudadanos, ya que les brinda la oportunidad de ejercer su derecho a elegir a las diversas autoridades que asumirán la responsabilidad de dirigir nuestro país, en un contexto desafiante y de incertidumbre producto de la pandemia que aún estamos viviendo, así como de las diversas problemáticas en el orden social, económico y político. Dicho contexto nos motiva a emprender acciones solidarias para cooperar y brindar ayuda de forma digna, libre y trascendente a nuestras hermanas y nuestros hermanos. Ante esta situación, ¿qué acciones solidarias, dignas, libres y trascendentes podemos promover las y los adolescentes en favor del bien común?
Reflexionamos y respondemos las siguientes preguntas:
¿Cuál es el problema principal que nos presenta esta situación?
EJEMPLO DE RESPUESTA:
El principal problema que se presenta en esta situación es el gran desinterés por parte de muchas ciudadanas y ciudadanos en la participación activa y democrática en la sociedad.
¿Cómo podemos emprender acciones solidarias que nos inspiren a cooperar y brindar ayuda?
EJEMPLO DE RESPUESTA:
Podríamos emprender acciones solidarias a través de un plan que involucre nuestra participación.
A continuación, respondemos desde nuestra experiencia:
¿Cómo podríamos organizarnos para lograr las metas de aprendizaje?
EJEMPLO DE RESPUESTA:
Podemos organizarnos para lograr las metas de aprendizaje a través de un horario personal.
¿Nos ayudaría elaborar un horario personal?, ¿por qué?
EJEMPLO DE RESPUESTA:
Un horario personal sería de mucha ayuda porque me permite estructurar y organizar mi tiempo, desarrollando así todas mis actividades.
Al identificar el problema, el reto es saber qué acciones solidarias, dignas, libres y trascendentes podemos promover como adolescentes en favor del bien común.
Reflexionamos y respondemos estas preguntas:
¿En qué momentos de nuestra vida nos hemos sentido protagonistas de algún hecho?
¿Recordamos alguna experiencia donde NO nos hayan tomado en cuenta?, ¿cuál?
¿Qué les parece si elaboramos un plan de acción para promover iniciativas solidarias que lleven esperanza a nuestras hermanas y nuestros hermanos?
Ser sal y luz del mundo es el llamado profundo a encontrar y dar el verdadero sentido a la vida, y a lo que hacemos cada día. Es darle el buen sentido a las acciones que realizamos, siendo luz donde nos encontremos. Es una gracia infinita que encontramos en la verdadera luz.
“Todo lo que ustedes desearían de los demás, háganlo con ellos: ahí está toda la Ley y los profetas”. Mateo 7: 1
El Juicio definitivo
«Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui extranjero, y me recibieron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; en la cárcel, y vinieron a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos como extranjero y te recibimos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y vinimos a ti? El Rey les responderá: ‘En verdad les digo que en cuanto lo hicieron a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicieron. Entonces dirá también a los de su izquierda: Apártense de mí, malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; fui extranjero, y no me recibieron; estaba desnudo, y no me vistieron; enfermo, y en la cárcel, y no me visitaron’. Entonces ellos también responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, o como extranjero, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?’ Él entonces les responderá: ‘En verdad les digo que en cuanto ustedes no lo hicieron a uno de los más pequeños de estos, tampoco a mí me lo hicieron’”. Mateo 25: 34-45.
Ahora, analicemos la realidad de nuestro entorno ante las necesidades actuales a la luz del mensaje del Evangelio y planteemos alternativas de cambio coherentes con los valores propios de nuestra tradición.
A partir de lo aprendido, respondemos brevemente esta pregunta:
¿Qué alternativas de cambio podemos proponer en nuestra escuela y comunidad a la luz del mensaje del Evangelio?
EJEMPLO DE RESPUESTA:
- Incentivar a los ciudadanos a acudir a las elecciones.
- Informar sobre la importancia de elegir a las diversas autoridades que asumirán la responsabilidad de dirigir nuestro país.
- Velar por el bien común.
Evaluamos nuestros avances
Es el momento de autoevaluarnos a partir de nuestros avances, logros y dificultades.
¡Genial, hemos terminado! En la siguiente actividad, iniciaremos la elaboración de un plan de acción sobre cómo ser solidarias y solidarios, y lo relacionaremos con el mensaje del Evangelio, para así actuar en coherencia.
Formemos parte del cambio con nuestros valiosos aportes. ¡Sigamos!
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