El absolutismo surgió en el siglo XVII como una modalidad de la monarquía. Fue instaurada por Luis XIV, rey de Francia.
Origen del absolutismo francés
El absolutismo francés surgió como un sistema de gobierno en el que el monarca detentaba un poder casi completo y centralizado, sin restricciones impuestas por otras instituciones como el parlamento. Este tipo de gobierno se afianzó en Francia principalmente durante el siglo XVII y a comienzos del XVIII.
Principios del absolutismo son:
Los principios del absolutismo son:
- El absolutismo real o regalismo: Luis XIV gobernó sin obstáculos a su entera voluntad sin rendir cuentas a nadie. Anuló el poder de los señores feudales y las libertades municipales, y prescindió de los Estatutos Generales.
- El centralismo: el rey Luis XIV estableció una serie de reformas fiscales, militares y económicas bajo la influencia de Colbert para centralizar el poder real.
- El providencialismo: el sustento ideológico del Absolutismo radicaba en creer que la autoridad del rey tenía origen divino. Como “divinidad visible”, representaba a Dios en la Tierra y por eso no estaba obligado a dar cuentas a nadie. Esta política fue seguida por otros reyes: Carlos III, de España; Federico II, de Prusia; María Teresa, de Austria; y Pedro y Catalina la Grande, de Rusia.
Expansión
Eta estructura política, social y económica que imperó en Francia y en la mayor parte de Europa, desde el siglo XV hasta fines del siglo XVIII (1789).
Características
Conoce las principales características del absolutismo francés:
Aspecto político
Mediante la monarquía absoluta, el rey pretendía que su poder derivaba de Dios, a quien únicamente debía cuentas de sus actos. Comandaba los ejércitos, fijaba los impuestos, nombraba y destituía a los funcionarios, y dirigía la administración pública.
La libertad individual estaba amenazada con una simple orden del rey, llamada la “Carta Sellada”. Este documento no establecía por qué se detenía al nombrado en ella.
Asimismo, durante el periodo del absolutismo existió la censura, es decir, no había libertad de expresión.
Aspecto social
La sociedad durante el absolutismo estaba dividida en tres órdenes, estados o clases.
Primer Estado:
Constituido por los miembros del Clero. No pagaban impuestos, pero hacían donativos voluntarios a la corona. Controlaban el estado civil de la población, registrado en las actas de las parroquias. Cobraban impuestos, como el diezmo y poseían extensas propiedades. Participaban en la censura y enseñanza.
Segundo Estado:
Constituido por los miembros de la Nobleza. Solo pagaban impuestos en casos especiales; sus miembros desempeñaban cargos políticos y religiosos. Poseían tribunales propios para juzgar a sus miembros. Explotaban al campesinado que laboraba sus campos y tenían privilegios en la comercialización de las cosechas. Había la nobleza palaciega y la nobleza provincial.
Tercer Estado:
Llamado también el Estado llano, constituido por la burguesía, artesanado urbano, campesinado libre y siervos. Pagaban los mayores impuestos. La burguesía deseaba tener acceso al poder y lograr un Estado centralizado que protegiera sus actividades económicas. Compartía la ideología del siglo XVIII y aspiraba a una igualdad de derechos:
Aspecto económico
La economía durante el absolutismo se caracterizo por ser desigual, en especial en el reparto de impuestos; por ejemplo, el Estado Llano pagaba cuatro clases de impuestos: reales, municipales, feudales y eclesiásticos. Además, aumentó la deuda pública, por el derroche de las grandes fiestas en el Palacio de Versalles y por los gastos que demandaba sufragar las guerras.